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𝑿𝒑𝒓𝒆𝒔𝒔´𝒐

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Margarita Moreno y Carlos Noriega son acusados de delitos electorales por un audio ilegal y editado

¿SE IMAGINAN A INDIRA VIZCAÍNO SILVA presentando, cada semana en Diálogos por la Transformación, extractos de audios y llamadas de José Ignacio Peralta Sánchez con sus funcionarios hablando de negociaciones ilegales, a qué líder sindical apoyar, a quiénes de la oposición aniquilar o, en todo caso, respaldar? Sería un escándalo. ¿Y saben por qué no lo hace? Porque, independientemente de que SÍ existen los audios y las llamadas telefónicas del ex mandatario, también los hay de la hoy gobernadora de Colima…demasiado comprometedores, por cierto. Así como lo leen. Pero ante las amenazas de Julio Scherer Ibarra a Ignacio Peralta, en el contexto de que había compromisos inconfesables para que Indira Vizcaíno llegara a la gubernatura a como diera lugar, se hizo un pacto de impunidad: el mandatario no se iba a meter en las elecciones ni iba a hacer uso de las escuchas ilegales que tenía en su poder, pero tampoco del lado de la campaña morenista harían lo mismo. Pero que no se hayan utilizado en la campaña del 2021 no quiere decir que no puedan surgir en breve; sólo que si salen ahora será porque alguien rompió el pacto. La que no tiene problemas de ese tipo es la gobernadora de Campeche, Layda Sansores: cada semana, en el Martes del Jaguar, la mandataria ha venido filtrando audios en donde el líder nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas, confiesa un delito nuevo. Aunque Sansores dice que los audios le llegaron de manera anónima (el propio Alito ha dicho que Renato Sales es el responsable de las intervenciones telefónicas), lo cierto es que lo que se ha filtrado a los medios de comunicación es apenas el uno por ciento de lo que tienen en su poder, pues en Palacio Nacional, según escribió Carlos Loret de Mola, dicen tener 40 horas de conversaciones del dirigente tricolor. La semana pasada, pues, le tocó a Colima ser parte de las conversaciones que tuvo Alejandro Moreno. En MORENA, como ya es costumbre, acusaron simplonamente a personajes políticos basados en escuchas ilegales. Para ellos el apellido “Noriega” más “una alcaldía de Colima” más “1 millón de pesos” equivale a construir la narrativa deseada: Carlos Arturo Noriega García, como era el secretario de Planeación y Finanzas del gobierno del Estado, es la persona que, según Alito Moreno, iba a ir a la Ciudad de México a recoger un millón de pesos para la campaña de Margarita Moreno González, candidata de la Alianza PRI-PAN-PRD a la presidencia municipal de Colima. Y tan, tan: ya tenían la narrativa perfecta para acusar a los priístas de corruptos. Mientras se enganchaban en ese tema, en esos días se debatía la sentencia que la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación emitió en contra de Indira Vizcaíno, al igual que a otros gobernadores de MORENA, que la encontró culpable de haber violado la Constitución de manera reiterada, por lo que, además de exigirle al Congreso del Estado que la sancionara en proporción a la violación que había cometido, pidió que la inscribieran en un catálogo de sujetos sancionados, por lo que quedará fichada como infractora de la Constitución. Tan exhibidos habían quedado los diputados de la mayoría oficialista, al igual que sus aliados (Movimiento Ciudadano jugó el papel más vergonzoso: a nivel nacional fueron los promotores de la sanción a Indira Vizcaíno, pero en el Congreso del Estado de Colima tanto Ignacio Vizcaíno como Glenda Ochoa votaron por sólo exhortarla a que se conduzca de acuerdo a las leyes), que en la última sesión se montó un show en el que desobedecieron las instrucciones del entonces presidente de la Mesa Directiva y pretendieron juzgar, basado en conversaciones ilegales y difundidas de igual manera fuera de la ley, a la presidenta municipal de Colima y al diputado Carlos Noriega, a quienes pidieron investigar para deslindar responsabilidades. El propio Rubén Romo Ochoa, con tendencias cada vez más violentas en su comportamiento, en un programa de radio quiso desviar la atención del tema de la sanción de Vizcaíno Silva y dijo que “Héctor Magaña Te engaña es un CORRUPTO y un PUERCO el CABRÓN”, además de retarlo públicamente cuando se vieran la próxima vez. A ese nivel están cayendo los legisladores de Movimiento de Regeneración Nacional, cada vez más propensos a hacer trampas para evadir su responsabilidad y cada vez más cínicos en su relación de servilismo con la gobernadora del Estado. Mientras en MORENA descalificaron los videos de los hermanos del presidente de la República recibiendo sobres amarillos con dinero (grabados por uno de los involucrados por seguridad, pero cien por ciento reales), en Colima bastó con presentar un audio con extractos perfectamente recortados para construir una narrativa a modo. Sería bueno, en todo caso, que dejaran correr las cintas completas sin cortes ni ediciones. La gobernadora de Colima se mete cada vez en más problemas incluso con la mafia que le reclama el incumplimiento de compromisos, pero los diputados del Congreso del Estado en nada le ayudan con su servilismo y entreguismo incondicional. La pregunta es por qué la mandataria y los diputados oficialistas están perdiendo la razón. ¿Será porque saben que se viene algo grande?

Locho Morán Sánchez fue a la presidencia de Colima a montar un show cómico-mágico-musical

EN EL PATÉTICO ESPECTÁCULO cómico-mágico-musical efectuado el viernes anterior en el patio central de la Presidencia Municipal de Colima, cuyo cabildo ha logrado encabezar dos veces, Locho Morán Sánchez se exhibió ante propios y extraños como un ególatra sinvergüenza, amén de cínico e hipócrita, que lo aleja totalmente de la imagen que algunos colimenses habían idealizado del exalcalde capitalino: la de un hombre honesto a carta cabal. Con un retraso de meses, como una toma de conciencia tardía, acudió a la sede del gobierno municipal capitalino con su monólogo de casi 20 minutos para hacerse la víctima y culpar a otros de sus propios yerros, muy al estilo de López Obrador, del que es aliado en esta entidad desde el Congreso del Estado, obviamente con una meditada intención de tratar de posicionarse para el proceso electoral del 2024, donde de nuevo lo veremos de candidato a algo. Lo que haga o deje de hacer el dueño de La Barata Permanente en el ámbito personal es cosa que no nos interesa en absoluto. Lo que sí es necesario destacar es la perversidad de un sujeto que siempre se vendió políticamente como un dechado de virtudes, pero que, en su último encargo público, precisamente como presidente municipal de Colima, dejó un cúmulo de irregularidades financieras que suman muchos millones de pesos que nunca llegaron a su destino final:  el IPECOL y el IMSS. El propio líder del Sindicato de Trabajadores al Servicio del Ayuntamiento de Colima, Arturo León Álam, lo tiene demandado ante la Fiscalía del Estado y ante la Fiscalía Anticorrupción, así como una demanda de juicio político en el Congreso local, pues Locho Morán dejó un adeudo de 52 millones de pesos (aportaciones de los trabajadores municipales), que cobró pero que nunca entregó al IPECOL. Una forma de saldar la deuda fue el de tratar de entregar un predio de la colonia Primavera Hills, maniobra que no fue aceptada por el director del IPECOL, Hamín Legaspi Soto, por haber querido realizarla al cuarto para las doce, es decir, cuando le faltaban tres días para abandonar el cargo. El director de IPECOL hizo bien en no aceptar la propuesta de Locho Morán, que sólo quería salvar su pellejo con el predio, pero sin resolver irregularidades administrativas y jurídicas que sí serán solventadas en la nueva administración municipal, encabezada por Margarita Moreno González, razón por la que el IPECOL no pondría reparos en aceptarlo como garantía de lo que dejó de pagar el droguero Locho Morán, que también dejó pendientes las cuotas de los trabajadores al IMSS por la cantidad de 11 millones de pesos. Ciertamente, el sinvergüenza, cínico e hipócrita Locho Morán se acoge, como todo ególatra, a su calidad de “líder moral” del Movimiento Ciudadano para hacerse la víctima y, de paso, pasarle la factura por todas sus sinvergüenzadas a la Gobernadora Altozano por el dizque apoyo incondicional, en aras de la gobernabilidad, que le dan sus diputados emecistas Ignacio Vizcaíno Ramírez y Glenda Yazmín Ochoa. Los pagos a IPECOL dejó de hacerlos Locho Morán de enero del 2020 al 15 de octubre de 2021, cuando terminó su periodo. Tan mal actuó que por eso tuvo que querer saldar la deuda con el predio de la colonia Primavera Hills, pero con los resultados conocidos. Y es que, de haber cumplido con su obligación, ni siquiera hubiera habido la necesidad de tratar de ponerse al corriente con un predio. El impago de 11 millones de cuotas al IMSS es también una irregularidad suya y de nadie más. Sin embargo, en el degradante espectáculo presentado por Locho Morán en la Presidencia Municipal de Colima el viernes anterior, el sujeto negó todos los cargos en su contra y culpó de un complot a los prianistas, igual que lo hace López Obrador, al que se parece cada día más en lo ególatra. Así, pues, mucho ruido metido por el exalcalde capitalino, pero en ningún momento aclaró a dónde fue a parar el dinero que no reportó ni al IPECOL ni al IMSS, como si fuera un juego de niños en el que no habrá consecuencias para nadie. Por cierto, la salida repentina del director de IPECOL parece indicativo de que el indirato va a poner en práctica la política del “borrón y cuenta nueva”, lo que podría dejar al droguero Locho Morán a salvo del largo –y tullido— brazo de la justicia y, lo peor, listo para volver a andar en campaña –en 2024— como chino libre.