Xpress´o

POR PXPress

Indira Vizcaíno dice que su padre Arnoldo no toma decisiones en su gobierno. ¿Alguien le cree?

A UNA SEMANA DEL AFFAIRE de Arnoldo Vizcaíno Rodríguez, salvo sus defensores a sueldo que sólo se limitaron a hablar sobre las expresiones homofóbicas y misóginas, quedó claro que el padre de la gobernadora SÍ interviene en el gobierno del Estado, que se inmiscuye en asuntos del Congreso del Estado, y que, lo más lamentable, posee información confidencial de la Fiscalía General del Estado. Antes que nadie —ni los voceros de la FGE— el papá de Indira Vizcaíno dio a conocer que, por haberse bloqueado el Libramiento Ejército Mexicano para ejercer presión para su localización, José Francisco Rodríguez Ballesteros estaba vinculado a proceso, además de confirmar lo dicho por el Xpress´o del pasado 1 de agosto, en donde señalamos que se había obligado al padre del joven ingeniero a que se disculpara públicamente por los daños causados por el cierre de vialidades. Quedando claro que Arnoldo Vizcaíno Rodríguez es el poder tras el trono e Indira Vizcaíno Silva un simple florero, desilusionando así a las mujeres empoderadas que esperaban de ella una verdadera representación y defensa de sus derechos, dejaremos los nombres de las personas denunciadas como desaparecidas desde el pasado 10 de junio, que es cuando se hizo el primer bloqueo al Libramiento para ejercer presión a las autoridades, a las que el propio Vizcaíno Rodríguez fustigó e insultó por cerrar las vialidades. ¡Son chingaderas!, dijo, para justificar su enojo: “luego salen que son narcos o son cabrones malandrines”. ¿Quién, de todos los que nombraremos a continuación, son narcos o malandrines? Leticia Saucedo Lara y Katia Yumile (levantadas a punta de pistola de un negocio en la ciudad de Colima; localizadas días después), Petra Sánchez Valencia, Carlos Corona González y Martín Corona de la Mora (hallados amordazados, tirados en la carretera, con signos de tortura), José Francisco Rodríguez Ballesteros (el “cabrón joto”, según el padre de la gobernadora, que se ausentó por voluntad propia y que ahora está vinculado a proceso), Germán Quintero Michel (el trabajador de CONAGUA que, en cuanto fue localizado, no quiso saber nada más de los medios y prefirió encerrarse a cal y piedra en su domicilio), Norma Angélica y Alejandro Reyes (uno de ellos fue identificado como familiar de autodefensas en los límites de Michoacán y Colima; aún no hay indicios de ellos) y Heriberto Pérez Ánzar (el fiscal Especializado en Desaparición de Personas, Héctor Peña Meza, dijo que era un drogadicto, que estuvo anexado en varias ocasiones en centros de rehabilitación para adictos y que sus amigos fueron asesinados mientras estuvo internado en el 2022; tampoco ha aparecido). Así como tuvo la osadía de insultarlos y juzgarlos como narcos o cabrones malandrines, ¿tendrá Arnoldo Vizcaíno la hombría de sostener frente a los familiares de todas estas personas sus dichos? ¿Se disculpará con cada uno de ellos? ¿Sabrá el daño que les provocó a sus familiares saber lo que piensa el que realmente gobierna Colima, a quienes ligeramente llamó narcos y malandrines? No nada más se trata de expresiones homofóbicas y misóginas, algo de lo que instituciones como la Comisión Estatal de Derechos Humanos o el Instituto Colimense de las Mujeres ya salieron a pronunciarse y que no pasará más que de un simple regaño y una sugerencia a que vaya a algún curso de sensibilización. Se trata, más que nada, de la injerencia que tiene en el gobierno del Estado, en el Congreso del Estado y la información confidencial que posee de la Fiscalía General del Estado; pero también de lo que piensa realmente de las personas que son reportadas como desaparecidas y que, para ejercer presión a las autoridades, toman la decisión de bloquear vialidades. Si los considera narcos o malandrines, es normal que ordene al mini fiscal Bryant Alejandro García Ramírez que los vincule a proceso, aunque se moleste por las expresiones que laceran a la comunidad a la que pertenece.

LA VIDA MODERNA VIENE aparejada con problemas de dependencia, pues es parte del precio que hay que pagar por las nuevas tecnologías existentes. El internet es una herramienta fundamental para todos los humanos que viven en el siglo XXI, pero es tal la dependencia que de ella se tiene que, en algunos casos, literalmente se vuelve cosa de vida o de muerte. No sabemos hasta qué punto las instancias públicas del sector salud se encuentren atenidas al internet, sobre todo en los hospitales, pero en el caso de las clínicas –donde están los consultorios de los médicos familiares— es común que se caiga el sistema y que el personal, comenzando por los profesionistas que utilizan la computadora para expedir las recetas a sus pacientes, tengan que sufrir las consecuencias por culpa de esa falla. Es posible que no se corra peligro porque en los consultorios no hay pacientes que tengan que ser atendidos de emergencia, pero no hay duda que atrasan hasta por horas al derechohabiente que debe esperar estoicamente a que se restablezca el sistema y las computadoras echen fuera las hojas en las que se contienen las recetas que deberán ser surtidas en la farmacia del lugar por parte de los recién atendidos. Ignoramos si el IMSS dispone del servicio de Telmex, de Telecable o de alguna otra empresa de alcance nacional o regional, pero en el caso de la Clínica No. 1, ubicada por la Avenida de los Maestros de la capital del estado de Colima, el martes anterior, por ahí desde las 15 horas, el sistema estaba fallando, por lo que las recetas de los médicos salían a cuentagotas, cuando podían hacerlo. Desde que a Manuel Bartlett Díaz se le cayó el sistema, a fines de la década de los 80 del siglo pasado, ese fenómeno siempre ha sido señal de mal augurio. En tiendas de conveniencia, almacenes de servicio y similares, una caída del sistema puede incomodar a la gente que haga alguna compra; sin embargo, cuando lo mismo pasa en un área del sector salud, la cosa cambia. No es la primera vez que en la mencionada clínica del Seguro Social se cae el sistema y los médicos –no se diga los pacientes— tienen que batallar para que se reanude y, por fin, se puedan expedir las respectivas recetas a los pacientes. Por tal razón, no estaría mal que sus autoridades exigieran más eficiencia a los que les otorgan el servicio de internet, considerando que la función de las clínicas del IMSS, del ISSSTE, de la SSA o de cualquier otra que sea particular, dan una atención especial. Y es que, en cuanto hay una pequeña lluvia, caen unos cuantos rayos y centellas o hace un aire de cierta intensidad, la señal de internet se interrumpe de inmediato, con lo cual se perjudica a mucha gente y puede darse el caso en el que se pongan en peligro vidas humanas. Las clínicas no tienen la culpa de la caída del sistema: es la empresa abastecedora la que debe estar a la altura de las circunstancias en el ofrecimiento de un servicio que, por su naturaleza, es fundamental en nuestra vida cotidiana. Así, si la empresa abastecedora no cumple en calidad y servicio, pues a cambiarla por otra que sí esté a la altura del reto. Los pacientes –y el propio personal— se lo agradecerán eternamente a las autoridades correspondientes. 

SALIÓ RESPONDONA DOÑA TEY GUTIÉRREZ ANDRADE. Sorprendió a propios y a extraños que la presidenta municipal de Villa de Álvarez, que siempre cuidó su relación de subordinación al gobierno del Estado, propusiera un exhorto al Instituto de Suelo, Urbanización y Vivienda del Estado de Colima (INSUVI) para que pague un adeudo de 441 mil pesos que tiene con la Comisión Federal de Electricidad, ya que el impago provocó que la CFE suspendiera el suministro eléctrico en la red de alumbrado público de la colonia Carlos de la Madrid Virgen. Lo que todos se preguntan con este exhorto de doña Tey Gutiérrez es si le pidió permiso a la gobernadora Indira Vizcaíno para cobrarle el dinero que se debe a la CFE o lo hizo por cuenta propia. Porque, eso ha quedado claro, a la gobernadora no le gusta que la presionen nadita.

CON LOS PROMOTORES QUE TIENE Enrique de la Madrid en Colima para qué quiere enemigos. Hijo del más gris ex presidente que haya tenido México, es la versión nacional de José Ignacio Peralta Sánchez; no por nada alcanzan a ser parientes por parte de su tío, el empresario del periodismo más corrupto que tuvo Colima. A través de una asociación patito, dirigida por una ex directora de la pasada administración que viajó en 6 años casi lo mismo que el secretario de Relaciones Exteriores Marcelo Ebrard en tres, se invitó al aspirante a la candidatura de la Alianza Va por México a la presidencia de la República, Enrique de la Madrid; el responsable de dicha invitación corrió a cargo del diputado Chuy Dueñas, un ex funcionario mediocre de Ignacio Peralta y que hasta la fecha no se sabe cómo es que llegó a ganar la curul que ostenta. Sin iniciativas importantes presentadas en tribuna, nada combativo en los debates en el Congreso del Estado, Dueñas es uno más del montón. Eso sí: a través de la asociación patito espera negociar posiciones políticas con quienes ganen en las elecciones del 2024. Y para ello tiene como secretaria general de su organización a la reina de la antipatía, repudiada hasta por quienes se decían sus amigas, que espera utilizar como su femme fatale para ver cuántos caen en sus redes.