POR PXPress
PARA LA GOBERNADORA INDIRA VIZCAÍNO SILVA el ejercicio de poder la ha llevado a abrir demasiados frentes que, sin embargo, sólo la han desgastado. Llegar a la gubernatura de Colima fue, al parecer, sólo cumplir el sueño de una niña que escuchó día y noche cómo su padre lloraba porque nunca lograba ganar una elección frente al sistema. A través de ella, Arnoldo Vizcaíno Rodríguez está gobernando; el problema es que lo hace a la vieja usanza, con mentalidad de los 70. Indira Vizcaíno le dio manga ancha a su padre para colocar amigos en el gabinete y en delegaciones federales, para que no sintiera que no es tomado en cuenta; sin embargo, la ha metido en tantos problemas que a veces sus posiciones chocan entre sí. Indira Vizcaíno no escucha a nadie, pese a tener una docena de personas en la Coordinación General de Asesores, varios priístas entre ellos, que tienen como objetivo sugerirle los temas a tratar y cómo abordarlos. Y si bien, como dijo el joven asesor del presidente de Estados Unidos en la serie Designated Survivor, “el asesor tiene la finalidad de aconsejarle, no de obligarlo a hacer algo”, lo cierto, desde luego, es que si la gobernadora no logra ver el error que comete en sus acciones y declaraciones, por dignidad deberían renunciar a sus cargos quienes se queman el cerebro por generar estrategias que son tiradas a la basura. En las encuestas, por ejemplo, Indira está en el sitio 29, peleando los últimos lugares con impresentables como Alfredo Ramírez Bedolla, Miguel Barbosa y David Monreal Ávila, que están en los lugares 30, 31 y 32, respectivamente. Al ser cuestionada al respecto, la mandataria sencillamente dijo que es una fotografía del momento pero que eso no le quita el sueño. Hace unas semanas, por otro lado, Indira Vizcaíno decía estar de acuerdo en que la figura de la Revocación de Mandato se pudiera aplicar en su administración, habida cuenta de que a nivel nacional respaldaron la que hizo Andrés Manuel López Obrador. Pero resulta que los diputados de MORENA en el Congreso del Estado, faltando a su palabra de aplicar ese instrumento ciudadano en este sexenio, doblaron las manos cuando la mandataria estatal les ordenó que la fijaran para el siguiente gobernador de Colima. La señal que da este cambio radical en la postura de la fracción oficialista en el Poder Legislativo es que hasta ellos mismos saben que Indira Vizcaíno no pasaría la prueba de una revocación de mandato, por lo que prefirieron protegerla. Hace días, para variar, el mismo sumiso y servil Congreso del Estado determinó exhortar a la gobernadora a que se conduzca apegada a la legalidad luego de que la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación ordenara al Poder Legislativo sancionar, por reiteradas violaciones a la Constitución, a la mandataria de Colima, al igual que otros gobernadores de MORENA, e inscribirla en una lista de sujetos sancionados, lo que ameritaría hasta su destitución del cargo. ¿De qué sirve tener un Congreso del Estado lacayo y protector de la gobernadora? De nada. ¿Y quién hace algo al respecto? Al parecer, nadie. Los que tendrían que estar emprendiendo acciones legales y promoviendo actos de inconstitucionalidad son los diputados de oposición; sin embargo, hasta el momento no se ha visto una sola acción que hayan ganado en los tribunales. Mientras el bloque oficialista siga al servicio del gobernador en turno nada cambiará; tampoco mientras la oposición sea débil y con puntos vulnerables se podrá hacer mucho. Se requiere, desde luego, que los colimenses no le den todo el poder al bloque oficialista, sea del partido que sea; pero también que la oposición no tenga las vulnerabilidades de un Alejandro Moreno Cárdenas, Alito, que cada semana es exhibido por la gobernadora de Campeche confesando un delito nuevo.
HAY DIPUTADOS DE MORENA que no saben cuál es su función sustantiva, que es la de legislar a favor de la población y fortalecer a las instituciones que forman parte del Estado. Un ejemplar de esos lo tenemos con el legislador morenaco Alfredo Álvarez, cuya única característica es la de portar un sombrero que, de seguro, lo usa para que nadie se entere que adentro no hay nada; si acaso, algunos rastros de materia pestilente de color ocre embarrada en el interior del cráneo. Este diputado es una auténtica lacra, entregado sumisamente a la Gobernadora Altozano, que sólo está para obedecerla o de hacerle el trabajo sucio, cuando así lo amerita la ocasión. El sombrerudo tribuno, con el respaldo del aparato oficialista, se dio a la tarea de conseguir firmas entre los vecinos del norte de la ciudad para, mediante un amparo promovido ante la justicia federal, evitar que el Ayuntamiento de Colima, a cargo de Margarita Moreno González, venda un predio para saldar adeudos que la actual administración heredó del sinvergüenza Locho Morán Sánchez, a la sazón alcalde capitalino en el trienio 2018-2021. Así, independientemente de que el predio que se quiere vender se encuentra en una zona que no está aún habitado, lo que convierte en una farsa el cuento del diputado que dizque pidió la opinión de unos vecinos inexistentes, lo cierto es que los terrenos no se pondrían a la venta “para solventar los lujos y gastos excesivos en el Ayuntamiento de Colima”, como lo declaró el muy cínico sombrerudo, sino porque había que saldar un adeudo que dejó su amigote Locho Morán, al que los de Morena tienen como aliado en el Congreso del Estado, con sus dos diputados emecistas que contribuyen a “darle gobernabilidad” a Colima. En los hechos, el nefasto Alfredo Álvarez le hace un favor a su aliado, que dejó un cochinero en la comuna capitalina, aunque no contaba que la misma justicia federal le daría tremendo revés al echar abajo el numerito de impedir la venta del predio con el que la actual edil abonaría al IPECOL y al IMSS parte de los recursos que su omiso antecesor en el cargo desvió para otros oscuros fines. Hace pocas semanas el diputado Álvarez echaba las campanas al vuelo porque le había dado un duro golpe a la administración de Margarita Moreno, evidenciando que está al servicio de Indira Vizcaíno y que es cómplice del Diablo de la Barata Permanente, al que su acción dio un importante servicio para la causa del droguero. Bueno, ahora el juez federal le dio la razón al Ayuntamiento que preside Margarita Moreno, al negar la suspensión provisional que promovió el depredador Alfredo Álvarez. Lo más importante es el argumento del juez, quien dijo que, de negarse la venta del predio, se estaría impidiendo que el Ayuntamiento de Colima pudiera estar en posibilidad de cumplir con sus obligaciones ante las autoridades y acreedores, como lo son el IMSS, con laudos del Tribunal de Arbitraje y Escalafón, con motivo de los convenios suscritos con el IPECOL, así como sentencias del Tribunal de Justicia Administrativa, Juzgados de Distrito y Tribunal Colegiado de Distrito, ocasionando un mayor perjuicio a las finanzas municipales. En este sentido, el juez consideró lesivas las pretensiones del legislador de marras, quien afectaría a la sociedad en mayor grado, cuando “debe prevalecer y protegerse la no afectación al orden público y a la sociedad”. ¡Tómala, barbón! Como quien dice, el juez le enmendó la plana a un diputado que está en contra de la sociedad a la que supuestamente debería servir, como es el caso de Alfredo Álvarez, un digno ejemplar de la secta morenaca.