POR Luis Fernando Moreno Mayoral
Alex tiene dos hermanos: los dos estudian en el CBTIS 19. A ellos les ha llegado, desde el 2019, la Beca Universal Benito Juárez. Universal, dijo desde el inicio el presidente Andrés Manuel López Obrador. Esto es: el único requisito para obtenerla, al margen de las calificaciones y su comportamiento, es que estén estudiando el nivel medio superior.
Sus hermanos, ciertamente, no son buenos para el estudio; de hecho utilizan el dinero para comprar cervezas y salir con sus amigos después de clase o, en algunos casos, volándose las clases. Pero en fin: ese es problema de ellos.
Alex, por supuesto, ve la dificultad de sus papás para sacarlos adelante. Su mamá, sobre todo, pide prestado, hace tandas, todo lo necesario para que sus hijos no falten a la escuela.
Y este año, en el 2023, por su excelente rendimiento, por ser el más participativo en las clases, logró ingresar a uno de los bachilleratos con más demanda en la Universidad de Colima. Y ahora le tocaba, como a sus hermanos, recibir la beca Benito Juárez. Con eso, se dijo Alex, iba a poder pagar sus pasajes, pero también le iba a dar una parte a su mamá para que comprara lo que necesitara para la casa.
Sólo que hubo un problema: a diferencia de los años 2019, 2020, 2021 y 2022, este 2023 los bachilleratos de la Universidad de Colima, según el rector de las mejores que existe en el país, no entregó a la totalidad de los alumnos de nivel medio superior las becas Benito Juárez, pese a ser universales, de acuerdo al presidente de la República y a los titulares de las delegaciones del bienestar en las 32 entidades del país.
Hace unos días, los alumnos recibieron en sus grupos de WhatsApp la lista de los beneficiarios de la Beca Benito Juárez. Alrededor de 15 por cada salón fueron los afortunados. Los demás, les dijeron, a lo mejor el próximo año los incluyen.
¿Por qué?, cuestionaron de inmediato los que no van a recibir sus becas “universales”. No hubo respuesta de la autoridad inmediata, el bachillerato. ¿Cuáles fueron los criterios para determinar a quién sí le iban a dar y a quién no? Silencio de las autoridades.
La lista, sin embargo, dejaba entrever un patrón: la mayoría de los beneficiarios con las becas eran alumnos que no iban a clase, que tenían mala conducta y que no tenían una visión acerca de lo que querían hacer en el futuro inmediato. Los más holgazanes, groseros y, sobre todo, con bajísimo rendimiento escolar.
Alex no estaba en la lista. Sintió tristeza; después impotencia. Luego lo invadió la rabia. Odio. Frustración. Enojo. Y no era el único: otros compañeros, de su mismo salón, tampoco fueron beneficiarios de la beca. Y ellos, igual que Alex, eran los que mejores calificaciones tenían. Los más aplicados.
¿Cuáles fueron los criterios? Los directivos seguían sin responder. Algunos alumnos, que esperaban recibir la beca, se organizaron y fueron a la dirección del bachillerato a reclamar. Los recibieron. Los escucharon. Cuando terminaron, los regañaron; les dijeron que si volvían a hacer un reclamo serían expulsados. Así de arbitrarios y sectarios en los planteles de la Universidad de Colima.
Investigaron y, para su sorpresa, no eran los únicos en la misma situación: en todos los bachilleratos de la Universidad de Colima se dieron becas a alumnos que ni siquiera acuden a clases y dejaron fuera a los que sí tienen alto rendimiento.
Si en el 2019, el 2020, el 2021 y el 2022 se le dio a la totalidad de alumnos de la Universidad de Colima, del nivel medio superior, las becas universales Benito Juárez, por qué en este 2023 no sucedió así. Misterio.
Lo único que se sabe, ciertamente, es que hubo mucha inconformidad en los planteles de la casa de estudios colimense por ser marginados de las becas del gobierno federal.
Hasta el momento, sin embargo, nadie de la Universidad de Colima, ni el rector Christian Torres Ortiz Zermeño ni el abogado general Leobardo George Ocón han salido a explicar por qué se discriminó a estudiantes y a uno sí y a otros no les dieron las becas.
Si, como dice en la página del gobierno federal, las Becas Universales Benito Juárez son para todos los alumnos que estén inscritos en el nivel medio superior, a dónde va el dinero de los alumnos que no recibieron ese recurso en los bachilleratos de la Universidad de Colima.
¿Quién decidió no entregar las becas? ¿Por qué lo hizo? ¿A dónde fue el dinero? ¿Quién se lo quedó?
El gobierno federal, de acuerdo a las reglas de operación, señala que el recurso de las Becas Universales Benito Juárez se va directo a las escuelas para que hagan el reparto. ¿Por qué, entonces, la Universidad de Colima no siguió los lineamientos del programa y excluyó a miles de estudiantes de estas becas?
La escuela de Alex, que es un bachillerato con alta demanda en la Universidad de Colima, sólo otorgó becas a 91 estudiantes del primer semestre.
Y sus hermanos, que ya recibieron el dinero, publicaron en sus redes sociales la tarjeta con la que cobran la beca…con unas cervezas en una mano y los cigarros en la boca.