POR Bibiano Moreno Montes de Oca
En los dos únicos estados de la República que celebran elección de gobernador este año, que serán referente de lo que viene en 2024, la alianza de los partidos PRI, PAN y PRD se muestra definitivamente aventajada gracias a sus respectivos candidatos que, por mucho, son mejores en todos los sentidos –incluso en los estéticos— frente a los esperpentos de sus contrincantes apoyados por Morena y sus compinches. Así, el triunfo de los priistas Alejandra del Moral y Manolo Salinas, candidatos en el Estado de México y en Coahuila, respectivamente, está casi asegurado para ambos.
Aunque parece una simple apreciación o la percepción personal del autor de esta columna de culto, los hechos avalan perfectamente a los dos mencionados que superan a sus contrincantes morenacos, el coahuilense Armando Guadiana Tijerina y la mexiquense Delfina Gómez Álvarez. Por cierto, esta buena mujer salió con la puntada de que sería la encargada de acabar “con 100 años de corrupción” en Edomex, el mejor chiste de la temporada, cuyas risotadas causadas debieron haberse escuchado hasta por Bora-Bora.
En Edomex el tema del día es la titubeante decisión de Delfina Gómez, entre el de asistir o no a un debate con su contrincante Alejandra del Moral, que cuenta con mayor preparación, tiene discurso, se sabe manejar ante un público numeroso y habla claro. Al final, como eso le valió quedar muy mal ante tirios y troyanos, a la impresentable candidata morenaca no le quedó otra que aceptar la fecha que ya había fijado el Instituto Electoral del Estado de México, aunque el desgaste al que se cometido innecesariamente debió haberle costado algunos puntos por ser una sacatona. Como bien se dice: palo dado ni Dios lo quita.
La candidata Alejandra del Moral tiene sus puntos débiles, claro está: es del PRI y pertenece al grupo político que ha reinado por años, lo que ha tratado de ser aprovechado por los sujetos que manejan a Delfina Gómez y serían el poder tras el trono en un hipotético –casi improbable— triunfo delfinista: Horacio Duarte, el líder de Morena mexiquense y frustrado aspirante al mismo cargo, quien se tuvo que disciplinar ante amlo, así como el senador Higinio Martínez. Ambos han sido sus jefes y han creado su propia mafia, que nada les envidia el grupo político de Atlacomulco. En este sentido, en un plano pragmático, aquí la consigna sería que más vale malo conocido que bueno por conocer.
La candidata de Morena y socios se enorgullece de haber sido la primera maestra normalista en ser designada titular de la Secretaría de Educación Pública por año y medio. Sí, la misma SEP por la que pasaron José Vasconcelos, forjador del lema de la UNAM: “Por mi raza hablará el espíritu” y autor de la autobiografía Ulises criollo; el maestro Justo Sierra, el académico Jaime Torres Bodet o el politólogo Jesús Reyes Heroles. ¿Quién es Delfina Gómez frente a sus antecesores aquí enlistados? Una ridícula y burda caricatura, muy acorde con la característica del morenaco promedio en México.
Este jueves se verán las caras las dos candidatas, de entre las que va a salir la próxima gobernadora del Edomex. Los jefes políticos de Delfina Gómez no tienen muchas municiones para disparar contra Alejandra del Moral, a la que difícilmente le harán mella. A lo anterior se suma el hecho de que esta mujer está demasiado limitada como para saber reaccionar a las embestidas que le caerán sobre su humanidad, aun cuando haya sido maestra de banquillo. Mis respetos para el magisterio en general, pero el profesorado del país esta vez no cuenta con alguien que lo represente dignamente.
En el estado de Coahuila, en cambio, ya tuvo lugar el primer debate de candidatos a la gubernatura, donde el morenaco senador Armando Guadiana sólo fue causa de pena ajena ante todos los coahuilenses a los que pretende gobernar. Así, pues, frente al público y ante las cámaras que transmitían el encuentro, al abanderado de Morena le preocupaba y le ocupaba más ¡la rifa de un sombrero que le había firmado Julio César Chávez! De ese nivel el debate con este payaso que, por fortuna, está destinado a morder el polvo en los comicios que tendrán lugar dentro de dos meses.
En Coahuila los números favorecen al candidato de la Alianza PRI-PAN.PRD, el cual salió fortalecido en el debate en el que también participaron Evaristo Lenin Pérez Rivera, del PVEM, así como Ricardo Mejía Berdejo, este último inconforme por haber sido desbancado por Guadiana Tijerina y, por tanto, caballo de Troya con el que amlo cree poder ganar en el norteño estado, ante el evidente fracaso que es haber postulado a un bufón que sólo servirá para divertir a las galerías. La ventaja de Manolo Salinas es tal que, aun cuando se unieran esos dos opositores, apenas harían empate técnico. Pero olvídense: esos dos nunca irán juntos.
La aceitada maquinaria del Estado, la gigantesca propaganda generada por esa aplanadora que es Morena-Gobierno (como antes con el PRI-Gobierno), sólo hará que el triunfo de Alejandra del Moral y de Manolo Salinas, en Edomex y Coahuila, respectivamente, sea épico. Y es que habría que ser demasiado idiota como para desperdiciar el sufragio con dos perfectos imbéciles, como lo son el impresentable Guadiana Tijerina y la corrupta Delfina Gómez. ¡Ni un voto a Morena!