POR Jorge Octavio González
Aun cuando MORENA ya definió que su candidata a la alcaldía de Manzanillo será Rosi Bayardo, el dúo Griselda Martínez Martínez y Martha Zepeda del Toro insisten en torpedear al partido y a miembros de la 4T de Colima y de la Ciudad de México.
Si la ex directora del DIF Estatal ganó la encuesta interna significa que la ex secretaria del ayuntamiento del puerto ni siquiera figuró entre los primeros lugares; fue una tremenda humillación la que recibió el brazo derecho de la alcaldesa, sin duda alguna.
El Tribunal Electoral el Estado ratificó la negativa a otorgarle la candidatura independiente a Martha Zepeda por no cumplir con uno de los requisitos importantes; aun cuando ella argumentó que la apertura de la cuenta no se logró por causas ajenas a ella, lo cierto es que no tuvo el tiempo por estar empeñada en ser la abanderada de MORENA y andar en la grilla.
Después de que la presidenta municipal hizo una serie de señalamientos temerarios sobre políticos y empresarios presuntamente ligados a cárteles del narcotráfico, hubo desmentidos y versiones distintas acerca de la expulsión del partido hecha por Mario Delgado Carrillo.
Griselda Martínez dijo que, por la entrevista que dio al periodista Ricardo Ravelo, el dirigente de Movimiento de Regeneración Nacional la expulsó fast track y comenzó una campaña de victimización donde señaló que fue acallada por el partido por decir la verdad.
Mario Delgado, cuando se le cuestionó sobre la expulsión de Griselda Martínez, dijo que en ningún momento hizo eso porque él no es el facultado para hacer expulsiones, sino, en todo caso, la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia. La desmintió, pues.
Ese mismo día, sin embargo, se difundió un comunicado intitulado Defensa del Proyecto de la 4ta Transformación en Manzanillo, en donde piden reconsiderar la participación de Griselda en el proceso interno, acusan de ejercer violencia política de género en su contra y tratan de aclarar algunos temas que ella misma dijo en la entrevista.
El documento fue firmado por dos personas: la presidenta municipal de Manzanillo y su escudero Luis Valdivia, funcionario de la administración municipal y uno de los que estuvo en la manifestación en la Ciudad de México.
El mismo Luis Valdivia, para reforzar la versión de su jefa, dio una entrevista al periodista Julio Hernández López y recalcó que él estuvo en la reunión en la que Mario Delgado le dijo a Griselda Martínez que estaba expulsada del partido.
Hay varios aspectos a analizar.
No hay una sola prueba en video o en audio donde quede asentado que lo narrado por Griselda Martínez sea cierto; lo único que queda es creer en su versión o en la del dirigente nacional de MOREA.
¿A quién creerle? Griselda Martínez Martínez ha demostrado ser una mitómana compulsiva; Mario Delgado Carrillo también. Y Luis Valdivia, al reforzar la versión de su jefa, no es contundente ni tiene credibilidad, porque bien pudo decirlo para quedar bien con la presidenta, al fin y al cabo la única prueba son sus dichos.
Pero hay un elemento más que juega en contra de la alcaldesa de Manzanillo: el empresario Rubén Álamo Zuazo dio a conocer que denunciará a Griselda Martínez por calumnias y daño moral por haberlo acusado de lavar dinero para el Cártel de Sinaloa.
Con el desmentido que le hizo el empresario de la construcción —que dijo no haberle ofrecido dinero para su campaña—, amén de lo dicho por Mario Delgado, queda claro quién es la que miente.
Y no es otra más que Griselda Martínez Martínez.