Las dos «R» de Indira

POR Luis Fernando Moreno Mayoral

Indira y Rogelio nunca se distanciaron

En una de las sesiones que se llevaron a cabo esta semana en el Congreso del Estado, el diputado Héctor Magaña dio a conocer una información que corrobora lo dicho en la columna ORDEN POLÍTICO del 18 de noviembre de 2022, en el sentido de que Rogelio Rueda Sánchez influye en el gobierno del Estado.

Y es que, aunque no lo mencionó por su nombre, no hizo falta para saber a quién se refería: dijo que se trataba de alguien que no puede ser mencionado en el Poder Legislativo, que era diputado de la anterior Legislatura y que, además, era priísta. ¿Quién más estaría operando para la organización del Primer Informe de Gobierno de Indira Vizcaíno de la mano de Viridiana Valencia Vargas y Vladimir Parra? Exacto: el ex dirigente del PRI estatal.

¿Por qué Rogelio Rueda Sánchez opera en el gobierno del Estado y, a la par, es favorecido con el manto protector de la impunidad en la entidad y en la Federación?

En el 2018, cuando José Ignacio Peralta Sánchez preguntó extrañado por qué, si se había enviado todo el dinero que habían pedido, hubo una estrepitosa derrota de los candidatos del PRI en casi todos los cargos de elección popular, la respuesta que recibió lo dejó en claro todo: Rogelio Rueda recibió todos los recursos que, a su vez, nunca enteró a las campañas de los abanderados del tricolor, sino de Movimiento de Regeneración Nacional.

No por nada, cuando entró como coordinador de la bancada del PRI en el Congreso del Estado, de inmediato fungió como asesor de Vladimir Parra y era quien le suministraba la información y las herramientas necesarias para sacar adelante los trabajos en el Poder Legislativo.

Cuando se hicieron los primeros intentos de remover al porro Parra Barragán de la presidencia de la Comisión de Gobierno Interno, por sus excesos y corruptelas que después serían exhibidas por Carlos César Farías Ramos, la respuesta de Rueda Sánchez siempre fue la misma: como el pueblo había decidido que MORENA tuviera la mayoría en el Congreso del Estado, él no podría votar en contra de esa voluntad popular; de ahí que en las dos o tres veces que intentaron asestarle un golpe de Estado el voto del priísta siempre fue decisorio para la permanencia del hoy director de Ciapacov.

¿Qué cambió en el camino para que, al final, sí se decidiera a votar para quitar a Vladimir Parra? Sencillo: semanas previas a que se votara el crédito que el gobernador solicitó al Congreso del Estado por poco más de 700 millones de pesos, un hermano de Rogelio Rueda Sánchez, junto con varios policías que lo acompañaban por tierra (otro grupo los venía siguiendo por aire, en donde estaba el padre de Rueda con varios empresarios), fueron secuestrados por miembros del Cártel Jalisco Nueva Generación.

Una primera negociación con los criminales, en donde se utilizaron recursos humanos y monetarios del gobierno del Estado, tenía como finalidad el regreso del hermano del diputado, un comandante y una mujer que los acompañaba. La primera entrega salió bien. A Rogelio Rueda, cabe destacar, ya no le importó la suerte de los demás policías, por lo que la otra parte de la negociación nunca se concretó. Los integrantes del CJNG, molestos por la falta de palabra del tribuno manzanillense, como afrenta torturaron, asesinaron, despedazaron y embolsaron a los 7 policías comisionados en la misión del padre y hermano de Rueda Sánchez.

Rueda Sánchez estaba en deuda con el gobierno del Estado; cualquier cosa que le pidieran lo tendría que hacer. Y fue ahí cuando le pidieron operar la remoción de Parra Barragán: ahora ya no le importó que la voluntad popular haya decidido que MORENA tuviera la mayoría en el Congreso del Estado; lo que tenía que hacer era cumplir la encomienda del gobierno por haberle salvado la vida a su hermano.

Pero no sólo el asesinato de los 7 policías en las inmediaciones de Jalisco es lo único que tiene Rogelio Rueda Sánchez en la conciencia. También fue acusado de desviar más de 20 millones de pesos del PRI estatal, que estaban etiquetados para la construcción de la nueva sede del partido tricolor, cuyo destino aún no ha podido explicar, pero que se sabe que fue a las campañas de MORENA.

Martín Flores Castañeda dio a conocer que una de las razones por las que decidió no apoyar a la candidata del PRI en el 2021 se debía a que, no obstante todas las pruebas que había contra Rogelio Rueda en el desvío de recursos del Revolucionario Institucional, los dirigentes que le sucedieron no quisieron actuar en consecuencia, ni siquiera el gobernador del Estado.

El propio Arnoldo Ochoa González, al tratar de explicar la retención de prerrogativas del Instituto Electoral del Estado a su partido, dijo que la mayor parte de culpa la tenía Rueda Sánchez, que desvió los recursos públicos a cuentas personales, algo prohibido por la ley electoral.

Irregularidades, pruebas de delitos electorales y delitos penales sobraban para que las autoridades competentes encarcelaran a Rogelio Rueda Sánchez. ¿Y qué pasó? El mandatario Ignacio Peralta le dio una notaría en Manzanillo sin cumplir con los requisitos de ley. El dinero para la sede del PRI estatal se esfumó y los recursos que sustrajo de las prerrogativas del partido a sus cuentas personas las está pagando la dirigencia actual, quedando tan mermados que se tuvieron que cambiar de domicilio por no poder pagar el edificio de Calzada Galván.

Ahora, creyendo que la gente no tiene memoria, Rogelio Rueda Sánchez regresó triunfal a la operación política y, de la mano de Viri Valencia y Vladimir Parra, fue de los organizadores del evento del Primer Informe de Gobierno de Indira Vizcaíno Silva, a la que nunca dejó de ver y tratar; ahí está la diputada Andrea Naranjo Alcaraz como prueba de ese lazo indisoluble con la mandataria, amén de los cargos de gente que trabajaba para su hija en cargos en la administración estatal.

Rogelio Rueda Sánchez, cabe recordar, estaba en el grupo de WhatsApp en donde también participaba Indira Vizcaíno y Miguel Ángel Vargas Vaca. ¿A poco creen que dejaron de intimar? El lazo que los une es más fuerte que la sangre.

Si no que le pregunten a Ramón.