POR Luis Fernando Moreno Mayoral
Si el PRI no es capaz de pagar a sus trabajadores las indemnizaciones que les corresponden por ley, pese a que algunos fueron leales y eficaces hasta por 30 años, ¿por qué creen que sus candidatos a puestos de elección popular cumplirán sus promesas?
Porque, hay que ser claros, un partido, como una empresa, se juzga por cómo trata a su personal y, sobre todo, a los que ya no forman parte de su equipo; pueden despedirlos con todos los honores y fanfarrias o, por el contrario, escalar a tremendo pleito en tribunales.
El Partido Revolucionario Institucional, que en esta campaña sorpresivamente ha sido un férreo defensor de la legalidad y ha interpuesto recursos en contra de las aspirantes a la alcaldía de Colima (de MORENA y de MC) para ganar en la mesa lo que saben que no podrán ganar en las urnas, no puede siquiera pagar un laudo que un tribunal en materia laboral les ordenó.
¿Qué significa esto?
Que, por un lado, el septuagenario Arnoldo Ochoa González avala e interpone recursos legales en contra de dos abanderadas porque les tienen miedo, con el argumento de que la ley es la ley; pero, por el otro, utilizan tácticas dilatorias para detener el procedimiento de ejecución del pago que, por mandato, deben hacer.
Son más de 3 millones de pesos los que la dirigencia estatal del PRI debe pagar a 10 trabajadores despedidos en plena pandemia (uno de ellos, lamentablemente, murió por no tener los recursos para atenderse debidamente) y que, por el desinterés e indolencia del porro de la tercera edad que dirige el tricolor, se niega a pagar.
¿Hay dinero?
Lo hay: ahí está el dineral que está ingresando a la campaña de Riult Rivera de parte del ex gobernador Mario Anguiano Moreno, quien funge también como asesor político del candidato del PRIAN a la presidencia municipal de Colima.
Aunque, de acuerdo a lo que aprobaron los diputados del Congreso del Estado en la pasada Legislatura, Anguiano Moreno cometió irregularidades en el manejo de un crédito bancario y debe pagar más de 515 millones de pesos, su justificación para no cumplir con la ley es que no tiene el dinero en sus manos ni en sus cuentas.
Puede ser: no lo acusan de tonto.
Pero ahí están los caballos finos, los ranchos en Estados Unidos y Colombia, las casas de su ex esposa y de la madre de las gemelas, así como de sus hijos, todo con un valor que ninguno de ellos podría justificar con su salario.
Sólo basta una pequeña investigación a su patrimonio y ya.
En la campaña de Riult Rivera corre el dinero a raudales; los sobres amarillos llenos de cash pasan de mano en manos y llegan a medios, a empresas de imagen y a autoridades electorales que están trabajando a su favor para resolver los recursos legales como ellos piden.
Riult no quiere competencia y esa es la orden que dio (más bien la dio Mario Anguiano, que es el verdadero jefe de la campaña y del candidato) para garantizar su triunfo este 2 de junio.
Este miércoles, en pleno festejo por el Día del Trabajo, un grupo de trabajadores despedidos del PRI hicieron una manifestación para exponer su malestar por la falta de empatía de la dirigencia del PRI hacia quienes dejaron esfuerzo y tiempo en el partido hasta por 30 años.
Y es una lástima que, como dijo uno de los ex priistas, ni uno solo de los candidatos del Revolucionario Institucional se ha dignado a escucharlos ni a prometerles siquiera que van a buscar una solución al respecto.
¿No que Mely Romero respeta a la base priísta? ¿Y qué pasó con los ex gobernadores que se sirvieron de ellos cuando lo necesitaban? Hasta el momento no hay un solo priísta que declare acerca de este problema y que se comprometa a buscar una solución.
De nuevo: si la dirigencia del PRI, así como sus candidatos, desprecian a quienes los ayudaron por años a ganar elecciones, ¿a poco esperan que a ustedes los van a defender ante las injusticias del gobierno federal? ¿En serio?
Ustedes tienen la última palabra: a personas con 30 años de lealtad y esfuerzo no les quieren pagar lo que por ley les corresponde, ¿creen que les va a importar lo que le suceda a los colimenses que ni siquiera conocen?