POR Luis Fernando Moreno Mayoral
En el 2022, primer año completo de Indira Vizcaíno Silva, Colima “experimentó el mayor deterioro de la paz en México, lo que resultó en la peor calificación de paz de cualquier Estado desde el inicio del Índice de Paz México”, estudio realizado por el Instituto para la Economía y la Paz (IEP).
En el mismo año, dice el estudio, Colima lideró la tasa de homicidios más alta de todo el país, seguido de Zacatecas, Baja California, Morelos y Sonora; también la entidad colimense se ubicó como el Estado menos pacífico del país, seguido de Zacatecas, Baja California, Guanajuato y Morelos.
“El recrudecimiento de la violencia en la capital se produjo tras la disolución de una alianza entre dos grupos criminales”, se desprende de este análisis del Instituto para la Economía y la Paz, que es un grupo independiente de expertos, no partidista y sin fines de lucro “dedicado a cambiar el enfoque mundial hacia la paz como una medida positiva, alcanzable y tangible del bienestar y progreso humanos”.
La entidad de Colima, de acuerdo a la tabla 1.1, donde una calificación más baja indica un mayor nivel de paz, se encuentra en el último lugar, el 32 de 32 Estados, con 4 mil 499 puntos de calificación, seguido de Zacatecas, Baja California, Guanajuato y Morelos, con 4 mil 226, 4 mil 102, 3 mil 472 y 3 mil 333, respectivamente.
En el índice de Paz México se menciona que “el deterioro de Colima se debe principalmente a su aumento en los homicidios con armas de fuego, que el año pasado representaron el 80.5% de todos los homicidios en el Estado. Entre 2021 y 2022, el número de homicidios cometidos por armas de fuego aumentó en un 70.3%, de 413 a 714. En parte como resultado de este cambio, Colima registró la tasa general de homicidios más alta jamás registrada en el IPM, por 10 homicidios por cada 100 mil habitantes”.
A continuación, el análisis completo elaborado por el Instituto para la Economía y la Paz:
“En 2022, Colima experimentó el mayor deterioro de la paz en México, lo que resultó en la peor calificación de paz de cualquier Estado desde el inicio del IPM. El Estado se deterioró en todos los indicadores, excepto en el de cárcel sin sentencia. Los cambios más significativos se produjeron en los indicadores de homicidios y delitos cometidos con arma de fuego, cuyas tasas aumentaron 66.8% y 67.3%, respectivamente. Esto es digno de mención dado que en el 2021, Colima registró la mayor mejora en la calificación general, lo que fue impulsado por reducciones en homicidios y delitos con armas de fuego.
En 2022, las tasas de cuatro de cinco indicadores en Colima estuvieron en sus niveles más altos desde el 2015. El deterioro de Colima se debe principalmente a su aumento en los homicidios con armas de fuego, que el año pasado representaron el 80.5% de todos los homicidios en el Estado. Entre 2021 y 2022, el número de homicidios cometidos por armas de fuego aumentó en un 70.3%, de 413 a 714. En parte como resultado de este cambio, Colima registró la tasa general de homicidios más alta jamás registrada en el IPM, por 10 homicidios por cada 100 mil habitantes.
La calificación de paz de Colima se ha deteriorado sustancialmente desde 2015. Los delitos con violencia se han deteriorado en siete de los últimos ocho años, lo que ha resultado en grandes cambios en la paz, de una tasa de 716 delitos por cada 100 mil habitantes en 2015 a 3 mil 122 delitos por cada 100 mil habitantes en el 2022.
El año pasado, Colima obtuvo la peor calificación posible de cinco en crímenes de la delincuencia organizada, delitos con armas de fuego y homicidios. También tuvo la quinta peor calificación del país en delitos con violencia, impulsada por la tasa de violencia familiar más alta del país, con mil 755 casos por cada 100 mil habitantes, casi tres veces la tasa nacional.
El aumento de la violencia en Colima se intensificó en la última década después de que los cárteles mexicanos cambiaran sus intereses de las drogas de origen vegetal, como la marihuana y la heroína, a las drogas sintéticas. El cambio se hizo cada vez más evidente en 2022, cuando las autoridades en la frontera entre México y Estados Unidos confiscaron 9.4 veces más fentanilo que heroína y 6.4 veces más metanfetamina que cocaína. Como resultado, Colima se ha en un lugar extremadamente deseable para los cárteles, debido a su posicionamiento estratégico a lo largo de las rutas del narcotráfico. La ciudad más grande del Estado, Manzanillo, tiene el puerto más grande de México y sirve como punto de llegada de productos químicos precursores para sintetizar drogas, provenientes de Asia.
La lucha por el dominio sobre el puerto de Manzanillo entre el Cártel de Sinaloa, el CJNG y Los Zetas se remonta al 2016. Este conflicto ha hecho que Colima se convierta en un foco de violencia, con un aumento de 169% en la tasa de crímenes de la delincuencia organizada entre 2016 y 2022. El deterioro en el indicador de los crímenes de la delincuencia organizada entre el 2021 y 2022 estuvo impulsado en gran medida por las crecientes tasas de secuestro y trata de personas, y delitos mayores, que aumentaron en un 83% y un 166%, respectivamente. Colima tiene la tercera tasa más alta de crímenes de la delincuencia organizada en México, con una tasa de 426 casos por cada 100 mil habitantes.
En 2021, el CJNG había consolidado en gran medida el control tanto del puerto como del Estado, lo que dio como resultado una caída en las tasas de homicidios y delitos con armas de fuego, en 19.1 y 20.1%, respectivamente. sin embargo, a principios del 2022, el brazo armado de la región del CJNG, Los Mezcales, se separó de su coalición tras una disputa en un penal en Colima que dejó diez reos muertos. Esta nueva rivalidad derivó en una guerra territorial entre los dos grupos, lo que provocó una serie de enfrentamientos y matanzas masivas en los municipios de Colima y Villa de Álvarez, que forman parte del área metropolitana de la ciudad de Colima.
Los ataques demostraron un cambio en el epicentro de la violencia de los cárteles en el Estado de la ciudad portuaria de Manzanillo a la capital en el interior. En 2021, el municipio de Manzanillo registró la tasa de homicidios más alta del Estado, pero experimentó una disminución del 27% en homicidios en 2022. Por el contrario, los municipios de Colima y Villa de Álvarez, registraron las tasas de homicidios más altas del Estado luego de experimentar incrementos de 214% y 168%, respectivamente. como resultado, estos dos municipios registraron la segunda y tercera tasa de homicidios más alta del país en 2022.
El reciente aumento de la violencia en Colima ha ocasionado una disminución de la percepción de seguridad. De acuerdo con datos de la encuesta nacional de seguridad pública urbana. El 85.8% de la población adulta en el Estado de Colima considera que su Estado es inseguro. Los residentes de la ciudad de Colima y Manzanillo reportan percepciones de seguridad más bajas en comparación con el promedio nacional en los centros urbanos de México, ya que el 75.6 y 67.1% de sus respectivas poblaciones se siente insegura”.
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