El desdén de Indira

POR Luis Fernando Moreno Mayoral

Han pasado más de tres días desde que un centenar de jubilados y pensionados inundaron las cuentas oficiales del gobierno del Estado con reclamos sobre el fondo de retiro del 2021 sin tener hasta el momento una respuesta de la gobernadora de Colima.

Indira Vizcaíno no pudo pasar por alto tal acción porque su equipo de comunicación le va informando lo que dicen los usuarios de redes sociales durante la transmisión de su show de stand up; en lo que va de su administración, es la primera vez que recibe en cascada comentarios de personas identificadas con nombre y apellido acerca de un incumplimiento gubernamental.

En ocasiones, cuando hay un dato que no lo tiene a la mano, su equipo lo investiga y cuando lo tienen se lo pasan en una tarjeta informativa; cuando tiene la oportunidad, lo lee en su programa de entretenimiento Diálogos por la Transformación para que la opinión pública tenga la cifra correcta.

Pues de los 44 minutos que duró su programa el pasado martes 24 de octubre, Indira Vizcaíno no le dedicó ni uno solo para hablar acerca del reclamo que estaba recibiendo de los jubilados y pensionados que estaban exigiéndole que pagara el fondo de retiro del 2021 y otros bonos que dejó de aportar.

Y si, suponiendo sin conceder, la gobernadora no quiso abordar el tema en ese momento porque necesitaba preparar una respuesta más a fondo y que dejara satisfechos a los jubilados y pensionados y al Sindicato de Trabajadores al Servicio del Gobierno del Estado de Colima, ya han transcurrido más de tres días sin que emita un solo comunicado sobre el particular.

El desdén de Indira Vizcaíno es notorio: no le gusta que la critiquen y mucho menos que le exijan que cumpla sus compromisos; menos que sea en una transmisión en vivo y que no puedan borrar los comentarios porque sería demasiado cínico de su parte hacerlo ante la inmensidad de mensajes que recibió en las cuentas oficiales del gobierno del Estado.

Indira no tolera que exhiban su falta de palabra y que quede expuesta ante la sociedad en general como la mitómana y descarada que es.

Adán Augusto López Hernández, en su visita a Manzanillo como aspirante presidencial de MORENA, ante el reclamo del líder sindical Martín Flores Castañeda sobre el rescate financiero al que se comprometieron en Casa de Gobierno el día que Indira Vizcaíno dio su Primer Informe de Labores, reveló que no se hizo porque faltó la gestión oficial de la gobernadora.

Con los defraudados de Axe Capital sucedió lo mismo: el secretario de Gobernación le pidió a la mandataria estatal que le enviaran las denuncias a Bucareli para buscar una solución al problema de los miles de afectados por el júnior Axel Joya Carlos; cuando un grupo de ahorradores acudió a la Ciudad de México, la respuesta que recibieron fue que Indira Vizcaíno nunca pidió a la Fiscalía General del Estado de Colima que enviaran la documentación sobre las denuncias contra el sobrino del entonces vice fiscal de procedimientos penales.

Con el centro de salud de Zacualpan igual: mientras la Secretaría de Salud respondió a una solicitud de transparencia que estaban gestionando los recursos ante la Federación y que la construcción la terminarían en siete meses a partir de tener en su poder el dinero, el diputado Chuy Dueñas acudió al INSABI en la Ciudad de México y le dijeron que no había solicitud alguna del gobierno de Colima para radicarles recursos para un centro de Salud. Ni siquiera sabían que existía un lugar llamado Zacualpan.

Es un patrón el de Indira Vizcaíno mentir para salir al paso y no cumplir sus compromisos. Un político lo único que tiene de valor es su palabra; sin embargo, la gobernadora de Colima ha demostrado que no se puede confiar en ella porque todo lo que dice es falso.

Más de cien comentarios de jubilados y pensionados no le valieron a Indira Vizcaíno siquiera una respuesta a las inquietudes de quienes ya trabajaron para los colimenses por décadas. Han transcurrido 4 mil 320 minutos desde que le reclamaron su falta de palabra y es hora que no le ha merecido un mísero minuto de su tiempo para decirles cuándo pagará el fondo de retiro.

Indira Vizcaíno, en lugar de eso, se va a las instalaciones de la Feria de Colima a “supervisar” los trabajos que se están haciendo.

Y sigue con la necedad de ir al concierto de Los Tigres del Norte con sus escoltas fuertemente armados a exponer la vida de las personas que acudan ese día a ver a uno de los grupos apologistas del crimen organizado.

Prioridades son prioridades.