Diputados de la 60 Legislatura, fieles siervos de Indira

POR PXPress

LOS CUATROTEROS EN EL PODER, arriba del trenecito del indirato, no paran en cometer sus atropellos en contra de los colimenses, ahora desde el Congreso del Estado, donde Morena y sus partidos compinches hacen cuanto les dicta la Gobernadora Altozano desde Palacio de Gobierno. Así, al aprobar el presupuesto del próximo año, actuaron como sastre con pedidos hechos a la medida del que manda y del que paga, aun cuando se supone que los legisladores no son empleados del Poder Ejecutivo. Entre algunos rubros condenables, aprobados por la mayoría morenaca y sus cómplices en la maratónica sesión ordinaria de este miércoles, los diputados de Morena, PT, PVEM y Panal (el MC ya se salió del huacal, de seguro por indicaciones centrales, no del entreguista Locho Morán Sánchez) dieron luz verde para que en el 2023 el Gobierno del Estado disponga de un total de nueve millones de pesos mensuales para la Oficina de la Gobernadora (se duplicó con relación al 2022), así como también poder disponer de 116 millones de pesos para la renta de vehículos (patrullas), como se hacía desde la administración anterior, tratando directamente con un empresario priista del Estado de México. Cabe destacar que para los viajes por todo el país y seguir realizando campañas en favor de precandidatos de su partido, Morena, Indira Vizcaíno Silva sacrificó 2.8 millones de pesos al mes que estaban destinados al sector salud. O sea: el desalmado indirato dio prioridad a los viajes de la gobernadora en lugar de la salud de los colimenses, especialmente a los niños. El presupuesto a ejercerse el próximo año es por un total de 20 mil millones 300 mil pesos, los cuales se repartirán entre los Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, además de los órganos autónomos, las entidades paraestatales y fideicomisos no empresariales que funcionan en nuestra entidad. Previo al inicio de la sesión, por instrucciones de la secretaria general del Congreso del Estado, Carmen Virgen Quiles, fue cerrada la sede de la que se conoce como “la casa del pueblo”, según denunció el tribuno panista Crispín Guerra Cárdenas, porque unas educadoras mostraron su inconformidad por la falta de apoyo a las estancias infantiles de Colima en el 2023, igual como tampoco se dio un centavo en el año que está por concluir. Así, valiéndose de que se realizaría una marcha en el Palacio Legislativo, los cínicos diputados que mantienen el control culparon a las educadoras de ser culpables de retrasar el inicio de la sesión, cuando lo cierto es que hacían los cambios de última hora, pero no para favorecer a la población colimense, sino a Indira Vizcaíno en lo personal. Los demás, que se jodan, podría ser la conclusión, de los serviles diputados locales, siguiendo al pie de la letra las instrucciones dictadas por la ex presidenta municipal de Cuauhtémoc. El propio legislador Crispín Guerra, en su denuncia por el arbitrario cierre de la sede del Poder Legislativo local, ya había adelantado el golpe a la economía, a la salud y a otros rubros que preparaban los morenacos y sus socios, por lo que al final del día se verán los colimenses ante hechos consumados. Y es que, aunque se dé la batalla, en el Congreso del Estado Morena y sus aliados tienen una mayoría aplastante, lo que hace imposible que pesen los argumentos de los que ahí ejercen la verdadera oposición. Sin duda, una lección que el electorado colimense debe valorar muy bien en el proceso electoral del 2024.  

EN LA SESIÓN DEL PASADO martes 29 de noviembre, el diputado Héctor Magaña le hizo algunos reclamos a la presidenta de la Mesa Directiva del Congreso del Estado, Andrea Naranjo Alcaraz, por su conducta permisiva en la sesión del Primer Informe de Gobierno de Indira Vizcaíno, al tolerar los gritos e insultos de los invitados que dejó ingresar la represiva secretaria general Carmen Virgen Quiles a los diputados de oposición. Pero por si esto no fuera suficiente, el legislador mencionó que para ese tipo de estrategia de contención vieron durante la mañana y la madrugada a Viridiana Valencia Vargas, Vladimir Parra y, aunque no lo mencionó por su nombre, sí lo describió: ¡Rogelio Rueda Sánchez! Así como lo lee: el que dicen que no tiene nada que ver en el gobierno del Estado, organizando la logística del Informe de Indira Vizcaíno. ¡Qué tal! ¿Qué sentirá Ramón?

SOBRE LAS ACLARACIONES QUE se hicieron respecto al ex gobernador Elías Zamora Verduzco, en donde la gobernadora Indira Vizcaíno señaló que su tío no era el que estaba en la nómina como asesor sino un homónimo, lo que también faltó aclarar fue lo mencionado en la misma nota sobre dos personajes más: Ernesto Pasarín Tapia y Nahcita Molina Villarreal. Los dos, si bien es cierto aparecen en la Secretaría General de Gobierno, no fueron contrataciones recientes, sino que tienen el carácter de sindicalizados.