Candidatos a diputaciones federales, de pena ajena

POR Luis Fernando Moreno Mayoral

A unos días de que inicien las vacaciones de Semana Santa y de Pascua, donde la mayoría de los ciudadanos se irán a las playas o a otras entidades a pasar sus días libres con su familia, en Colima las campañas políticas continúan con la misma dinámica de aburrimiento y nada de propuestas.

A nivel nacional ya se dio el debate entre los candidatos a la jefatura del Gobierno de la Ciudad de México; ni duda cabe que Santiago Taboada exhibió la red de corrupción de la morenista Clara Brugada, mientras el abanderado de Movimiento Ciudadano fungió como convidado de piedra.

Y mientras Xóchitl Gálvez Ruiz felicitó con bombo y platillo al panista en su cuenta de X, Claudia Sheinbaum escribió un frío “felicidades” a la candidata de su coalición; esto avivó los comentarios acerca del distanciamiento que hay entre la candidata presidencial y la ex alcaldesa de Iztapalapa.

En Jalisco se dio el debate entre los candidatos al gobierno del Estado. Si bien Pablo Lemus demostró dominio de los temas y cuestionó certeramente a Claudia Delgadillo, el abanderado de MC se vio mal al meter a Colima en su discurso de golpeteo.

Laura Haro, de la alianza Fuerza y Corazón por México, hizo su esfuerzo y se concentró en atacar al candidato naranja y un poco a la abanderada de MORENA; sin embargo, está claro que la competencia está entre Lemus y Delgadillo.

Claudia Delgadillo y Clara Brugada tienen algo en común: las dos son soberbias, arrogantes y mentirosas.

La semana pasada, en esta columna, nos ocupamos de los candidatos de Colima al Senado de la República y analizamos los perfiles de cada uno de ellos; en esta ocasión toca a los abanderados a las diputaciones federales.

La alianza Seguimos Haciendo Historia tiene como candidato a la diputación federal por el Distrito I a Leoncio Morán Sánchez, un sujeto mitómano, corrupto, misógino, cobarde y asesino, tal y como se lo dijera de frente Roberto Chapula de la Mora en una estación de radio hace algunos años.

Su contrincante es Crispín Guerra Cárdenas, de la alianza Fuerza y Corazón por México. Si bien es un tipo aguerrido y entrón, no es competitivo; a él deberían haberle dado una posición plurinominal para garantizar su llegada a la Cámara Alta y, desde ahí, defender con todo el equilibrio de poderes y las instituciones.

Pero la dirigente del PAN, como diría el mismo José Guadalupe García Negrete, es una vendepatrias que se agandayó una candidatura plurinominal para ella y, lo más perverso, puso a su hija como su suplente. Así el descaro. Así el cinismo. Así la caradura de Julia Jiménez a quien Lupillo bien la describió como una arrogante que se dedicó a vender las candidaturas, tal y como lo hizo en el PRI Arnoldo Ochoa González.

La candidata de Movimiento Ciudadano es Romelia Serrano. ¿? El eslogan “lo nuevo”, en este caso, se interpretó de manera literal; a la señora no la conoce ni el que vive a dos casas de la suya.

Puede ser una excelente profesionista, activista o emprendedora, pero lo cierto es que trayectoria política no tiene; tan es así que ORDEN POLÍICO no la tenía en el radar de prospectos a buscar un cargo de elección popular.

Doña Romelia, como su candidato a la presidencia de la República, Jorge Álvarez Máynez, será una abanderada meramente testimonial.

Pero tiene la oportunidad, en esta campaña, de demostrar de qué está hecha; de esa manera en la próxima elección podrá llegar con más experiencia para competir seriamente.

¿Propuestas? Nada. Sólo grilla. Y más grilla. Y ahora, con las vacaciones de Semana Santa y de Pascua, perderán días valiosos de promoción porque todos se irán a descansar.

Y a ver si al regresar toman en serio a la gente y ponen sobre la mesa propuestas que beneficien a la ciudadanía. A ver.