POR Jorge Octavio González
El bloqueo al Libramiento Ejército Mexicano, así como las supuestas huelgas de hambre en las oficinas de Movimiento de Regeneración Nacional en Colima y la Ciudad de México, no son acciones voluntarias en solidaridad con Martha Zepeda del Toro, sino parte de una estrategia que se ha diseñado desde el ayuntamiento de Manzanillo para desacreditar el método de selección de los candidatos de MORENA a los diversos puestos de elección popular a disputarse este 2024.
Y es que, si algo hay en común en las acciones de resistencia civil pacífica que hemos visto desde hace unas semanas, es que participa el mismo personal de la administración municipal porteña y los que se dicen fundadores de MORENA, además de que los gráficos donde anuncian sus actividades tienen el mismo diseño que la publicidad del ayuntamiento que preside Griselda Martínez Martínez.
Ni siquiera en eso son cuidadosos.
Sobre la huelga de hambre en la Ciudad de México, donde tuvieron que aclarar que sólo dos personas están en esta condición, Ada León y Luis Valdivia, una pequeña investigación en las redes sociales de estos dos individuos desmiente su montaje.
En su perfil de creadora digital, Ada León, el 25 de diciembre en la noche, publicó una serie de fotografías con el siguiente texto: “Nuestra primer (sic) cena de Navidad en casa con pavo, vino, ponche y mucho amor. Te amo”.
Las imágenes, alrededor de cinco, son tomas directas de la cena de Navidad: pavo, vino y ponche.
¿Y cuál es la incongruencia? Que Ada León, una entusiasta promotora de la resistencia civil pacífica a favor de Martha Zepeda del Toro, ¡dice estar en huelga de hambre afuera de las oficinas de MORENA en la Ciudad de México!
Y si no fuera porque Martha Zepeda es la que envió a todos ellos a plantarse en las oficinas del partido oficial en Colima y la CdMx, sería de reconocer que una joven de 26 años esté dando una lucha por democratizar el proceso interno para elegir candidatos y que todo sea transparente. A lo mejor a Ada León, cuando se quite el lastre que significa la tutela de la ex secretaria del ayuntamiento de Manzanillo, la veremos en más luchas a favor de verdaderas víctimas del sistema y de la represión de gobiernos autoritarios; incluso no sería sorpresa que en algunos años gane algún cargo de elección popular.
Pero eso será más adelante.
Hoy, sin embargo, ella y los demás son parte de un montaje que se ha diseñado desde el búnker del ayuntamiento de Manzanillo para golpetear al partido guinda y poner en duda el método de selección de los candidatos a competir en junio de este año, con el objetivo de que a Martha Zepeda del Toro se le permita participar en el proceso interno para la candidatura a la presidencia municipal de Manzanillo y a Griselda Martínez Martínez al Senado de la República, cuando esos lugares ya están ocupados.
Hablar de huelga de hambre es algo serio, porque se pone en riesgo la salud de quien deja de ingerir alimentos; utilizar esa estrategia para obligar al partido a que den candidaturas a personas en específico y, en el colmo, exigir una mesa de diálogo donde esté la candidata a la presidencia de la República, Claudia Sheinbaum, es, por demás, sobrevalorarse.
Si a Marcelo Ebrard no se le permitió un recuento de votos ni la repetición del proceso interno para elegir al coordinador de los comités de defensa de la cuarta transformación, qué les hace pensar que accederán a la petición de Martha Zepeda del Toro.