POR Jorge Octavio González
Recién los diputados de la bancada oficialista en el Congreso del Estado actuaron de manera servil y oficiosa al presentar un dictamen de ley que, sin embargo, hasta los diputados de oposición se lo echaron en cara en plena sesión por burdo y sospechoso.
Y es que, en la pasada sesión, la diputada Andrea Naranjo Alcaraz presentó un dictamen que reforma la Ley de Caminos y Puentes del Estado de Colima, así como la Ley de Asociaciones Público Privadas del Estado de Colima, para regular las concesiones de construcción, operación, explotación, conservación y mantenimiento de los caminos y puentes de jurisdicción estatal, y que se genere un marco legal que brinde certeza jurídica, que acote la discrecionalidad en la aplicación de las normas, por lo que busca la homologación con la legislación federal, tanto en el tema de los permisos como en el de las concesiones.
De acuerdo al diputado Crispín Guerra Cárdenas, el dictamen les llegó el día anterior a las 7 de la tarde, se turnó a comisiones en ese rato y ese mismo día se dictaminó. Ahora tocaba la discusión del dictamen para su análisis y eventual aprobación. Por supuesto que no se tenía toda la información para hacer una reflexión objetiva y votar de manera responsable.
El legislador Héctor Magaña, por su parte, recordó que era ese tipo de situaciones que hacía que la Suprema Corte Justicia de la Nación les diera reveses o que la propia gobernadora Indira Vizcaíno les vete las leyes, como ya lo hizo en dos ocasione, la más reciente sobre la Ley Orgánica de la Fiscalía General del Estado de Colima.
Tan burdos fueron que hasta la diputada Lizzie Moreno Ceballos, que siempre vota con MORENA, les llamó la atención y les recalcó que con ese tipo de comportamientos en nada le ayudaban a la gobernadora.
Y es eso lo que desde estas mismas páginas hemos estado diciendo: el actuar oficioso y servil de la bancada de MORENA y sus aliados, representados por el bruto Armando Reyna, en nada le ayuda a la mandataria estatal, pues sólo le generan problemas de gratis y hasta corren el riesgo de que instancias superiores les enmienden la plana.
En tribuna ninguno de los diputados señaló que el dictamen presentado fuera malo o que no estuviera bien integrado; lo único que señalaron era que la premura de presentarlo, subirlo a comisiones y dictaminarlo en un tiempo récord en nada ayudaba a legitimar una ley que a lo mejor sí era necesaria hacerla, pero por las formas en que se presenta por parte de los legisladores morenistas y aliados no da confianza.
Los mismos diputados, al exponer sus argumentos de por qué votarían en contra, dijeron que si los hubieran tomado en cuenta y tuvieran conocimiento de lo que se trataba, hasta cabía la posibilidad de que se aprobara por unanimidad, por lo que tendría la legitimidad que toda ley debe tener.
Pero una vez más los diputados de MORENA y aliados, donde también se sumó la berrinchuda Kate Castillo, demostraron que lo suyo no es el oficio político, el diálogo y el consenso, sino la imposición y el arrebato, sabedores que tienen la mayoría y que no requerían a la oposición para pasar la ley.
Pueden seguir con la misma actitud y aprobar todo lo que se les dé la gana, pero si lo continúan haciendo mal y sólo por quedar bien con la gobernadora, se las tumbarán en la Suprema Corte de Justicia de la Nación o la propia mandataria estatal las vetará por estar entre sus facultades.
Como quiera que sea, habrán demostrado ser unos auténticos inútiles que en nada le ayudan a Indira Vizcaíno en la gobernabilidad de Colima.