POR Jorge Octavio González
En las vacaciones de Semana Santa pasó de todo: la guerra comercial de Donald Trump arreció contra China con aranceles de hasta 145%, se transmitieron anuncios comerciales contra migrantes en los canales concesionados de Televisa y se murió el Papa Francisco y con ello un legado difícil de continuar para quienes asuman su lugar.
En lo que respecta a Colima también sucedieron cosas interesantes: miles de personas, con todo y que dicen que la economía va mal, salieron de la entidad a diversos destinos del país; algunos de ellos visitaron Estados Unidos y otros más, los menos, Europa.
El fin de semana, justo cuando terminaba la Semana Santa, las carreteras federales Manzanillo-Colima y Guadalajara-Colima estuvieron al tope de automovilistas pretendiendo llegar a sus hogares.
Algunos accidentes se registraron por la ausencia de vigilancia de parte de las autoridades, sobre todo de la Guardia Nacional, que está en todo menos cuidando a los mexicanos; las señalizaciones no son suficientes porque la gente los ignora olímpicamente.
¿Y qué pasó con la elección extraordinaria para renovar ministros, jueces y magistrados del Poder Judicial de la Federación?
Los candidatos a magistrados del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Colima, del Tribunal de Disciplina Judicial y candidatos a jueces de primera instancia también se fueron de vacaciones y dejaron por un momento sus actividades de proselitismo judicial.
Mala estrategia, ciertamente, desaparecer durante la primera semana de vacaciones —Semana Santa— para una parte de la población; aún queda la Semana de Pascua, pero de igual manera no se ve mucho interés de los candidatos a innovar para darse a conocer.
Allá ellos.
La elección es el primer de junio de este año, alrededor de poco más de un mes, por lo que, sí o sí, la gente saldrá a votar por quién crea conveniente para que tenga alguna responsabilidad en el Poder Judicial de la Federación y en las entidades.
Del total de candidatos a jueces y magistrados en Colima, por ejemplo, los más conocidos son los que ya estuvieron en el Poder Judicial, como Ruth Bravo Ortiz, que repite para ser magistrada del Tribunal Superior de Justicia del Estado.
O Aída Pamela Caldera Caldera, que fue una eficiente secretaria ejecutiva del Sistema Estatal de Seguridad Pública en el Estado de Colima; su comparecencia en el Congreso del Estado, por la glosa del Informe de la gobernadora del Estado, fue aplaudida por todas las fuerzas políticas representadas en el Poder Legislativo, incluida la oposición.
Ella compite para ser magistrada del Tribunal Superior de Justicia del Estado.
También está el caso de Roberto Rubio Torres, quien lleva algunos meses como magistrado del Tribunal Superior y ahora pretende competir para mantenerse en el mismo cargo; antes de eso fue consejero jurídico del gobierno del Estado de Colima.
Los tres, Ruth Bravo, Pamela Caldera y Roberto Rubio, tienen trayectoria judicial y en áreas relacionadas con las leyes; los demás sólo son conocidos por sus familiares y algunos amigos, pero en el plano mediático son unos auténticos desconocidos.
Se sabe de Sabino Hermilo Flores Arias por ser un ex titular de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Colima mediocre y sumiso al entonces gobernador José Ignacio Peralta Sánchez; sus credenciales no con extraordinarias ni tiene prestigio entre la comunidad de abogados.
Hay publicidad mala, como dicen los mercadólogos. Y eso es lo que tiene Flores Arias: una pésima reputación por ser uno de los más ineficientes y corruptos ex funcionarios, amén de ser repudiado por la mayoría de los activistas de derechos humanos de entonces, como Nazario Garibay, Francisco Javier Osorio, Apolonio Núñez Anguiano, María Silvia Guardado Sandoval, Tere Mascorro, entre muchos otros que fueron testigos de la ineptitud de este sujeto.
Apolonio Núñez Anguiano, víctima reconocida por el Estado, denunció a Sabino Hermilo Flores Arias ante la Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción por abuso de autoridad y falsedad, quedando registrado el expediente NSJP/COL/CI/CORR 23/2019.
De pena ajena los escritos de Dorian Verónica Rodríguez Cortez sobre su motivación para ser magistrada del Tribunal Superior de Justicia: dice estar a favor de todo lo que no ha hecho como funcionaria del Poder Judicial.