POR Luis Fernando Moreno Mayoral
En cualquier lugar que se respeten las leyes las irregularidades que se han exhibido en PXPress sobre los contratos y fallos amañados para favorecer a Victoria López Macías habrían generado un escándalo mayúsculo y la oposición estaría pidiendo cuentas y las renuncias de quienes participaron en este entramado de corrupción.
Pero en Colima no es así: aquí en el gobierno del Estado pueden hacer lo que quieran y no hay consecuencia alguna; ni siquiera un llamado de atención de los que se supone tendrían que ser un contrapeso del poder en el Congreso del Estado.
Los cuestionamientos en tribuna, sin embargo, han desaparecido por completo; las sesiones en el Poder Legislativo se han tornado en una fiesta para todos los diputados, aprobando todo lo que el oficialismo propone sin hacer el más mínimo reclamo.
Si en la oposición están más cómodos de la mano de MORENA y de la gobernadora Indira Vizcaíno allá ellos; aquí seguiremos exhibiendo al poder y cuestionando a los funcionarios que violan la ley, aunque pareciera que en Colima eso no importa.
Vladimir Parra, por ejemplo, solicitó licencia por dos meses a la Ciapacov, cuando la ley establece que sólo puede pedirla por un mes; el problema es que la otra alternativa es la renuncia, pero la mandataria quiere de regreso al agresor de mujeres porque está recaudando millones para la campaña de su candidata favorita.
¿Y el Consejo de Administración del organismo operador de agua potable de Colima y Villa de Álvarez? Sumiso como le gusta a la mandataria; en especial las cámaras empresariales, que hasta vieron bien el procedimiento de la licencia aun cuando es a todas luces ilegal.
Y respecto a los contratos que ha recibido la empresa Uniformes Vicky de la Secretaría de Bienestar, Inclusión Social y Mujeres, tampoco han salido a alzar la voz quienes deberían hacerlo, no sólo porque lo publicamos nosotros, sino porque es a todas luces un acto de corrupción vergonzoso.
El fallo que dieron para descalificar a la competidora de Victoria López Macías es de antología: además de inclinarse descaradamente por la amiga de la gobernadora, sus argumentos fueron una vil mentira, en especial al decir que la firma del representante legal se hizo de manera incorrecta y negar la experiencia de la empresa en el ramo textil, cuando en el 2019 existe un contrato en la CAPDAM de Manzanillo en donde desmienten los argumentos del Comité de Adquisiciones del gobierno del Estado.
Y curioso que el ayuntamiento de Cuauhtémoc, donde gobierna pésimamente Gaby Mejía, encubra los contratos que se dieron en el periodo 2012-2015 a Uniformes Vicky, cuando existe un fallo en donde se le otorga la adquisición y distribución de uniformes escolares para preescolar, primaria y secundaria de las escuelas públicas del municipio de Cuauhtémoc, firmado por la entonces oficial mayor María Guadalupe Solís, hoy secretaria general de Gobierno.
Los contratos para Coli-Becas Uniformes están dando más material para publicar; en los próximos días presentaremos otra información relacionada con la empresa de la amiga de la mandataria estatal y cómo se está beneficiando, al grado de violar la ley, a doña Victoria López Macías.
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