POR Bibiano Moreno Montes de Oca
Las funciones de dos dependencias que son clave en el Gobierno del Estado, como son la Secretaría de Finanzas y la Secretaría de Administración, están muy bien definidas. Aunque han cambiado de nombre o se les han hecho algunos agregados, en términos generales la de Finanzas es la encargada de recabar los impuestos locales y las partidas que, por ley, le corresponden a la entidad por parte de la federación. La de Administración, por su parte, se encarga de distribuir el presupuesto entre las diferentes instancias gubernamentales que hacen posible que se avance en sus tareas que tienen asignadas.
Así, en términos muy simples, esa es la forma en que funcionan las Secretarías de Finanzas y de Administración. Sobra decir que la función de la segunda es mucho más apreciada, en virtud de que es la que reparte el dinero, pues la otra tiene la ingrata tarea de batallar para captarlo de donde sea. Veamos: la Secretaría de Administración es la responsable de pagar la nómina de los varios miles de empleados –entre sindicalizados y de confianza—, de las diversas compras que requiere el Gobierno del Estado, de asignar vehículos y vales de gasolina; en fin, es la instancia a la que todos quisieran estar conectados de una u otra forma.
Desconozco si en otros gobiernos se dio la rivalidad entre los titulares de las dos mentadas secretarías que tienen que ver con el dinero, pero en la administración de Nachito Peralta Sánchez sí que la hubo entre el de Administración por más de cinco años, Kristian Meiners Tovar, así como el de Finanzas, Carlos Arturo Noriega García, que dejó el cargo para convertirse en diputado local pluri en la que será la LX Legislatura de Colima. En la lógica de la política que premia o castiga la lealtad, a Kristian Meiners lo echaron a patadas por traidor, en tanto que a Noriega García le regalaron la posición para seguir pegado a la ubre por tres años más.
A su llegada al cargo, salido de una gerencia al servicio de los empresarios millonetas de los Brun, el entonces secretario de Administración se hizo el escrupuloso con el manejo del dinero público, al grado de que le importó un rábano obedecer la instrucción de Ramón Pérez Díaz, a la sazón gobernador interino, respecto al pago a un trabajador; sin embargo, más adelante los prejuicios los hizo a un lado, pues con lana del mismo erario público echó mano de columnistas para golpear al indefendible Noriega García, pues el pleito se había recrudecido y ambos se culpaban mutuamente de no cumplir con su obligación.
Así, a meses de concluir el peraltato, Kristian Meiners fue echado del cargo por su evidente deslealtad, pues para el golpeteo mediático se hizo de columnistas opositores al régimen encabezado por Nachito Peralta, lo que no fue bien visto en las altas esferas estatales. El hasta entonces titular de la Secretaría de Administración, apodado El alemán –en referencia a su apellido de origen germano— por el líder sindical de los burócratas, el enanín de Martín Flores Castañeda, se tuvo que ir a echar pulgas a otro lado por ser un traidor de siete suelas, pero también por hacer un mal uso del dinero puesto bajo su custodia.
Ahora que los colimenses padecen la crisis financiera en la que Nachito Peralta tiene sumida a la administración estatal, los diputados locales medio despertaron de su siesta y convocaron para aclarar sobre la crisis a la actual titular de la Secretaría de Finanzas, pero también al que lo fue por espacio de más de cinco años, el impresentable Noriega García. El problema, empero, fue que, si ya estaban bien metidos en gastos, los patricios criollos también debieron haber llamado a cuentas a El alemán Kristian Meiners, que tiene mucho que aportar sobre el particular.
Evidentemente, Noriega García tiene mucho que ver en el desastre financiero por el que atraviesa el Gobierno del Estado, aunque también hay una innegable responsabilidad del que fuera el titular de la Secretaría de Administración por poco más de cinco años, quien alcanzó a ahorrar para poder hacerse de una fábrica de cerveza artesanal. ¿Por qué el evidente olvido de los diputados locales por llamar a cuentas al impresentable Kristian Meiners? Por supuesto, tiene mucho por aclarar este individuo, pero es posible que haya la consigna de no molestarlo ni con el pétalo de un citatorio.
El traidor y chueco Kristian Meiners es yerno del ex gobernador Elías Zamora Verduzco, al que no le aprendió absolutamente nada de la sagacidad del viejo zorro político del municipio de Cuauhtémoc, pero podría ser precisamente ese parentesco político el que frenara una posible investigación en el manejo del dinero en el periodo del titular de la Secretaría de Administración. A este respecto, la #GobernadoraAltozano ha comentado que al exgobernador de Colima ella le dice tío de cariño, pero es posible que por esa razón nadie quiere meterse con el yerno del tío consentido de Indira Vizcaíno Silva.
Bueno, en una de esas El alemán Kristian Meiners aparece en plan estelar en el chiquigabinete del indirato, incluso al frente nada menos de la misma Secretaría de Administración. A estas alturas, todo puede suceder.
*Columna publicada el 19 de agosto de 2021.