POR Jorge Octavio González
Cuando un buen político llega a un cargo de jefe lo primero que debe hacer es rodearse de un equipo de profesionales que lo asesoren y aconsejen qué decir y qué hacer; a ese tipo de personas se les llama líder.
Pero cuando el sujeto en cuestión es enano en todos los sentidos (más en su inteligencia, desde luego) teme que alguien más hábil que él lo traicione y se quede en su lugar; a ese tipo de personas se les llama simplemente mediocres sin visión.
Christian Torres Ortiz Zermeño, desde que asumió la rectoría de la Universidad de Colima, ha privilegiado para los puestos directivos a perfiles que no destacan en sus áreas; algunos cargos importantes ni siquiera se sabe quiénes los ocupan.
Si el rector de la casa de estudios tiene un talante autoritario y prefiere cooptar a los medios que tener una política de transparencia y rendición de cuentas, se entiende que tenga como su coordinador de comunicación social a un sujeto gris como Jorge Martínez Durán, que en su casa apenas si lo conocen.
Una repasada breve a su trayectoria exhibe por qué Torres Ortiz lo puso en ese lugar, aprovechando que la anterior vocera, Vianey Amezcua, prefirió jubilarse antes que continuar al lado de un rector paranoico como inútil.
De enero de 1997 a febrero de 2005 fue Productor Realizador, con un campo de experiencia de camarógrafo, realizador, editor, iluminador, etcétera.
De enero de 2005 a febrero de 2013 subió a Coordinador de Producción; su campo de experiencia se amplió a la producción general de productos audiovisuales, la planificación de proyectos especiales, entre otros.
Y de enero de 2013 a febrero de 2021, casi diez años, Martínez Durán fue director general de Televisión Universitaria y Recursos Audiovisuales; su campo de experiencia pasó a la administración de recursos humanos, la planificación de proyectos, entre otros.
Nunca dicen a qué se refiere con entre otros. En fin: esa es su experiencia laboral en la Universidad de Colima. Toda.
Ahora se entiende, por supuesto, por qué Christian Torres Ortiz Zermeño lo tiene en ese lugar: su inexperiencia en el área de la comunicación social, salvo el campo audiovisual, haber sido becado del FECA y dirigir un documental sin pena ni gloria sobre Griselda Álvarez Ponce de León, lo hacen un sujeto mediocre, del montón, sin aspiraciones; alguien del perfil que el rector desea que lo rodeen, no vaya a ser que lo traicione y se queden en su lugar.
Jorge Martínez Durán ha estado, por más de 27 años, encerrado en una oficina rodeado de cámaras de video y sentado por horas editando proyectos audiovisuales; es por esa razón que nadie del gremio lo conoce y tiene la desventaja de no haber tratado con nadie de algún medio de comunicación.
El coordinador general de comunicación social de la Universidad de Colima, así como de gobiernos estatales, federales y municipales, al menos debe conocer a la mayoría de los representantes de los medios de comunicación; eso facilita el trabajo porque tiene un contacto más directo y de confianza.
Martínez Durán, sin embargo, es un tipo al que nadie conoce; ni siquiera se deja ver en actos públicos o se le ve conviviendo con reporteros, no se diga operando temas de la institución educativa.
Su misión es, desde luego, comprar a los medios para que ninguna información comprometedora de la casa de estudios vea la luz; con eso tiene más que contento al rector, sin darse cuenta que el principal perjudicado con una política de censura es la propia casa de estudios, pues los problemas no se resuelven sino que se hacen más grandes.
Si la comunicación es manejada por alguien que reduce su experiencia en el área por ser iluminador y planificador de proyectos, qué se puede esperar del trabajo final.
Pero así es el rector Christian Torres Ortiz Zermeño: prefiere rodearse de perfiles de bajo nivel para sentirse grande, aun cuando sea el más enano (en inteligencia y capacidad) de todos.
Luego seguimos analizando el trabajo del resto del equipo que conforma la coordinación general de comunicación social: Jorge Vega Aguayo, Ana Karina Robles Gómez, Mario Antonio Ramírez Ramírez y Marina Vázquez Guerrero, director general de Prensa, directora general de Publicaciones, director general de Televisión Universitaria y Recursos Audiovisuales y directora general de Radio Universitaria, respectivamente.