POR Jorge Octavio González
Hay que destacar que la fórmula al Senado de la República por la coalición Seguimos Haciendo Historia la integran los aliados de MORENA y no propiamente alguien del partido guinda.
En el primer lugar, después de muchas especulaciones, quedó Virgilio Mendoza Amescua; en el segundo lugar acaba de ser anunciada Evangelina Bustamante.
Al margen de que en Movimiento de Regeneración Nacional se puso sobre la mesa esa estrategia para dejar afuera a la presidenta municipal de Manzanillo, lo cierto es que serán los aliados, por cuotas de grupos más que por capacidad, los que representen los intereses de la 4T en la Cámara Alta.
Virgilio Mendoza, con la denuncia que hay en la Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción por el uso millonario de la tarjeta American Express, fue la carta del Verde Ecologista para el Senado de la República.
El ex alcalde de Manzanillo siempre ha estado envuelto en polémicas; el que le pegó duro fue el audio donde confiesa haber recibido dinero del narcotráfico, que le costó la diputación federal por la que competía en ese momento.
Se escondió por unos años y después regresó y ganó la presidencia municipal de Manzanillo. Así como si nada: la gente, a veces, suele tener memoria muy corta. Malo para la democracia; bueno para los políticos sinvergüenzas.
Nadie escatima la habilidad de Virgilio Mendoza para hacer política; de hecho es de los operadores más astutos con que cuenta el Verde Ecologista en Colima.
Pero una cosa es ser hábil y buen operador político y otra muy distinta que pueda cometer delitos sin que autoridad alguna lo sancione.
El segundo lugar de la fórmula resultó para Evangelista Bustamante, esposa del dueño del negocio familiar que es el PT en Colima, Joel Padilla Peña.
Una verdadera ignorante, sin saber hablar en público, con menos capacidad que un niño de primaria, la diputada plurinominal de la actual Legislatura se destacó por presidir la inservible Bancada de Género del Congreso del Estado, que en ningún momento ha salido en defensa de las mujeres violentadas y acosadas ni siquiera en el propio Poder Legislativo.
Manejar el negocio familiar de la franquicia del PT en Colima, con todos los recursos que sexenio tras sexenio le piden al gobierno federal para darles su apoyo electoral, les ha redituado sobremanera: Joel Padilla brinca del Congreso del Estado al Congreso de la Unión y de ahí al Senado de la República, siempre de manera plurinominal.
Ahora le tocó el turno a su esposa, beneficiaria de las acciones afirmativas, pues el segundo lugar de la fórmula a la Cámara Alta tenía que ser para una mujer, por lo que el cacique petista se tuvo que sacrificar para que su esposa ocupe su lugar por 6 añitos nada más.
Virgilio Mendoza Amescua y Evangelina Bustamante, con actos de corrupción e inexperiencia y beneficiarios de arreglos cupulares, tienen las mayores posibilidades de ser senadores.
Y todo porque la fórmula de la alianza Fuerza y Corazón por México está para llorar y en Movimiento Ciudadano no atinan a nombrar al que falta.