POR Jorge Octavio González
No sólo Indira Vizcaíno vive en un Colima alterno, en uno de los multiversos de Spiderman; también sus funcionarios que están en la Mesa de Coordinación Estatal para la Construcción de Paz y Seguridad en Colima.
El también vice fiscal de procedimientos penales de la Fiscalía General del Estado de Colima, Javier Almazán Torres, se aventó la puntada de afirmar que, en materia de combate a la delincuencia, “vamos por buen camino”. Así de caradura. Así de cínico. Increíble declaración.
Y abundó: Los homicidios dolosos en la entidad se redujeron 40.5%, del 2 al 16 de junio con relación a la quincena inmediata anterior (19 de mayo al 1 de junio), pues pasaron de 37 a 22 casos.
Hace unas semanas, en el noticiero de Carlos Loret de Mola, un analista financiero señaló que ese tipo de mediciones son tramposas, pues es como si un alumno que lleva cinco meses sacando 3 de calificación dice que en el sexto ya va mejor porque sacó 8, cuando lo cierto es que sigue reprobado porque el promedio final es la suma de lo que sacó en los seis meses. Esto es: ¡está reprobado!
Así la seguridad en Colima: aunque en esta quincena hubo 22 casos de homicidios dolosos, en las anteriores ha habido más, por lo que una medición objetiva es que no hay una mejora sino que la situación sigue siendo terrible, porque la suma de todos los asesinatos sigue siendo mayor a la de años anteriores, incluso que en los gobiernos corruptos y neoliberales que tanto cuestionan en esta administración estatal.
¿Cómo puede decir que “vamos por buen camino” si este fin de semana un sujeto ingresó a un negocio de maquinitas tragamonedas en Villa de Álvarez y le disparó a una mujer y a otro sujeto sin que autoridad alguna lo detuviera? ¿Cómo puede hablar de que los índices delictivos van a la baja cuando apenas ayer ejecutaron a dos personas en una refaccionaria, en donde, de acuerdo a las versiones que se dieron, las víctimas fueron confundida por los sicarios, que en realidad iban en contra de los dueños del lugar?
Ya hasta Indira Vizcaíno acota que aún falta mucho por hacer cuando se refiere al tema de seguridad, aunque eso no la exime de la responsabilidad que tiene directamente en ese ámbito por ser la gobernadora del Estado y tener la estrategia de seguridad en sus manos, continuando con el fracaso de abrazos no balazos del gobierno federal.
Y es que, para que a la mandataria ya no la molesten, existen sujetos como el vocero de la Mesa de Coordinación que fungen como fusiles para recibir los cuestionamientos; sin embargo, no deja de tener responsabilidad la mandataria estatal, preocupada más en hacer campaña ilegal a favor de Claudia Sheinbaum aunque la ex jefa de Gobierno de la Ciudad de México esté en picada y en cuestión de días sea rebasada por Marcelo Ebrard e incluso por Adán Augusto López Hernández.
Indira Vizcaíno es una embustera, mitómana de carrera, indolente y cínica; a ella no le duele lo que sufre la gente de Colima, sino lo que ella y su familia son capaces de robar y llevarse a sus bolsillos. Indira es la peor gobernadora de todo el país, de acuerdo a la más reciente encuesta de Consulta Mitofsky; Indira es una decepción como mandataria y esperamos que hoy la Sala Segunda de la Suprema Corte de Justicia de la Nación aprueba la demanda de invalidez del decreto 126 por el que se expide la Ley e Revocación de Mandato del Estado de Colima, publicado en el Periódico Oficial del Estado el 12 de agosto de 2022.
Colima merece algo mejor. E Indira ya demostró que no está a la altura de los retos que tiene la entidad.
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