POR Jorge Octavio González
Ya es costumbre que la gobernadora Indira Vizcaíno mienta a la sociedad colimense y les haga creer que tuvo que ver en la resolución de algún tema o conflicto que se suscitó; en esta ocasión se trató de la conclusión del tramo carretero Colima-Guadalajara a cuatro carriles.
Hay que recordar que la obra fue anunciada por Felipe Calderón en su último año de gobierno; en el de Enrique Peña Nieto se retomó y se firmó el compromiso ante notario de que concluiría en el 2018.
No se concluyó en el 2018, pero en el 2019, ya con Andrés Manuel López Obrador en la presidencia de la República, se paró la obra por los ejidatarios de San Marcos que interpusieron amparos para que no continuaran los trabajos.
Ni con Felipe Calderón ni con Enrique Peña Nieto pasó eso; fue con López Obrador que el último tramo, el más pequeño, se trabó y tuvieron que pasar cuatro años para que finalmente se pudiera concluir. En poco más de seis años la obra avanzó en más del 90%; el faltante 10 duró cuatro años con AMLO.
La inversión en los gobiernos del PAN y el PRI fue de 3 mil 278 millones de pesos; en el de MORENA sólo se invirtió 393 millones. Un abismo de diferencia.
La obra concluyó, pero es el gobierno federal el que está engañando a la gente con la narrativa de que fue gracias a este gobierno que se pudo concretar. Hay que ser claros: en los gobiernos de Calderón y Peña Nieto la obra tuvo una inversión de más de 3 mil millones de pesos y faltó un tramo pequeño; en este gobierno sólo se invirtieron 393 millones y tuvieron que pasar cuatro años para que finalizara.
El tramo, además, está en la entidad de Jalisco, pero el gobierno del Estado de Colima está promocionando la obra como suya, cuando no fue así. Indira Vizcaíno no tuvo nada qué ver en que el tramo carretero concluyera; en todo caso el único arreglo lo hizo el gobierno federal y fue en la indemnización a los ejidatarios que estaban en contra de la obra.
Pero eso ya estaba más que cantado en las instancias judiciales: se tenía que hacer, independientemente del gobierno que estuviera. Y el único que sí planteó la opción de llegar a una negociación con los ejidatarios fue el diputado federal panista Riult Rivera.
Y tan no tuvo nada qué ver el gobierno de Indira Vizcaíno que el gobernador que estará en la inauguración será el de Jalisco, Enrique Alfaro; si acaso por cortesía del gobierno federal invitarán a Indira Vizcaíno, pero sólo será para hacer creer que fue hasta que llegó MORENA al gobierno de Colima que la carretera concluyó, cuando lo más seguro es que con Ricardo Anaya o José Antonio Meade el tramo carretero habría concluido en el 2019, porque además la obra la realizó BANOBRAS y nunca se concesionó a ningún particular.
Indira Vizcaíno miente cada vez más seguido y con más cinismo; hoy fue con el tema de la carretera transvolcánica Colima-Guadalajara, pero ayer fue con la caseta de peaje de Cuyutlán, en donde de igual manera se colgó la medalla de que la concesionaria PINFRA dejara pasar a los autos con placas de Colima de ida y de vuelta.
Y todo sabemos que no fue así, pues Indira Vizcaíno no logró que se abriera la caseta para los colimenses, sino que su idea era adquirir tarjetas con un chip que permitiera transitar a un menor costo por la caseta, cuando lo que pedían los ciudadanos era la eliminación de la caseta, no que cobraran menos.
Indira Vizcaíno salió a decir que gracias a ella se había abierto la caseta a todos los vehículos con placas de Colima, pero los activistas que estuvieron liberando la caseta por semanas consecutivas la desmintieron y le pidieron que no asumiera logros que no eran suyos. Ya no volvió a tocar ese tema, luego de ver la indignación de la gente que estuvo de sol a sol y peleando con los porros que contrataba PINFRA.
Y el colmo del cinismo fue lo que declaró Arnoldo Vizcaíno Rodríguez, el padre de la gobernadora, en el sentido de que fue gracias a la mandataria Indira Vizcaíno que se pudo concluir el tramo carretero de la transvolcánica.
“No sé si les nazca, se ofrece y es amor cuervo, pero yo creo que vale la pena que felicitemos a la gobernadora…de todo corazón, yo felicito a Gobierno Colima y a Indira Vizcaíno por ese logro, es un logro extraordinario para la sociedad del Estado de Colima”, señaló el padre de la mandataria en un programa de internet.
Y concluyó: “Eso es extraordinario, una grandiosa noticia…eso es un logro del gobierno del Estado de Colima”, refiriéndose a que se hizo la apertura el 4 de noviembre y no el 15 de diciembre como se lo dijo el director de BANOBRAS al presidente López Obrador.
Qué más podemos pedirle al par de vividores de la política: padre e hija son igual de cínicos y sinvergüenzas, y creen que engañan a la gente, cuando lo cierto es que, con esas declaraciones, sólo indignó más a la sociedad que sí sabe que Indira Vizcaíno no tuvo nada qué ver con la conclusión de los trabajos en la carretera Colima-Guadalajara.