TONALTEPETL

POR Gustavo L. Solórzano

«Dejad que los niños vengan a mí» es una cita bíblica que aparece en Mateo 19:14 y en Lucas 18:16. Se refiere a una ocasión en la que Jesús promueve el acercamiento de unos niños, aun cuando sus apóstoles trataban de negarles tal convivencia. Jesús también señala que es menester actuar como niños para alcanzar el reino de los cielos.

Nació en Colima en el año de 1866, de origen humilde, hijo de un zapatero, (Ramón Torres) su instrucción académica en la Escuela Nacional de Maestros fue facilitada gracias al apoyo económico del Gobierno estatal de ese entonces. Gregorio Torres Quintero se distinguió por sus aportes a la educación en México y la creación del método fonético onomatopéyico para la enseñanza de la lecto-escritura. A unos meses de su fallecimiento, fue declarado Benemérito de Colima por el congreso estatal. Al cumplirse cien años de su natalicio, el 25 de mayo de 1966 se develó una estatua del escultor Octavio Ponzanelli y se asignó su nombre al jardín que está atrás de catedral. Mismo que era conocido anteriormente como jardín de la soledad o el jardín chiquito.

La obra de Torres Quintero trascendió las fronteras de nuestro México, (Más de 30 libros) cuando países hermanos adoptaron su método para enseñar a leer a miles de niñas y niños. Liberal por convicción, Gregorio Torres Quintero pregonaba su gran amor a México. La docencia fue su mejor prueba y cada uno de sus textos, rondas, poesías y canciones, incluyendo claro está, el himno a Colima, hablan de ello. En su honor, muchas instituciones educativas, asociaciones civiles, calles y jardines, adoptaron su nombre. Tan solo por mencionar un digno ejemplo, la normal de maestros en Colima lleva orgullosamente el nombre de Instituto Superior de Educación Normal de Colima, Prof. Gregorio Torres Quintero.

El 25 del presente, la Asociación Cultural Gregorio Torres Quintero A. C. que preside el médico Antonio López Morán, organizó una ceremonia cívica al conmemorarse el aniversario número 159 del natalicio del Benemérito de Colima. El Archivo Histórico de nuestro estado, fue escogido como el recinto oficial para tan importante acto. Recordemos que en el exterior de ese lugar, se erige imponente, el busto en honor de otro Benemérito, el Lic. Benito Juárez García, gran liberal y ejemplo de buen mexicano. Los discursos alusivos estuvieron a cargo de integrantes de la propia asociación. Entre los invitados especiales asistió la maestra María de la Luz Silva García, presidenta de la Asociación Mujer Cultura y Libertad. Así mismo, estuvo presente el Lic. Manuel Agustín Trujillo Gutiérrez, director adjunto de Cultura, Educación y Recreación del Ayuntamiento de Colima.

Además de la docencia, Torres Quintero destaca como político, poeta, orador, historiador y un prolífico escritor de obras, tanto de pedagogía como de historia. Gracias a ello, el 7 de mayo de 1894, Gregorio Torres Quintero consiguió que el poder ejecutivo promulgara una ley elaborada por él mismo en el que se determinaba que la instrucción pública a partir de ese momento fuera laica, gratuita y obligatoria. Estados unidos, Europa, Asia, Oriente Medio y África durante el período de 1926 y 1928, ya entrado en años, fueron visitados por el distinguido educador colimense, para conocer el nivel de enseñanza en esos países.

Referencia: Nahum Montagud Rubio. (2021, Enero 8). Gregorio Torres Quintero: biografía de este pedagogo y político mexicano. Portal Psicología y Mente. https://psicologiaymente.com/biografias/gregorio-torres-quintero.

ABUELITAS:

El sacerdote que ofició misa de 12:30 el domingo 25 de mayo en san Juan Pablo, se olvidó de las enseñanzas de su maestro citadas en Mateo 19:14 y en Lucas 18:16. Muchos padres de familia no tienen en donde dejar a sus hijos, los niños de manera natural son inquietos, juguetones. Una niña se cayó, golpeó y lloró, eso motivó al sacerdote para que mostrara su inconformidad hitleriana, en el sentido de que los niños no debían andar jugando bla, bla que para eso estaba el área contigua etc. al término de la misa, se aventó otro discurso de casi tres minutos sobre el mismo tema, echándole la culpa a Dios y disculpándose de manera reiterada si alguien se sentía aludido con la llamada de atención. Reiterativo en su regaño, repetía ¿estamos? Seguro para asegurarse que su reprimenda había quedado clara. Es cuánto.