POR Jorge Octavio González
Con las resistencias e indecisiones en la alianza Fuerza y Corazón por México y Colima lo único que ha quedado acreditado es la desconfianza que hay entre los partidos que la conforman.
Ya no existe esa coordinación y motivación de hace tres años, cuando por primera vez tuvieron que dejar sus diferencias atrás para vencer al monstruo en que se había convertido MORENA; ahora afloraron las ambiciones y los proyectos personales, regresando a sus orígenes: la disputa por el poder.
Acción Nacional no vio con buenos ojos que el PRI quisiera la candidatura a la presidencia municipal de Tecomán a como diera lugar; por ese mismo motivo Rigoberto García Negrete se salió de la fracción tricolor en el Congreso del Estado para competir por el PAN.
En el PRI, sin embargo, Óscar Ávalos no sólo compró la dirigencia municipal en Tecomán, sino también la candidatura a la alcaldía; cualquiera que quisiera competir por la candidatura por las siglas del Revolucionario Institucional no tendría oportunidad alguna. Noé Pinto de los Santos, por ejemplo, sólo irá de comparsa en el proceso, pero sabe que no será el candidato.
Quedó Rigo García fuera de la contienda, pero también recibieron una puñalada trapera al bajar a José Guadalupe García Negrete de la fórmula al Senado de la República, en donde, en respuesta a esa determinación, el ex alcalde de Tecomán salió a decir que Julia Jiménez era una vendepatrias que sólo veía por sus intereses y no le importaba lo que pasara en el partido.
Al bajar a Lupillo subieron a Héctor Magaña, otro priísta. El PRI, en todo caso, se habría agandayado las dos posiciones a la Cámara Alta, lo que ponía no sólo en desventaja al PAN, sino totalmente humillado. Pero Acción Nacional, en una jugada con el PRD a nivel nacional, donde sí tienen la alianza, decidió siglar la segunda posición al partido del sol azteca, por lo que subió Germán Sánchez y se bajó al diputado local.
Tecomán, entonces, quedó de la siguiente manera: el PRI tendrá la candidatura de la alianza Fuerza y Corazón por Colima y el abanderado será Óscar Ávalos Verdugo, quien saldrá victorioso de la simulación de proceso interno que tendrán, en donde Noé Pinto de los Santos (de los Santos Inocentes) será desplazado por la cúpula tricolor en la entidad.
Dejar fuera de la jugada a los hermanos Rigoberto y José Guadalupe García Negrete fue un error de cálculo de la alianza conformada a nivel local por el PRI y el PAN. No es que sean unas lumbreras y grandes operadores políticos, pero sí tienen muchos recursos y gente que pueden movilizar; por supuesto que todo eso lo invertirán en contra de Ávalos Verdugo, lo que hará más fácil la victoria del candidato de MORENA.
¿Alguien cree, con lo que le hicieron a Rigo y a Lupillo, que se quedarán de brazos cruzados y que pondrán de su dinero para hacer ganar a un sujeto que, en voz del propio José Guadalupe, “es un zángano, un mentiroso, perdedor de candidaturas, un catrincito, que es verdugo de los productores, que ya perdió para diputado local y federal, y anda con la loquera, porque está loco, obsesionado, por ser presidente municipal, y la verdad es un simple payaso”?
La alianza del PRI y el PAN tienen perdida la presidencia municipal de Tecomán.
Y lo peor es que también perderán la alcaldía de Colima, con un Riult Rivera que se creyó lo que le dijeron sus aduladores en los medios, sin reparar que en la contienda sólo hará el ridículo de su vida al perder e irse hasta un lejano tercer lugar.
Pero de eso hablaremos mañana, donde el futuro regidor está pésimamente asesorado y no sabe ni para qué quiere ser alcalde.