Sólo mujeres

POR José Luis Santana Ochoa

La vieja gloria del panismo porteño, Martha Leticia Sosa Govea, quiere para sí uno de los dos cargos públicos que en su larga carrera política no ha usufructuado todavía: Presidente del Comité Directivo Estatal del Partido Acción Nacional 2024-2027. El otro que ya se le peló pa’l monte desde 2009, es el de gobernadora del estado. Ella aprovechó los mejores años del PAN en Colima para cobrar como regidora y alcaldesa de Manzanillo, diputada local y federal, y senadora de la República, y hasta candidata a gobernadora del estado fue. Por cierto, todas estas oportunidades a las que no les hizo gestos como ahora lo hace, se las brindaron dirigentes nacionales panistas hombres.

Para darse a ver, a notar, se ha montado en el movimiento feminista sin futuro que exige la alternancia de género en el próximo relevo de la dirigencia nacional panista amenazando con judicializarlo si no le cumplen su antojo. “Este sábado, ante el Consejo Nacional del PAN, 253 mujeres panistas pretendimos ser escuchadas en nuestra propuesta de que se aplicara el criterio de alternancia paritaria en la próxima renovación de la dirigencia nacional. A pesar de que el consejero Guillermo Galán, de Quintana Roo, insistió en que se diera lectura al escrito, los consejeros no admitieron a lectura y menos a discusión el escrito de referencia”, escribió Doña Martha Leticia en su invitación a los medios de comunicación a que la acompañaran el lunes 1 de julio de 2024 a pleno mediodía, las 12.00 horas, para no gastar ni en desayunos ni en comidas, en conocido restaurante ubicado sobre el Boulevard Miguel De La Madrid Hurtado.

Por supuesto que las mujeres panistas tienen derecho a participar en el proceso de elección para renovar la dirigencia nacional de su partido, pero no a exigir que una de ellas ocupe forzosamente la presidencia del CEN del PAN alegando “alternancia paritaria” en este cargo, así en sus casi 85 años de vida institucional puros declarados hombres lo hayan desempeñado. Si esta “alternancia paritaria” se aplicará a rajatabla en el cambio de la presidente del CDE del PAN, Julia Lizet Jiménez Angulo, su relevo sería necesariamente un hombre, no una mujer como Martha Leticia Sosa Govea.

No se necesita que las dieciséis mujeres panistas abajo firmantes, entre ellas Martha Leticia Sosa Govea, le exijan a la Comisión Nacional de Elecciones del PAN que se den las disposiciones para que mujeres vestidas de azul y blanco puedan postularse como candidatas a la dirigencia nacional,  puesto que eso lo han podido hacer en relevos anteriores en los que han tenido  garantías de igualdad en las contiendas partidistas internas, y las tienen de cara a la próxima programada para el próximo mes de octubre, pero exigir que quienes se postulen para ocupar la próxima presidencia nacional panista sean exclusivamente mujeres, es todo un despropósito, un disparate, así justifique que ello sería discriminación afirmativa.

Martha Leticia y sus compañeras abajo firmantes tienen razón al sentenciar que el PAN “no puede ser ajeno a las políticas en materia de paridad de género ante las exigencias de la sociedad actual, pues, por el contrario, debe fomentar la participación de mujeres. Esto debido a que el partido es visto hoy en día ante la opinión pública como machista, por lo que es momento de revertir esta situación”, pero la solución no es hacerlo feminista por decreto. A lo mejor se contagiaron del rollo 4trero de que los actuales son tiempos sólo de mujeres, de que la democracia es feminista o no los es y otras frases a modo más. No es por allí, Marthita.

EL ACABO

 Como el Consejo Nacional del PAN desechó discutir la descabellada propuesta de que la elección de su nueva dirigencia se aplique el criterio de alternancia de género para que sólo mujeres participen en el proceso interno, sus promotoras amenazan recurrir a los tribunales electorales.

 La democracia por cuotas de género y demás dañinas yerbas les limita a los ciudadanos su derecho a elegir a los y a las mejores de un amplio abanico de opciones.