POR Jorge Octavio González
Aunque nadie le hacía caso ni lo volteaban a ver, el diputado Rubén Romo Ochoa estaba violando descaradamente la ley electoral con los espectaculares y medallones con su imagen y frases de campaña en el municipio de Manzanillo.
Cierto es que, aunque es un sujeto sin la más mínima posibilidad de que vuelva a obtener un cargo de elección popular por la vía del voto, no por ello va a pisotear las reglas del juego.
¿Qué es lo que quiere? Ser nada más y nada menos que candidato de MORENA a la presidencia municipal de Manzanillo. Nada más. El legislador, con graves problemas de temperamento, apenas si podría alcanzar una regiduría si es que va en la fórmula de un candidato ganador.
¿La alcaldía de Manzanillo? Ni en sueños. Romo Ochoa es un tipo despreciable, misógino, violento y calumniador; es capaz de subir a la tribuna y decir tontería y media y creer que está en lo correcto. Su actitud ya ha sido detectada por su propia bancada y, por ello, cuidan que no participe en las sesiones más que para leer decretos o iniciativas de ley.
Creyendo que puede ser el abanderado de Movimiento de Regeneración Nacional, Rubén Pomo comenzó a sacar dinero de quién sabe dónde y empezó a rentar espectaculares en las partes más visibles del puerto de Manzanillo, además de medallones en camiones urbanos, con su imagen y la frase “Si de seguridad se trata, seguro es Romo”, seguida de una foto de su persona y los números de teléfono para contactarlo.
Es por ello que, a raíz de esa costosísima campaña política que emprendió el diputado de MORENA, fue denunciado ante el Instituto Electoral del Estado “por la posible comisión de actos violatorias a lo dispuesto por el artículo 288 fracción I del Código Electoral del Estado de Colima consistente en la posible realización de actos anticipados de precampaña o campaña, recaído dentro del Procedimiento Especial Sancionador identificado con la clave y número CDQ-CG/PES-03/2023”.
¿Qué fue lo que respondió Romo Ochoa ante esta denuncia? Fiel a su estilo bravucón, primero deslindó los espectaculares con algo relacionado con una campaña política, justificando que era para promocionar su negocio, con la novedad de que no se ve por ningún lado el nombre de la empresa ni de lo que trata su negocio.
Sabe, por supuesto, que lo agarraron en la movida; aunado a eso sabe que la sanción será económica y eso es algo que le molestará sobremanera. Y ya encarrerado, dijo a quienes interpusieron el recurso: “si los perros ladran, es porque vas pasando”. Bruto, ignorante, el diputado Rubén Pomo quiso citar la frase de Don Quijote; sin embargo, ya vimos que no se le da la lectura.
Y el otro punto es que identifica a funcionarios del ayuntamiento de Manzanillo, en específico de la secretaría del ayuntamiento, de interponer la denuncia en su contra. Dijo que lo esperaría de los partidos del PRI, del PAN o de MC, pero que se encontró con la sorpresa de que se trata de fuego amigo.
Al margen de que Griselda Martínez Martínez y Martha Zepeda del Toro tengan pleito casado con este impresentable servidor público, lo único que demuestran con ese tipo de acciones es que el puerto que hoy está en manos de MORENA pasará a formar parte de la Alianza Va por Colima en el 2024, esperando que el candidato que pongan sea honesto, responsable y trabajador, no como ese payaso y corrupto Jorge Luis Preciado Rodríguez.