Riult, un rufián

POR Jorge Octavio González

En una administración normal no sería noticia afirmar que la autoridad está en condiciones de pagar a la mayoría de los trabajadores la nómina de la quincena en curso.

Si no hay problemas financieros, si todo está bien como dicen, por qué tiene que salir el líder sindical Héctor Arturo León Álam a lavarle la cara a Riut Rivera para tranquilizar a la clase trabajadora y decir que existe toda la disposición de los encargados de las finanzas para pagar la nómina de hoy 15 de noviembre.

Ningún otro ayuntamiento, ni siquiera el gobierno del Estado ni el federal, da entrevistas a los medios de comunicación para anunciar que se tiene el dinero para hacer el pago a los trabajadores.

Eso debiera ser lo básico, lo fundamental en cualquier ente de gobierno.

Si para la simple quincena están haciendo malabares para cubrirla, debe ser algo titánico lo que tendrá que hacer el presidente municipal para cumplir los compromisos de fin de año, como el aguinaldo y los bonos que se tienen que dar.

Riult Rivera sólo ha demostrado ser un incapaz y un inútil que, cobijado en políticos corruptos y gente ligada al crimen organizado, no tiene la iniciativa de ir con las autoridades competentes para gestionar los recursos que requiere para que el ayuntamiento de Colima opere sin contratiempos.

Prefiere seguir el manual que le dio Mario Anguiano Moreno para desviar la atención y ganar la foto y el titular de la prensa para al menos no ser olvidado por la sociedad en general; lo que ignora es que la gente sí lo tiene bien presente y espera que cumpla con todo lo que prometió en campaña.

Hay que reconocer que, al menos, ya acudió la cuadrilla a los accesos principales de la colonia la Albarrada y taparon los pozos que se estaban acumulando por la falta de mantenimiento y el olvido de la autoridad municipal.

Eso, sin embargo, es lo mínimo que tiene que hacer como autoridad en la ciudad capital.

Tapar los baches, aunque sea con material de mala calidad, no es una graciosa concesión del presidente municipal; es su obligación y uno de los principales servicios que tiene que brindar la comuna capitalina a la sociedad que vive en la ciudad.

Riult Rivera parece olvidarse que es el presidente municipal —en los hechos, sin embargo, el verdadero poder lo tiene Mario Anguiano Moreno— y se la pasa en actividades que no le competen y en actos partidistas, como en la movilización en Colima para que el líder del cártel inmobiliario, Jorge Romero Herrera, ganara la dirigencia nacional del PAN.

No contento con desviar recursos y tiempo en actos de partido, Riult Rivera todavía tuvo la desfachatez de felicitar al hampón de siete suelas cuando se dio a conocer su triunfo, mismo que objetó la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, que se dedicó alrededor de 10 minutos a hablar sobre la corrupción del júnior tóxico, incluso con el respaldo del libro de Felipe Calderón Hinojosa acerca de las irregularidades que cometió para hacer negocios al amparo del poder en la alcaldía Benito Juárez.

Jorge Romero Herrera, en su primera declaración como dirigente nacional electo, con una soberbia indicó que sólo una vez iba a llamar al diálogo al gobierno federal para trabajar juntos; si no atendían el llamado, se irían por la libre.

La propia Luis María Alcalde, dirigente de MORENA, cuestionó al líder del cártel inmobiliario y lo calificó de soberbio y arrogante, al condicionar el diálogo en sus propios términos.

Riult Rivera es amigo y operó para que en Colima ganara Jorge Romero Herrera; los dos tienen la misma arrogancia y los mismos vicios por los negocios al amparo del poder.

La sociedad colimense todavía no ha conocido al verdadero Riult Rivera; sólo han visto al tipo bonachón que abraza a mujeres y ancianos y se pone a barrer y a tapar baches.

Eventualmente la máscara de Riult Rivera se caerá y conocerán el verdadero rufián con ligas criminales.

Martha Márquez ya lo conoció.