POR Jorge Octavio González
Si, como dijo Riult Rivera en un video que ordenó circular en los medios a su servicio, ya tienen los recursos necesarios para pagar los compromisos de fin de año, ¿por qué sus elementos de tránsito y vialidad están realizando operativos todos los días y a todas horas para quitarle el dinero a los colimenses?
Ciertamente no deberían tener problema alguno en el ayuntamiento de Colima para pagar sueldos y aguinaldos porque solicitaron un crédito a corto plazo por 35 millones de pesos.
¿Qué necesidad, entonces, de volver a echarle la culpa al pasado de que no les dejaron previstos los recursos suficientes?
Riult Rivera sabe, en el fondo, que no tiene la plena seguridad de pagar todos los compromisos de fin de año por una sencilla razón: no supo cabildear con las autoridades estatal y federal, pero tampoco implementó estrategias de recaudación de los impuestos municipales.
Para el presidente municipal lo más sencillo es enviar a sus elementos de tránsito y vialidad a que cacen a los automovilistas que, por alguna razón, no cumplan debidamente con el reglamento; prefiere dañar las finanzas de los colimenses a aceptar su falta de oficio político y habilidad para la gestión.
Y la prueba madre de que no tiene la plena seguridad de que cumplirá con los compromisos de fin de año son sus declaraciones encontradas: mientras el jueves 12 de diciembre dijo que para el viernes 13 ya se estarían pagando sueldos y aguinaldos de los trabajadores de confianza y sindicalizados, el lunes 16, cuatro días después, publicaron un video en donde Riult Rivera reconoce tácitamente que no pudo cumplir lo prometido y cambió el tono señalando que “los trabajadores del ayuntamiento de Colima recibirán sus quincenas y aguinaldo a tiempo”.
Entre lo dicho el jueves —que el viernes 13 tendrían sueldo y aguinaldos— y lo que afirmó ayer lunes —que “recibirán sus quincenas y aguinaldo a tiempo”— hay un incumplimiento a la palabra empeñada por el presidente municipal, que ha quedado en entredicho y que, por consiguiente, no tiene validez ni la autoridad moral ante quienes confiaron en su promesa.
Riult Rivera le mintió a los colimenses, pero sobre todo a los trabajadores, a quienes les dijo una cosa y salió con otra; ni siquiera fue capaz de cumplir, con 35 millones de pesos en su bolsa, el pago de sueldos y aguinaldos el viernes 13 de diciembre, y tuvo que salir cuatro días después a señalar que esas prestaciones las recibirán a tiempo. O sea: no el 13 de diciembre como prometió.
El presidente municipal es un político del montón, sin oficio ni beneficio; no tiene el carácter para llevar las riendas de un municipio como Colima y no tiene la capacidad para imponerse ante quienes lo llevaron a la alcaldía capitalina, por lo que tiene que sostener a corruptos e impresentables que están cometiendo irregularidades y haciendo negocios al amparo del poder.
Riult Rivera no pudo elegir al secretario del ayuntamiento de Colima ni a su síndica, mucho menos puede pedirle la renuncia a su Comisionado de Seguridad Pública y Justicia Cívica que, como se denunció en PXPress, fue sancionado por la SEDENA ““por hostigamiento sexual, laboral y conductas contrarias a la disciplina militar”, además de que será denunciado por paternidad por una hija que abandonó a su suerte hace décadas, con lo que contraviene las políticas públicas a favor de la defensa y protección de los derechos de las mujeres que tanto se ufanó de presumir en la campaña, firmando compromisos que claramente no cumplió.
El presidente municipal todavía se aventó otro compromiso en el video donde contradice sus palabras del 12 de diciembre: dijo que harán todo lo necesario para que el próximo año, el 2025, no tengan que recurrir a otro crédito.
Pesos contra tostones a que en estas mismas fechas del año que entra estaremos hablando del nuevo préstamo que pedirá Riult Rivera por el oscuro y pésimo manejo de las finanzas del ayuntamiento de Colima.