POR Jorge Octavio González
Empeñados en sacar de la contienda a las dos candidatas más fuertes, empleando cientos de miles de pesos en abogados en lugar de pagar los salarios caídos que les deben en el PRI, la descalificación de Viridiana Valencia Vargas en la mesa les vino a dar un golpe de realidad a los promotores de Riult Rivera.
Ellos creían, sobre todo por la personalidad terca e insistente de Viri Valencia, que ella iba a defender hasta las últimas consecuencias su candidatura; ello implicaba interponer un recurso ante la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, después de que la Sala Regional con sede en Toluca del TEPJF ratificara la resolución del Tribunal Electoral de Colima en el sentido de que era inelegible para contender por la alcaldía capitalina.
¿Qué hubiera pasado si la diputada con licencia se iba hasta la Sala Superior? Debido a que ya se está agotando el tiempo, así como los plazos de las autoridades electorales, si la resolución se iba a la última instancia lo más seguro es que no lo podrían resolver y, por consiguiente, la candidata y la planilla entera quedaría fuera de la contienda.
De esta manera, por supuesto, Riult Rivera quedaría solo con la candidata de Movimiento Ciudadano, a la que también la misma alianza perversa del PRIAN la quiere descalificar en la mesa por el temor que le tienen.
El candidato de Fuerza y Corazón por Colima a la presidencia municipal quedaría ante pichones en la elección; su triunfo estaría garantizado, aun cuando sería la forma más vil y miserable de asumir un cargo de elección popular.
Con lo que no contaba el operador financiero y político de Riult Rivera, que no es otro más que Mario Anguiano Moreno, es que en MORENA y, en especial, en el equipo de Viri Valencia, iban a actuar con estrategia y no se iban a arriesgar a quedar fuera de la elección por la presidencia municipal de Colima.
Aunque al principio se especuló con que Leoncio Morán Sánchez sería el candidato, por eso de la estupidez de los lineamientos y la equidad de género tuvieron que meter a su esposa, la señora Azucena López Legorreta.
En los hechos, sin embargo, el verdadero competidor será Locho Morán. Y si alguien incomodó y sacó de sus casillas a Anguiano Moreno mientras fue gobernador es, precisamente, Leoncio Morán.
En estos momentos, como estaba la campaña, ni Viridiana Valencia ni la candidata de MC se ocupaban de Riult Rivera, tal vez porque sabían que no tiene ninguna posibilidad ante ellas; con la candidatura de López Legorreta, lo que sí podemos asegurar es que vendrá una campaña de descalificaciones hacia la abanderada de Movimiento Ciudadano, cierto, pero también en contra del abanderado del PRI y el PAN.
Riult Rivera no había recibido ningún señalamiento de parte de los candidatos a la presidencia municipal de Colima, aunque su equipo legal sí estaba empeñado en sacar de la jugada a dos candidatas que le estorbaban; ahora sí va a recibir ataques que tendrá que responder ante la prensa que sí hace cuestionamientos, no a la que le paga para que lo entrevisten una vez por semana.
Si en el equipo de campaña de Riult Rivera calcularon que sacando de la contienda a Viri Valencia iba a tener un día de campo, esperando que hagan lo mismo con la candidata de Movimiento Ciudadano, lo cierto es que se les apareció un contrincante que no esperaban.
Leoncio Morán podrá ser un misógino, un sujeto que no respeta las leyes y alguien que desvió más de 50 millones de pesos de las aportaciones de los trabajadores cuando fue alcalde de Colima, pero sabe operar en campañas políticas y más de 10 en las que ha sido candidato son una muestra clara de ello.
En la campaña extraordinaria para gobernador, ante la muerte de Gustavo Vázquez Montes, el corto periodo de campaña que hubo casi le alcanza para ganar.
Un mes es más que suficiente para que Morán Sánchez comience un despliegue por tierra junto a su esposa para dejar en un tercer lugar a Riult Rivera.
Y si Viri Valencia resulta ser la candidata a la diputación federal por el Distrito I, adiós a las aspiraciones de Crispín Guerra Cárdenas, que nomás se quedará con las ganas.
Nadie sabe para quién trabaja, ¿verdad, Riult?