Riki Rikín Sánchez Arreguín

POR Jorge Octavio González

Ricardo Sánchez Arreguín, golpeador a sueldo de Indira Vizcaíno, en algún bar de mala muerte de la zona

Cuando concluyó la administración municipal de Brenda Gutiérrez Vega como presidenta municipal de Villa de Álvarez, allá por el 2012, Ricardo Sánchez Arreguín quedó en el desempleo; pasaron los días, las semanas, los meses y no veía claro que se acomodara en algún lugar para sostener a su familia.

En las elecciones del 2012 su jefa Brenda Gutiérrez, hoy de nuevo compañera suya en el gobierno del Estado, competía en el segundo lugar de la fórmula al Senado de la República; en el primer lugar iba Jorge Luis Preciado, a quien todos culparon de haber saboteado a su ahijada política para que perdiera y no lograra alcanzar el escaño en el Senado.

Sánchez Arreguín, esperanzado en que Brenda Gutiérrez Vega se lo llevara como asesor al Senado de la República, la apoyó todo lo que pudo; como el fanático que es, se metió con todo aquél que cuestionara a la panista: calumnió, difamó y polarizó con tal de que su jefa ganara las elecciones. Perdió.

Fue a finales de octubre del 2012 cuando, después de pedir prestado a sus amigos de cien o 200 pesos para llevar algo de comida a su casa, se le ocurrió ir a Metlife, donde había contratado un seguro. “A partir de mayo, y hasta hace quince días, cada quincena me descontaban de mi sueldo, por concepto de este seguro. Acabo de salir de la oficina de Metlife y me informan que ese dinero que me descontaban jamás ingresó a Metlife, y que, por tanto, mi seguro fue cancelado en el mismo mes de mayo”, relató.

Molesto, irascible por el dinero que esperaba obtener y no pudo, lanzó furioso lo siguiente: “¿Cómo es posible tal deshonestidad? ¿Qué los panistas no decimos ser diferentes a los priístas? ¡No puedo creer que nuestra gente haya cometido injusticias como ésta, que me consta, y las que se están mencionando en redes sociales, que no me constan! ¿Desde cuándo nos priizamos?”, se cuestionó el entonces panista de hueso colorado que se escandalizaba por haberse priizarse el grupo con el que laboraba.

Lo anterior es lo que publicó en redes sociales para manifestar su indignación ante el robo en despoblado que sufrió con el seguro que contrató. Pero en privado no bajaba a Brenda Gutiérrez de “pinche vieja ratera; hasta el seguro de Metlife se robó la hija de la chingada”, que lanzaba a todo aquél que lo escuchaba casi al borde de las lágrimas.

De la noche a la mañana, de pasar de ferviente aplaudidor de Brenda Gutiérrez, a la que veía como la persona más preparada para llegar a representar a los colimenses en el Senado de la República, pasó a ser una vulgar ratera y otras linduras que aquí no se pueden reproducir por la violencia alarmante ejercida hacia una mujer como la hoy oficial del registro civil del gobierno del Estado.

Lo que no aprendió Ricardo Sánchez, hoy con un sueldo de 40 mil pesos al mes por golpear en redes sociales a los enemigos de Indira Vizcaíno Silva a través de la OFICINA DEL C. GOBERNADOR, es que ya una vez se quedó en el desempleo y se las vio negras; tan mal le fue que hasta tuvo que poner un carrito de hot dog con su entonces esposa y suplicaba por redes sociales que le compraran para poder subsistir, aunque los que llegaron a pedirle por compasión se quejaban de que estaban malísimos.

Él cree, por cómo se solaza en sus escritos, que va a ser el defensor a sueldo de la gobernadora toda la vida. Si bien le va, sólo estará cinco años más; si las organizaciones a las que traicionó la gobernadora se la cobran será en cualquier momento; o si la gente lo pide en la revocación de mandato se irá en el 2025.

Ricardo Sánchez se creyó al pie de la letra lo que su verdadero jefe dijo en una ocasión, en la presentación de un libro, donde afirmó que, después de tantos años de los gobiernos neoliberales y corruptos, los de MORENA merecen quedarse al menos 60 años más en el poder, porque seis años no iban a ser suficientes para enderezar al país.

Al margen de que esa mentalidad es de un cacique y aspirante a dictador, es una jalada del pinchi chapulín Arnoldo Vizcaíno Rodríguez; lo peor es que Ricardo Sánchez sí se la creyó y asume que estará en el gobierno del Estado hasta que se muera.

No te aceleres, Riki Rrikín Sánchez Arreguín: ustedes van a salir destapados como tapón de sidra más pronto de lo que creen.

Y cuando eso suceda verás que los agravios que cometiste no se olvidarán.