POR Luis Fernando Moreno Mayoral
Raymundo González Saldaña debiera saber que todo el personal NO identificado con la presidenta municipal de Colima sería cesado por apoyar a otra persona.
Que se esperaran a que concluyera la campaña electoral fue por mera estrategia: si lo hacían antes, habrían tenido a todos los despedidos cuestionando a la candidata de Movimiento Ciudadano y filtrando información interna para perjudicarla.
La señora perdió y ya no hay vuelta de hoja; lo que sigue para ella y su equipo es cobrar venganzas personales y arreglar las cuentas antes de irse.
No tendría que sorprender tal accionar si así lo hicieron en el último semestre del desastroso gobierno de José Ignacio Peralta Sánchez: una vez concluida la elección, en una conferencia de prensa se declararon en quiebra técnica y manifestaron que no tenían dinero para pagar la nómina del gobierno del Estado.
Después de eso comenzó el despido de gente que se la jugó hasta el último momento con ellos, pero a cambio recibieron una patada en el trasero y los dejaron en el desempleo en los momentos más difíciles de Colima en materia económica.
Algunos recibieron la promesa de que serían apoyados cuando entraran las nuevas administraciones priístas, pero tampoco sucedió así: pretexto tras pretexto, la ayuda fue negada y nunca se concretó nada.
Ellos, en cambio, se sirvieron con la cuchara grande: cargos de primer nivel, puestos que se inventaron y chambas para las amiguitas y amiguitos.
Que no se espanten, pues, que la mayoría de ellos vio la oportunidad de irse a otras opciones políticas para tener una estabilidad laboral.
Y tampoco comiencen a señalar de traidores a quienes no quisieron correr en una aventura que estaba destinada al fracaso desde el momento en que la presidenta mintió descaradamente sobre su renuncia al PRI y el deslinde de actividades partidistas.
Benjamín Alamillo fue una muestra palpable de las transas que estuvieron dispuestos a cometer con tal de agenciarse un cargo de elección popular; en el caso del delegado nacional de MC, la diputación plurinominal que, afortunadamente, se la quitaron en los tribunales.
Probablemente Raymundo González Saldaña rea recontratado en la próxima administración y siga cobrando jugosamente como hasta esta quincena de junio; sólo tiene que esperar poco más de tres meses para ello.
Los que de plano ya no tendrán la confianza de la gente y de quienes los apoyaron sinceramente son los que ya se van de la administración municipal, en donde al menos Carlos Arturo Noriega García podría ser el primer encarcelado por el desvío de recursos de la administración de su ex jefe Ignacio Peralta.
¿Quién los ayudará ahora?