POR Jorge Octavio González
En medio de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, dos policías han sido asesinadas la semana que pasó en la entidad colimense; dos jóvenes madres de familia fueron acribilladas por delincuentes que no ha querido detener la Fiscalía General del Estado de Colima.
Y es que, ciertamente, los criminales están impunes y en las calles sin que autoridad alguna los pueda detener. Algunos incluso están identificados, pero no se tiene la voluntad política de perseguirlos porque es más fácil hacerse de la vista gorda.
La primera víctima fue en la colonia Nuevo Milenio. Estaba en su domicilio. Hasta el lugar llegaron unos sujetos y le dispararon sin mediar palabra. Quedó muerta al instante. Su esposo, según se aprecia en el video que circula en redes sociales, le recrimina por qué se había metido a la corporación.
María Guadalupe Sánchez iba con su hijo en el vehículo; estaba a punto de trasladarlo a su escuela. Unos sujetos se emparejaron a la altura del carro, apuntaron la pistola y descargaron todas sus balas, matando casi al instante a la mujer, mientras que el joven fue herido de gravedad. Horas más tarde se sabría que también falleció.
Las dos eran policías. Las dos eran mujeres. Y las dos debieron tener la mayor protección por el alto riesgo que corren en el ejercicio de sus funciones. No fue así. A ellas, una vez que salen de la corporación, las dejan como una ciudadana más, sin la posibilidad de contar con un arma de fuego para defenderse de algún ataque.
El colmo del cinismo fue la foto que circuló en redes sociales de la Mesa de Coordinación Estatal para la Construcción de Paz y Seguridad del pasado 27 de febrero: de entre los mismos de siempre, destacó uno en particular, y es José Rodríguez Bautista, vínculo del gobierno con las organizaciones criminales, de acuerdo a la confesión de Brenda Guadalupe Ríos Reyes, asesinada hace varias semanas en la capital del Estado.
Si hay asesinatos todos los días, de ciudadanos comunes y corrientes y de policías, es porque existen sujetos en las corporaciones que fungen como enlaces con los criminales.