POR Jorge Octavio González
Martha Zepeda del Toro, en su enfermizo afán de ser candidata de MORENA a la presidencia municipal de Manzanillo a costa de lo que sea, ha recurrido a la estrategia más burda y ruin: llevar a gente de escasos recursos a sus protestas violentas para provocar una tragedia.
Una señora que acudió a la Fiscalía General del Estado de Colima, de edad avanzada, comenzó a sentirse mal y estuvo a punto de colapsar por la presión y estar bajo los rayos del sol; a la ex secretaria del ayuntamiento porteño eso no le interesa, sino hacer el mayor ruido posible para que, desde las cúpulas del partido oficial, le regalen una candidatura que no merece y la absuelvan de todos los delitos que está enfrentando por sus errores y omisiones.
Alrededor de 30 personas, dispuestas a cerrar el Libramiento Ejército Mexicano y enfrentarse a la policía a la orden de su patrocinadora, generaron caos ayer martes a las afueras de la Fiscalía de Colima; el objetivo era confrontar al fiscal general y gritarle todo tipo de improperios e insultos, tal y como lo hicieron con el fiscal anticorrupción la caterva de reventadores que llevó a la audiencia hace dos viernes.
Martha Zepeda, que en todo momento insistía que su manifestación era pacífica, en realidad tenía el objetivo de sacrificar a alguno de los pobres acarreados que fueron con engaños y algunos otros con algún incentivo para que la policía los golpeara e, incluso, los baleara.
Ese habría sido el escenario perfecto para la depuesta secretaria del ayuntamiento de Manzanillo: que corriera la sangre para hacer campaña encima de los muertos.
Al margen de que Martha Zepeda es una profesional en armar circos y aprovecharse de la gente ingenua y del más bajo estrato social, vale la pena preguntar quién está financiando la campaña golpista de la ex perredista. ¿De dónde sale todo el dinero para la movilización de decenas y decenas de personas a Manzanillo, a la Ciudad de México, a Colima, con todo lo que ello representa: transporte, comidas, viáticos, hospedaje y algún bono?
Porque, hay que decirlo con todas sus letras, lo que la mano derecha de la presidenta municipal está haciendo no es más que una campaña anticipada para lograr la candidatura al puerto de Manzanillo, esto cuando está enfrentando dos juicios y en uno de ellos ya fue vinculada a proceso por el delito de falsedad de los servidores públicos y, como medida cautelar, un juez ordenó su destitución como secretaria del ayuntamiento manzanillense
El dinero corre a raudales; eso se ve y está más que claro que Martha Zepeda lo tiene. La cuestión es, ciertamente, de dónde proviene y quién la está patrocinando en su campaña golpista en contra de las instituciones del Estado y manchando el proceso interno de Movimiento de Regeneración Nacional.
Ya lo dijo en una conferencia de prensa: si los resultados le son adversos es señal de que la dirigencia local de MORENA metió las manos para favorecer a la candidata de la gobernadora. Más que claro: si no es ella la candidata a la presidencia municipal de Manzanillo, entonces el proceso interno habrá sido un total fraude y simulación.
Pero esa es la tarea y la consigan de Martha Zepeda del Toro: golpear a las instituciones del Estado y generar desconfianza en el método del partido MORENA en la selección de candidatos a los diversos puestos de elección popular.
¿Quién, insistimos, financia esta campaña golpista?