POR Luis Fernando Moreno Mayoral
¿Ganarse la postulación del PRI y el PAN a la gubernatura del Estado en el 2027?
No lo creo: ella ha dicho una y mil veces que no quiere ser.
Pero, como el clásico de un líder sindical, puede salir con que, si la aclaman, se sacrificaría por la patria.
Mely Romero Celis, perdedora en la pasada elección para gobernador, anda muy movida en el Senado de la República para hablar de los temas torales del país.
Se le vio, cuando se estaba discutiendo el tema del Infonavit en comisiones, a un lado del coordinador de la fracción parlamentaria del PAN: Ricardo Anaya Cortés.
El protagonismo, sin embargo, no es de gratis.
Algo quiere: el problema es que no se sabe qué.
Si quiere la postulación del Revolucionario Institucional, primero debe ganársela a pulso; hay otras aspirantes que tienen más derecho que ella por el sólo hecho de que ganaron sus cargos en las pasadas elecciones con márgenes muy amplios.
Mely Romero, aunque es senadora, perdió la elección; quienes ganaron fueron la fórmula conformada por Virgilio Mendoza Amescua y Ana Karen Hernández.
Y antes de eso perdió frente a la actual gobernadora, yéndose a su rancho sin pelear y sin agradecer a la militancia y a los que la respaldaron hasta el final.
Si no tiene segura la candidatura en el PRI, menos en la alianza del PRIAN: en Acción Nacional, como sucedió en la elección para presidente municipal, Julia Jiménez echará a andar todo tipo de berrinches y chantajes para que el abanderado sea Riult Rivera.
Descartada la postulación por el PRI y por la alianza antinatura con el PAN, ¿qué es lo que quiere Mely Romero?
Porque lo más seguro es que esté buscando algo; ella no es de las que aman al país y luchan por ideales.
Tal vez no pase mucho tiempo para saber qué hay detrás del protagonismo de la priísta.