POR Jorge Octavio González
El rescate de espacios públicos, su limpieza y mantenimiento es una tarea que le compete al Municipio; no es sorpresa que en la actual administración capitalina se haya creado el programa Talaceheando contigo y que cada fin de semana personal del ayuntamiento de Colima vaya a las colonias y comunidades a hacer el trabajo de limpieza de ríos y arroyos y otros espacios.
Un diputado, sin embargo, tiene como tarea primordial legislar y fiscalizar los recursos que ejercen los gobiernos del orden municipal y estatal; ellos no manejan presupuesto para hacer otro tipo de actividades ni tienen el tiempo para distraerse en hacer la labor que le corresponde a otro ente de gobierno.
Pero eso no lo entiende el legislador de MORENA Alfredo Álvarez, quien desde que asumió el cargo en el Congreso del Estado no ha perdido oportunidad de golpear a la administración municipal e intentar duplicar funciones que sí son competencia del ayuntamiento colimense.
Con un cinismo digno de análisis clínico, el diputado del sombrero se atrevió a decir que, a razón de que comenzó a implementar un programa denominado Tequios comunitarios, por el rescate de espacios públicos, el ayuntamiento de Colima le plagió la idea con el programa Talacheando contigo.
El descaro es más que evidente: a quien sí le compete el rescate de espacios públicos y la limpieza de ríos y arroyos es a la administración municipal; quien no tiene vela en el entierro es el diputado Alfredo Álvarez, que tendría que estar legislando a favor de la población y no a entregar su voto cuando envían iniciativas del Ejecutivo.
Su ignorancia la demostró cuando, queriéndose burlar del término talacheando, indicó que buscó en el diccionario y halló que significa limpiar excusados. Así de caradura. El trabajo de limpiar excusados, como cualquier otro, es un trabajo digno; no debería ser motivo de burla de un legislador que se dice estar cerca de la gente y seguir la filosofía del presidente López Obrador.
De acuerdo a la Real Academia Española (RAE), la palabra talacha se utiliza en México para expresar “trabajo mecánico y fatigoso”.
Es un vocablo híbrido porque en sus raíces se mezclan el español y el náhuatl, ya que proviene de tlalli, que significa tierra y se complementa con el español hacha, los cuales se fusionaron para formar tlalhacha.
En la actualidad, sin embargo, cuando alguien explica que está haciendo talacha se refiere a que se encuentra realizando un trabajo arduo, puramente físico y muy pesado.
Alfredo Álvarez, ante esto, quedó como un mentiroso: no sólo no buscó el significado de talacha en el diccionario, sino que ni siquiera sabe el náhuatl; sólo es una pose para hacerse pasar como cercano a las comunidades indígenas. Si en realidad supiera hablarlo y entenderlo sabría que la palabra talacha tiene raíz náhuatl.
Tan exitoso e importante es el programa Talacheando contigo que el pasado fin de semana, en la Avenida Leonardo Bravo, en las colonias La Antorcha y Nuevo Paraíso, la Secretaría de la Defensa Nacional y personal del gobierno del Estado se sumaron al programa y estuvieron haciendo labor de limpieza con la presidenta Margarita Moreno.
Y por si esto no fuera suficiente, en agosto del año pasado la presidenta municipal de Colima, acompañada de la directora de Servicios Públicos, Itzel Luna Corral, compartieron información con las autoridades de Redwood City, California, sobre el programa Talacheando Contigo, a través del cual se han recolectado 50 toneladas de basura en jardines, márgenes de ríos y otros espacios del municipio de Colima.
Decir que el programa del ayuntamiento de Colima surgió a raíz de los Tequios comunitarios que viene implementando el diputado Alfredo Álvarez, además de denotar una enorme soberbia, es una vil mentira; el problema es que el legislador asume que está en lo correcto y que, en lugar de legislar y fiscalizar en el Congreso del Estado, que es para lo que lo eligieron, su trabajo es ir a las comunidades de Colima para hacer un trabajo que ya viene realizado la administración municipal.