POR Jorge Octavio González
Indira Vizcaíno no se la esperaba: el presidente Andrés Manuel López Obrador reveló en la conferencia mañanera en Manzanillo que la gobernadora había sido amenazada, pero que, para su tranquilidad, ya la estaban protegiendo desde el gobierno federal.
La mandataria no esperaba que AMLO dijera eso; incluso en la toma que le hacen se le nota sorprendida, como si quisiera enterrar la cabeza para que nadie la viera. No lo tenía previsto porque ese tema jamás lo ha querido tocar ante los medios de Colima ni ha habido siquiera un comunicado al respecto.
Lo que hizo López Obrador fue legitimar la autenticidad de los mensajes amenazantes que se dejaron en diversos puntos de la entidad donde le recuerdan sus compromisos incumplidos con las organizaciones criminales, con las que pactó en campaña para llegar a la gubernatura, como también lo ha señalado José Bernabé Brizuela alias La Vaca y un lugarteniente de éste en un canal de Youtube con un analista de temas del narco, donde incluyen a Arnoldo Vizcaíno Rodríguez en las negociaciones.
¿Por qué, si Indira nunca ha querido hablar al respecto, AMLO reveló lo de las amenazas? No hay que olvidar que el presidente vino a la entidad a respaldar a la gobernadora ante la debilidad y fragilidad que ve en ella; le tiene un cariño tan especial que prefiere dar la cara por ella antes que la sigan despedazando por sus deslices y torpezas en el ejercicio de gobierno.
Tal vez, al hacer las revelaciones, López Obrador intentó victimizar a la gobernadora para que valoren su esfuerzo por continuar al frente del gobierno del Estado, pese a las amenazas de quienes casi siempre cumplen con su palabra.
Dijo que, aun amenazada, ha resistido y sigue adelante; obvia decir que la gobernadora no está sola ni transita por el territorio colimense por su propio pie. Ella tiene a su disposición a decenas de escoltas fuertemente armados y se desplaza en camionetas con el blindaje más alto de ese tipo de vehículos, con valor de más de 3 millones de pesos. Sólo Tey Gutiérrez, presidenta de Villa de Álvarez, está en similares condiciones.
Los demás políticos, desde alcaldes, diputados y funcionarios locales y federales, se mueven en sus propios carros y no requieren de seguridad privada ni pública; con Indira Vizcaíno no es así porque se metió con criminales que no perdonan una traición.
Si bien el presidente de la República no dio detalles de las amenazas ni de quiénes provienen, en el fondo se sabe que el Cártel Jalisco, según La Vaca, ordenó asesinarla por no cumplir con los acuerdos que llegaron en la campaña del 2021; el criminal hoy detenido por las fuerzas federales, que no tomaron en cuenta a las de Colima para su detención en la Ciudad de México, reveló en diversas ocasiones que se negó a acatar la orden de sus ex jefes y que por eso decidió fundar su propia organización criminal.
Con todo lo anterior, es verdaderamente penoso escuchar a Indira Vizcaíno decir en su Informe de Gobierno que gobiernos anteriores pactaban con el crimen organizado y que incluso los dejaban trabajar sin molestarlos y hasta les daban cargos en la administración estatal, pues si a alguien se le ha probado pactar con criminales es a ella, a quien los propios integrantes de la delincuencia la exhibieron como una mentirosa que no cumple sus promesas.
Y eso, desde luego, es algo que en Colima se sabe: Indira Vizcaíno es mitómana y un día dice algo que al siguiente cambia. Es una mentirosa compulsiva, adicta a la falsedad, tal vez por enfermedad o por simple placer.
En su Informe de Gobierno, primero en el Congreso del Estado y después en el evento de gala en la tarde, Indira Vizcaíno sólo agradeció a sus dos hijos por dejarla trabajar, sin mencionar a su esposo. ¿Ya ven que decíamos la verdad sobre el hecho que utiliza a su familia para generar una falsa percepción de unidad? Hasta en eso miente; lo peor es que sus hijos se darán cuenta cuando sean mayores.
Para mala fortuna de Indira Vizcaíno, López Obrador se irá en dos años más, por lo que la protección que hoy goza del gobierno federal desaparecerá. ¿Qué hará entonces la gobernadora? Porque si algo ha quedado demostrado es que los criminales pueden esperar años para cumplir sus amenazas, pero de que las cumplen las cumplen.
La preocupación de Indira es normal: nadie que releve a López Obrador la cuidará como él.