POR Jorge Octavio González
Son varios los frentes que Griselda Martínez Martínez ha abierto en contra de representantes de Poderes en la entidad, como el Ejecutivo y el Legislativo, pero también en contra de la Fiscalía General del Estado de Colima y los regidores de su propia administración, especialmente los de su partido MORENA.
¿Qué es lo que le espera a la presidenta municipal políticamente si prácticamente está peleada con todos los que tienen que ver con las definiciones de candidaturas para el 2024? ¿Acaso creerá que el pueblo bueno y sabio que la evalúa mejor que las demás alcaldesas, que la gobernadora Indira Vizcaíno y el presidente Andrés Manuel López Obrador la va a aclamar para que repita en el encargo —aunque ya no lo puede hacer legalmente— o en alguna otra posición? ¿En cuál?
La pluma del régimen, acusado de extorsionador por su propia ex pareja, ha señalado que son varios los contendientes que tiene Martínez Martínez para alcanzar la nominación de la fórmula al Senado de la República: Viridiana Valencia Vargas, Rosi Bayardo e, incluso, el pinchi chapulín y poder tras del trono Arnoldo Vizcaíno Rodríguez.
Si esa es la posición que desea, algo que sería lógico dado que ya no puede tener un tercer periodo al frente del ayuntamiento de Manzanillo, Griselda Martínez la tiene demasiado complicada; al menos para que ella no sea la candidata los demás son capaces de unirse y elegir uno de entre los tres para ser el digno representante de Colima en el Senado de la República.
En Manzanillo, sin embargo, también se la están poniendo difícil para dejar un sucesor o sucesora: el oficialismo quiere a Rosi Bayardo, que ha bajado bonos tras dejar la Secretaría de Desarrollo Económico, o puede salir de emergente Andrea Naranjo Alcaraz, aliada de Indira Vizcaíno vía Rogelio Rueda Sánchez.
Indira Vizcaíno, con tal de no ver a un cuadro identificado por Griselda Martínez en la alcaldía manzanillense, es capaz de apoyar con todo a la pupila más avanzada de Rueda Sánchez, aunque eso signifique lo obvio: que la gobernadora y el ex alcalde porteño, señalado de miles de crímenes y actos de corrupción, tienen una alianza que va más allá de la política. Y ahí tiene mucho que ver el amanuense de ocasión, el mercenario que dejó el periodismo para incursionar en la política y en los negocios, Miguel Ángel Vargas Vaca, con 60 millones de pesos a su disposición en este 2023 para manejarlos a discreción y otorgar contratos por adjudicación directa a medios amigos y socios.
¿Qué espera Griselda Martínez de este episodio de confrontación contra todo el sistema que representa el MORENA de Indira Vizcaíno? Del gobierno del Estado no puede esperar trato cordial ni reconocimiento a lo que se hace en el puerto; de los diputados del Congreso del Estado puede esperar más trabas para las leyes e iniciativas que envíe el ayuntamiento de Manzanillo. De sus regidores en el Cabildo tampoco puede esperar nada bueno; de sus compañeros de partido menos, pues tienen la orden de Casa de Gobierno de no darle tregua.
¿Y de la Fiscalía General del Estado, a cargo de ese inútil y bueno para nada mini fiscal Bryant Alejandro García Ramírez? Por supuesto que no hará nada para caminar en las denuncias que interpuso desde la administración de Ignacio Peralta en contra de Virgilio Mendoza y Gaby Benavides, acusados con pruebas de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores de desvío de recursos, en especial el dueño del Partido Verde en la entidad, que utilizó una tarjeta para gastos personales —que fueron millones de pesos— con cargo a las finanzas del ayuntamiento de Manzanillo.
Lo que sí está haciendo el señalado por la Secretaría de la Defensa Nacional por sus nexos con el Cártel Jalisco Nueva Generación es acelerar lo más que pueda las denuncias en contra de Griselda Martínez, sobre todo la de las regidoras que la acusaron de acoso y hostigamiento, algo de lo que también se quejó el violento y frustrado Rubén Romo Ochoa.
¿Y dónde están los medios de comunicación que tiene Griselda Martínez en la nómina? Al menos el que más recursos tiene, Carvajal Berber Noticias, cobrando en silencio contratos en el gobierno del Estado.
Vaya que Griselda Martínez tiene un gris panorama en el 2024.
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