POR Jorge Octavio González
El PRIMOR en Colima, más que vigente
Pese a que en Colima el gobierno del Estado, el Congreso del Estado y algunos ayuntamientos de MORENA han hecho un pésimo trabajo y hay un sinfín de temas para explotar todos los días para exhibirlos, la oposición no está en su papel; más bien parecen aliados del sistema y pretenden nadar de muertito lo más que puedan.
Así sucedió al inicio de la Legislatura, cuando la caprichosa y descarada Viridiana Valencia Vargas trataba como a sus empleados a los demás diputados y les imponía la agenda con toda clase de trampas y argucias para salirse con la suya.
Los únicos legisladores que siempre han mantenido un discurso similar, cuestionando a la bancada de Movimiento de Regeneración Nacional y a la propia gobernadora del Estado, son Héctor Magaña Lara y Crispín Guerra Gutiérrez.
De ahí en más los demás diputados están para llorar. No sólo ceros a la izquierda como Rigoberto García Negrete, el R-2, un sujeto siniestro y tan ruin y mafioso como su hermano Lupillo; también tribunos como José de Jesús Dueñas García, alias Chuy Dueñas, Miguel Ángel Galindo, Fernanda Salazar y Lizzie Moreno Ceballos.
La reunión de consejo para elegir al director de CIAPACOV dio luces al respecto: todos los diputados líneas arriba mencionados votaron a favor del porro sinvergüenza y agresor de mujeres Vladimir Parra Barragán, salvo Magaña y Guerra Cárdenas, que se abstuvieron.
Todavía antes habían hecho algo similar: pese a los antecedentes de corrupción y autoritarismo de Brenda Gutiérrez Vega, votaron a favor de que fuera la primera secretaria general del Congreso del Estado, aunque después, por pleitos de egos con Viri Valencia, ésta decidió correrla para imponer a otra impresentable, Carmen Virgen Quiles.
Y ahora lo volvieron a hacer cuando votaron a favor del Dictamen por el que se autoriza al Poder Ejecutivo del Gobierno del Estado para llevar a cabo el refinanciamiento y/o reestructura de la deuda pública directa de largo plazo del Gobierno del Estado de Colima, esto es, adquirir más deuda.
Salvo Héctor Magaña y Crispín Guerra, los demás legisladores no vieron problema alguno en votar para que la gobernadora se endeudara como quisiera, cuanto quisiera en el momento que quisiera; así en la misma sintonía los diez ayuntamientos, que estarán felices por poder adquirir más deuda cuando se les acabe lo programado y necesiten más para tapar los pozos que abrieron.
El diputado Chuy Dueñas, en el colmo del cinismo, se atrevió a decir que “la reestructuración de la deuda pública permitirá un ahorro de 5 a 8 millones de pesos mensuales, todo esto deberá traducirse en la atención de acciones prioritarias en obras de infraestructura básica que se contempla para todos los municipios”.
El propio Crispín Guerra, en tribuna, dijo que en ninguna parte del dictamen dice para qué van a ser aplicados los recursos que se solicitan, por lo que el diputado priísta actúa igual que siempre: votar a favor sin chistar todo lo que proponga la gobernadora de Colima, sin importar traicionar a su bancada.
“Cómo (sic: es como, sin acento) oposición responsable, apoyo este tipo de mecanismos que generan decisiones impopulares, pero que son necesarias para atender las demandas de la población Colimense”, dijo cínicamente este mediocre representante popular del PRI, cuando desde el inicio se especificó que no existe un plan delineado de obras y acciones para que se apliquen los recursos que se pidan.
La biografía de José de Jesús Dueñas García es harto conocida por tener cargos púbicos donde no ha destacado para nada y sólo brinca de acuerdo a las circunstancias políticas; hoy como diputado ha demostrado ser una desilusión y por supuesto que será el último cargo de elección popular que gane.
MAÑANA: El pacto que hicieron Lizzie Moreno e Indira Vizcaíno.