POR Édgar Rodríguez H
El primer acto de la obra “Arreglo brecha Jalipa” lo escenificó la protagónica diputada local porteña Andrea Naranjo Alcaraz, ex priista conversa al morenismo por así haber convenido a sus intereses. Acompañada de sus ex camaradas priistas que le sirvieron de porristas, Mauricio Sánchez, Ramón Decena y Jesús Sánchez, la ex asistente del ahora Notario Público de Manzanillo, Rogelio Humberto Sánchez, posó ante la cámara para hacerse un video adornándose como si fuera fruto de su gestión legislativa, el arranque de los trabajos en su segunda etapa del arreglo de una brecha de dos kilómetros en la comunidad de Jalipa.
“Agusadilla desde chiquilla “, en su afán de ganarse las simpatías de los porteños para que la acepten como su próxima alcaldesa, Andrea le dio vuelo a su video en las redes sociales, pero no contaba con que, en un segundo acto de la misma obra, la alcaldesa de Manzanillo, Griselda Martínez M. se presentaría un par de días después en el mismo sitio escoltada por Erika María Reynoso Figueroa, Gerente de Comercialización; y Edmundo Castro Apolonio, Gerente de Ingeniería, de la Administración del Sistema Portuario Nacional de Manzanillo (ASIPONA) , para formalizar el arranque de los mencionados trabajos con los que, farolera, Andrea, nueva amiga del gobernador Arnoldo Vizcaíno Rodríguez, burdamente pretendió adornarse para ganar puntos, saliéndole el tiro por la culata.
El Proyecto Ejecutivo de la obra en comento que beneficiará la movilidad de miles de personas, fue realizado por el H. Ayuntamiento de Manzanillo, los recursos económicos son aportación de ASIPONA y la construcción con cemento hidráulico estará a cargo de una empresa solvente que se compromete a terminarla a finales del mes de junio próximo, misma que coordinada está con la Comisión de Agua Potable, Drenaje y Alcantarillado de Manzanillo (CAPDAM), para atender como se debe las obras hidráulicas que en paralelo a la vialidad habrá de realizarse.
El segundo acto de la obra, el oficial, representado por la autoridad municipal y la administradora portuaria, se inscribe en la relación ciudad-puerto en la que la diputada Andrea Naranjo no tiene ningún pito que tocar, pero como en el Congreso del Estado ella no tiene quehacer, se le hizo fácil saludar con sombrero ajeno al pueblo bueno de Manzanillo que tonto no es, como dice López Obrador, “tonto es quien cree que el pueblo es tonto”. ¡Lástima, Andrea!
La candidata de Arnoldo no cejará en su insensato empeño de lograr con el apoyo de él, la postulación a la alcaldía de Manzanillo 2024/2027 por el Partido Movimiento de Recreación Nacional, y seguirá a la caza de cuanta oportunidad se le presente para hacerse notar en el puerto, así sus tetras tarden más en llevarse a cabo que en ser evidenciadas como la obra de mejoramiento de la brecha de Jalipa.
SE DICE QUE…
En lugar de enfrentar como hombrecito las acusaciones que en su contra le tiene enderezadas la Comisión de Responsabilidades del Congreso del Estado, José Ignacio Peralta Sánchez, igual que lo hizo su concuño y cómplice Carlos Arturo Noriega García, promovió un amparo en el Juzgado Primero de Distrito. ¡No que el que nada debe nada teme!
En la ciudad de Colima, los cientos y cientos robos de autos, a casas habitación, negocios y transeúntes, de día y de noche, además de afectar el patrimonio de sus habitantes, los tienen tan estresados como las críticas periodísticas a Indira, grave situación que ni a ella ni a la segunda mejor alcaldesa del país, Elia Margarita Moreno González, les quita el sueño.
Se les pasó la mano a los genios de la mercadotecnia política que a su alcaldesa Margarita Moreno González le dieron el 58 % de aprobación ciudadana por su desempeño, y a su vecina de Villa de Álvarez, Esther Gutiérrez, con rudeza innecesaria, la reprobaron con una bajísima calificación del 30%.
Menudo favor le hacen a la alcaldesa capitalina sus empleados de comunicación social bajando de las páginas digitales a su servicio, los artículos de opinión que critican su desempeño público. Aceptando sin conceder que la que paga tiene derecho a censurar, también son de culpar quienes aceptan censurar por la paga. ¡Arrieros somos!