Nomás por fastidiar

POR José Luis Santana Ochoa

Lo que un día teje el Secretario General de Gobierno, Eloy García Alcaraz, al siguiente se lo desbarata Arnoldo Vizcaíno Rodríguez. Apenas el lunes 17 de junio de 2024, el primero de los nombrados había declarado su disposición a “debatir si es necesario, pero bajo esos términos, un diálogo respetuoso, un diálogo de altura. Debemos dignificar el oficio de la política. El debate es necesario para que se tomen las mejores decisiones, sin afrentas u ofensas, pues si en verdad el político busca el beneficio colectivo, sabrá que los argumentos son su principal herramienta, no la diatriba. El Gobierno de Colima será respetuoso de todas las voces y expresiones de cada uno de los partidos políticos, con el objeto de buscar consensos y acuerdos que favorezcan a la población”.

Pero un día después, martes 18 de Junio de 2024, el mal perdedor y peor ganador de contiendas electorales que toda su vida pública ha sido el  Comandante Vizcaíno, usurpador del derecho a nombrar diputadas locales legítimas como a la perdedora en el Distrito VI, Kate Sareth Castillo Hernández, en su calidad de propietario de la franquicia en el estado del Partido Movimiento de Regeneración Nacional, cumplió su amenaza de  ordenarle a su dirigencia formal impugnar ante el Tribunal Electoral del Estado la clara, contundente e inobjetable victoria de ahora alcalde electo de Colima, Riult Rivera Gutiérrez, quien en buena lid de su parte le ganó por dos mil votos a la candidata morenista conversa Azucena López de Morán Sánchez.

En la entrega anterior de TAREA POLÍTICA se hicieron votos porque los propósitos de apertura, tolerancia y civilidad política que formuló el Secretario General del Gobierno, Eloy García Alcaraz, para el segundo tramo de la administración estatal morenista, no fueran torpedeados como lo han sido por Arnoldo Vizcaíno Silva, protagónico sujeto que no dejará de meter su cuchara donde no debe porque así es su naturaleza.

Vizcaíno Rodríguez sabe que no hay elementos para controvertir el cómputo municipal, la declaración de validez de la elección y el otorgamiento de las constancias de mayoría y validez a quien fuera candidato de la Coalición “Fuerza y Corazón por Colima” para el Ayuntamiento de Colima, pero no obstante ello impugna para meterle ruido al próximo alcalde capitalino y a los partidos políticos Acción Nacional y Revolucionario Institucional que lo postularon. En síntesis, nomás por fastidiar.

Como los malos ejemplos cunden, también hizo lo mismo Delegado en Colima del partido “Fosfo-Fosfo” Movimiento Ciudadano, Benjamín Alamillo González, famoso por haber sido cogido en la maroma de tramitar constancia de avecindamiento en Minatitlán, municipio que nunca había pisado en su vida, para poder apuntarse en la lista de candidatos de su partido que fue barrido en las urnas el domingo 2 de junio de 2024, sin reparar en que Riult le sacó a su candidata Elia Margarita Moreno González una amplísima ventaja de 10 mil 700 votos.  Con tan amplios márgenes, nada tienen que alegar los morenistas ni sus paleros emecistas.

EL ACABO

 Arnoldo ya no se acordó de impugnar la victoria en el VII Distrito Electoral Local de la panista Sofía Peralta Ferro.

  Encolerizada por la gran derrota que los electores del municipio de Colima le infringieron a Elia Margarita Moreno González en las urnas el domingo 2 de junio de 2024, frustrándole sus caros deseos de repetir trienio como su alcaldesa, regresó a su oficina echando lumbre por ojos, boca y nariz, haciendo corredera de funcionarios y empleados de confianza porque, según ella, colaboraron como debían hacerlo con la alcaldesa interina Patricia De La Madrid Andrade, unos; y otros, porque los culpa de su derrota que todo mundo vio venir menos su Vengativa Majestad.

 Correr a empleados públicos municipales como si fueron sus trabajadores domésticos, repercutirá en juicios laborales que devendrán en indemnizaciones que la siguiente administración terminará pagando a costillas del pueblo bueno, cuando la que debiera hacerlo de su bolsillo es Elia Margarita Moreno González. ¿O no?