NO votar por golpeadores de mujeres y deudores alimentarios

POR Jorge Octavio González

En menos de una semana Riult Rivera ha demostrado que es un mentiroso profesional que, además, gusta de pegarle a su mujer y dejar sin comer a sus hijos.

Obsesionado por sacar de la contienda electoral a dos mujeres que le recordaban su frágil masculinidad, el candidato del PRI y el PAN a la presidencia municipal de Colima desquitaba su furia con su propia familia.

Mientras sus voceros y jefes políticos se desgarraban las vestiduras por un simple papel de residencia y amenazaban a los magistrados para que no registraran la candidatura de Viridiana Valencia Vargas, Riult Rivera golpeaba a su ex esposa y desquitaba ahí toda su furia y frustración.

Mientras sus financiadores y corruptos dirigentes se indignaban porque Margarita Moreno había presentado una renuncia que, según ellos, no era válida ni se había desvinculado del partido político, Riult Rivera dejaba de proveer el sustento a sus menores hijos.

Mientras Riult Rivera impulsaba recursos legales para quedar solo en la contienda electoral y no tener competencia, también ejercía violencia intrafamiliar y se convertía en deudor alimentario.

La carpeta de investigación número NSJP/COL/CJM1/235/2023 que está en la Fiscalía General del Estado de Colima y el expediente 0992/2023 que está en el Poder Judicial de Aguascalientes son una prueba fehaciente de que el panista sí tenía denuncias en su contra por violencia intrafamiliar y por deudor alimentario, respectivamente.

El problema, sin embargo, es que Riult Rivera negó en más de una ocasión que su ex esposa lo haya denunciado. La señora Vania Gutiérrez, de la Colectiva Deudores Alimentarios de Aguascalientes, además de corroborar la denuncia contra el político colimense, dijo que su negativa a reconocer que fue denunciado enciende un foco rojo sobre su persona.

Y dijo: “Si niega algo que es verdad, les niega la pensión a sus hijos, no paterna como debe ser, qué tipo de personaje será en la vida pública”, se cuestionó la activista.

Pero Riult Rivera, más obsesionado con ser candidato que en ayudar a su propia familia, decidió maniobrar para ponerse al corriente en sus responsabilidades y desaparecer como deudor alimentario.

Esto no quiere decir que, aun en el remoto caso de ganar la presidencia municipal, Riult Rivera vaya a seguir cumpliendo con la ley; lo más probable es deje de nueva cuenta de proveer alimentos a sus hijos porque su objetivo principal se habría cumplido, que es ganar la alcaldía capitalina.

De lo que no se va a salvar es de la denuncia penal que tiene en su contra en la Fiscalía General del Estado de Colima: si bien pueden llegar a un acuerdo, esto depende de la víctima, que ya ha manifestado que quiere la detención inmediata de su agresor y la reparación del daño por la violencia física que ejerció hacia su persona en momentos de ira y odio.

En cualquier lugar donde la sociedad respete a sus mujeres y se indigne cuando un sujeto deja sin comer a sus hijos, un tipo como Riult Rivera sería destituido de su candidatura de inmediato y lo obligarían a cumplir con sus responsabilidades como padre.

Pero como eso no sucederá, porque los que lo impusieron son igual de corruptos que él, el domingo 2 de junio sería la ocasión ideal para que la gente castigue al candidato del PRIAN a la presidencia municipal de Colima con el repudio en las urnas; hacerlo de tal manera que ni siquiera alcance la votación para llegar como regidor.

Pero en fin: esa será decisión de la gente que, en dos días más, esté en la intimidad de la casilla electoral y cruce el recuadro de la candidata que mejor los represente y tenga acreditado trabajo a favor de la niñez y las mujeres colimenses.

Los colimenses estamos obligados a no votar, en primer lugar, por un golpeador de mujeres y un deudor alimentario.