POR Bibiano Moreno Montes de Oca
No lo demuestra, porque se lo guarda en lo más profundo de su ser, pero a amlo le duelen como cortadas de carrizo las marchas ciudadanas en las que él no participa y sobre las que no tiene ningún control. Después de la marcha del domingo anterior, así como de la de noviembre del año pasado, el inquilino de Palacio Nacional lanzó escupitajos, pataleó, manoteó y fue víctima de la incontinencia verbal que lo caracteriza y que lo pinta como lo que es en realidad: un viejo tirano bananero que aspira a morir teniendo al país en un puño.
No asombra su capacidad de cinismo ni de la de sus acólitos, que se mimetizan para que la gente los vea igualitos al tabasqueño. Así, descalifican un movimiento totalmente ciudadano para deslegitimizarlo, pero sólo porque ahora no lo encabeza el macuspano. Figuras siniestras como los impresentables Adán Augusto López, Claudia ¡Shit!-baum (si usted no sabe lo que significa shit, en inglés, consulte el diccionario o Wikipedia) y Mario la Perra Colimota Delgado Carrillo, secretario de Gobernación, jefa de Gobierno de la Ciudad de México y líder nacional de Morena, respectivamente, emplean el lenguaje corporal y hasta los balbuceos del senecto para verse más a tono.
Con descaro, propio de un sujeto muy limitado –física e intelectualmente—, el paisano de amlo, Adán Augusto López Hernández, tuvo el cinismo de calificar de “trasnochados” a los participantes de la marcha a favor del INE del domingo pasado. ¿Por qué trasnochados? Sepa la madre, pero en su hueca cabeza, que contiene un poco de aserrín, el viejo tabasqueño creyó que era lo más apropiado para insultarlos, así como su patrón lo hace diariamente en su tempranero sketch cómico-mágico-musical llamado la Marranera.
De la marcha anterior, la de noviembre del 2022, el mismo titular de la Segob la había calificado de “caricatura”, seguramente porque no iba al frente de ella amlo, que durante años fue el rey de las marchas y era el que se presentaba a todas, como si la patente para encabezar marchas ciudadanas la hubiera patentado para su uso exclusivo. Así, si una marcha no era encabezada por el senil inquilino de Palacio Nacional, no contaba, era pirata, se descalificaba en automático y, en fin, no tenía ninguna validez. Y, claro, la patente exclusiva de las marchas es de amlo, que se la llevará a la tumba.
La jefa de Gobierno de la CdMx, Claudia ¡Shit!-baum, minimizó la marcha del 26 de febrero, negando que siquiera hubiera llegado a 100 mil asistentes, cuando las cifras más confiables hablan de la presencia de cerca de 500 mil almas en el Zócalo capitalino, sin contar las otras miles de personas que se presentaron en las marchas organizadas en un centenar de ciudades de todo el país, además de otros lugares del extranjero. Pero el cinismo de la ¡Shit!-baum queda patente cuando presume que el Grupo Firme reunió en el Zócalo a 300 mil, cuando la marcha a favor del INE fue superior. De plano, la tía no cuenta ni sabe contar.
A la ¡Shit!-baum Pardo no se le olvida que, en los comicios intermedios del 2021, perdió más de la mitad del territorio que gobierna, pero lo más seguro es que en el 2024 se quede con las manos vacías por su pésimo gobierno que los capitalinos no le van a perdonar en las urnas, aun cuando aún se jacten los morenacos que la CdMx es su bastión. Lo peor de todo es que, a pesar de ser amlo un individuo con bastantes limitaciones históricas, culturales, sociales y morales, tiene en la jefa de Gobierno a su principal clon, que habla con pausas para parecerse aún más a un bribón al que se le pueda reconocer cierto ingenio, pero que en Claudia no pasa de ser grotesca caricatura.
Por lo que se refiere a la Perra Colimota Delgado Carrillo, colimense –para nuestra vergüenza— prototipo del arrastrado, servil, abyecto y sumiso lame suelas del jefe en turno, el tipo calificó a la marcha a favor del INE del domingo anterior como “una farsa”. Viniendo de un farsante, como lo es el corruptazo y sinvergüenza de Mario Delgado Carrillo, no puede uno sino sentir pena ajena por alguien que ha perdido toda su dignidad y su hombría para convertirse en un títere, en maniquí, en marioneta, en un simple instrumento de las bajas pasiones del enfebrecido de poder y locura llamado amlo.
Después de ver las reacciones de los morenacos en el gobierno, que miran con desprecio a los ciudadanos que se manifiestan libremente en contra de la tiranía de amloco, creo sinceramente que México –y Colima— merece mejor suerte. Los mexicanos somos más que una partida de miserables que creen que se pueden eternizar en el poder indefinidamente. Bien se coreó durante la marcha del domingo pasado: “Por el INE llegaron, / por el INE se van”. No le queda otra al sátrapa y a sus sátrapas locales.
La Alianza Va por México debe continuar, pero sin el puercazo de Alejandro Alito Moreno Cárdenas, al que ya bateó el INE, aunque tendrá el descaro de buscar el amparo de las instancias electorales para intentar prolongar su agonía. Al final, los magistrados del TEPJF también le darán palo.