POR Jorge Octavio González
Martín Flores Castañeda le propinó un K.O técnico al desaliñado Mario García Ochoa y le tumbó el teatro que se inventó para darle gusto a los berrinches y sociopatías de Viridiana Valencia Vargas.
Y es que, de acuerdo al líder sindical, es cierto que los 70 millones de pesos desviados de las cuotas de los trabajadores al IPECOl sí regresaron a las arcas de origen diez días después; el problema es que el recurso no llegó a los trabajadores.
A ver si nos explicamos: la denuncia contra Carlos Arturo Noriega es por los 70 millones de pesos desviados de las aportaciones de los trabajadores; sin embargo, no hubo daño a la hacienda pública porque el recurso regresó en diez días. ¿Cuál es el problema? Que el dinero, aunque sí regresó a las arcas, no pudo ser utilizado para los trabajadores. ¿Quién se quedó con el dinero? La administración actual, ni más ni menos.
Y aquí viene lo bueno: Flores Castañeda señaló que ellos interpusieron una denuncia antes que la de los 70 millones, que es de 80 millones, que ni siquiera se ha judicializado, tal vez porque el señalamiento es directo en contra de José Ignacio Peralta Sánchez.
Dijo que hay, además, otra denuncia por parte del director de IPECOL de ese momento, por más de 400 millones, que tampoco se ha judicializado.
Para Martín Flores, pues, hay denuncias más documentadas y en contra del propio ex gobernador que ni siquiera han sido judicializadas. ¿Por qué, entonces, ya está en la Sala 2 de Juicios Orales del Primer Partido Judicial de Colima la del ex secretario de Planeación y Finanzas de la pasada administración?
Sencillo: porque se revivió únicamente para golpear a Margarita Moreno, la priísta mejor posicionada en el ánimo de la sociedad y que, de acuerdo a las encuestas, ganaría de calle la reelección en el 2024 en el municipio de Colima, algo que tiene molesta e inestable a Viri Valencia, que anhela ese cargo, pese a su indolencia, incapacidad para gobernar, su egocentrismo y los muertos que pesan sobre su oscura y podrida conciencia.
¿Por qué, como dijo Martín Flores Castañeda, no se ha judicializado la denuncia que interpuso el Sindicato de Trabajadores al Servicio del Gobierno del Estado de Colima, que es más robusta y es directamente en contra de Ignacio Peralta? ¿Por qué tampoco se ha judicializado la que interpuso el entonces director de IPECOL, que también es en contra del ex gobernador y tiene más elementos porque conoció de primera mano el manejo de los recursos de la dependencia?
Otra vez la respuesta es sencilla: porque Mario Ochoa García, el imbécil titular de la Fiscalía Especializada en Combate contra la Corrupción, es un pelele que ni siquiera se ha puesto a trabajar en serio y sólo activó la denuncia que le interesaba a la titular de la Delegación de Programas para el Bienestar de Colima, aunque es la más débil porque con los elementos que se han dado a conocer será echado abajo por la jueza que lleva el caso.
Queda perfectamente claro, con los señalamientos que se dieron desde el viernes de la semana pasada, que el expediente del torpe e inepto Mario Ochoa en contra de Noriega García es sólo una cortina de humo y no tendrá ningún fin favorable a la causa morenista.
Lástima, Viri: tu peón resultó un rotundo fracaso.