Margarita no es Insúa ni Locho

POR Jorge Octavio González

La actual administración del ayuntamiento de Colima es la que más ha propiciado el diálogo y entendimiento con el sindicato y su dirigente, siempre acordando de manera conjunta para beneficio de la clase trabajadora.

Los atrasos e incumplimientos se dieron en los tiempos de los impresentables y corruptos Héctor Insúa García y Leoncio Morán Sánchez, par de vivales que continúan viviendo de lo que robaron sin que autoridad alguna los llame a cuentas.

Cierto es que, de acuerdo a un laudo que salió recientemente, la administración de Margarita Moreno tendrá que hacer frente a esa deuda; sin embargo, se tiene que aclarar que los pasivos son de las pasadas administraciones, que desviaron las cuotas del IPECOL a sus ambiciones políticas.

Hoy, como todo problema heredado, se tienen que afrontar las consecuencias. Y es mentira que la actual administración municipal quiera rehuir a su compromiso con los trabajadores, como erróneamente se dio a conocer hace unos días de parte de supuestos empleados del ayuntamiento de Colima.

Lo peor, sin embargo, es que les echaron mucha crema a sus tacos: además de cuestionar a la presidenta municipal de no querer cumplir con el laudo, se atrevieron a señalar que sí se pagó por traer a la cantante Gloria Trevi para el Festival El Volcán.

Para hacer un señalamiento de esa naturaleza se tiene que comprobar con algún contrato o documento que avale sus dichos; el problema es que las fuentes anónimas sólo dijeron eso por despecho y coraje, sin presentar una sola prueba. Así no se vale: cualquiera puede salir a decir lo que sea y no por eso es cierto.

Si bien el dirigente del sindicato, Héctor Arturo León Alam, al principio hizo un cuestionamiento a la alcaldesa, al final estaba en su papel. Pero él sabe que siempre ha habido diálogo y entendimiento con Margarita Moreno, de tal manera que a las siguientes horas de sus declaraciones comenzaron las negociaciones para establecer un plan de pago que no afecte las finanzas del ayuntamiento de Colima, pero que al mismo tiempo se esté cumpliendo con la clase trabajadora.

Margarita Moreno no es Héctor Insúa ni Leoncio Morán; ellos a estas alturas ya estaban peleados a muerte con el sindicato de trabajadores y su dirigente, escalando la violencia hasta los balazos. La clase trabajadora puede estar tranquila: esta administración cumplirá con su responsabilidad en cuanto a los pagos que se tengan que hacer, aun cuando los verdaderos responsables de los desfalcos estén siendo protegidos por la mayoría oficialista en el Congreso del Estado por órdenes de la gobernadora.

Tampoco es Griselda Martínez Martínez, que ha recurrido a los tribunales cada que tiene oportunidad para retrasar aún más el pago a los trabajadores, que tienen que seguir con el mismo salario de hace años en medio de la inflación que no deja de subir.

No deben hacer caso a los agoreros del mal: ni se va a rehuir la responsabilidad de pagar lo que se debe a la clase trabajadora ni tampoco se le va a pagar a Gloria Trevi por venir a cantar y deleitar a los colimenses en El Volcán.