POR José Luis Santana Ochoa
En el sentido de “especular o imaginar cosas sin tener mucho fundamento racional”, como es el tema del parto y reparto entre los tres partidos políticos de la eventual Alianza “Frente Amplio por Colima (PAN, PRI, PRD)”, de las candidaturas a los cargos locales de elección popular a dirimirse en las urnas el domingo 2 de junio de 2024. Todavía no se concreta ese ayuntamiento partidista multicolor a nivel estatal, y los voceros de los propietarios de lo que resta del PRI aseguran traer en su morral las candidaturas para ellos más atractivas como la alcaldía de Colima, por ejemplo.
Quienes todo lo saben y si no elucubran, presumen que en el PRI Colima están detrás de su formal dirigente estatal Arnoldo Ochoa González, los ex gobernadores Fernando Moreno Peña y José Ignacio Peralta, poderosos señores que “tendrán influencia en la conformación de la alianza”, y que en el PAN el poder tras su dirigente estatal, Julia Lizet Jiménez Angulo, lo ejercen a plenitud los honorables Pedro Peralta Rivas y Jorge Luis Preciado Rodríguez.
Así el abarrote, los elucubradores ven de mero trámite que los militantes panistas acepten sin hacer gestos que Moreno Peña, los primos Peralta y el colero de los doce aspirantes a representar al Frente Amplio por México, Preciado Rodríguez, las decisiones que le impondrán a la dama dirigente estatal panista, Julia Lizet Jiménez Angulo, de la misma forma que lo hicieron en los comicios de 2021, coludidos, con su antecesor monigote, Miguel Alejandro García Rivera, para que el concuño del ex gobernador José Ignacio Peralta, Carlos Arturo Noriega García, se hiciera de fuero como diputado local plurinominal de la LX Legislatura Estatal, y que el grueso de la pandilla peraltista/norieguista se refugiara en el H. Ayuntamiento de Colima para seguir depredando.
De lo anterior se colige que en el PRI continúa vigente el duopolio conformado por Fernando y José Ignacio que empeñado está en usufructuar la alcaldía de Colima un trienio más, pasando por alto que en la dirigencia estatal del Partido Acción Nacional que encabezan Julia Jiménez Angulo y Francisco Santana Roldán, Presidente y Secretaria General, respectivamente, han cortado por lo sano la perniciosa influencia de quienes, Pedro Peralta Rivas y Jorge Luís Preciado Rodríguez, con sus deslealtades, traiciones y dobles juegos, desplomaron a la franquicia blanquiazul hasta el quinto lugar en las preferencias electorales de los colimenses.
Como la dupla de caciques priistas ve a la panista como Dios a los Conejos, da por hecho que para las próximas elecciones acomodarán sus candidaturas a placer, como lo hicieron en las anteriores cuando se reservaron las alcaldías de Colima y Villa de Álvarez dejándole al PAN las de antemano perdidas de Manzanillo y Tecomán, pasando por alto que el 2024 pinta muy diferente a lo que fue 2021.
Están en todo su derecho los dueños de la franquicia priista en el estado, amigos del nefasto dirigente nacional Alejandro “Amlito” Moreno cárdenas, de soñar que la luna es queso, de hacer cuentas alegres, de elucubrar que el alto mando nacional del FAM les aplacará cualquier resistencia del panismo colimense a que se las vuelvan aplicar en 2024 como lo hicieron en 2021 gracias al colaboracionismo y a las traiciones de Jorge Luís y Pedro.
Julia Jiménez Angulo no es ningún títere como lo fue para Preciado Rodríguez y Peralta Rivas, el mono porteño Miguel Alejandro García Rivera. Ella, diputada federal, tiene carácter y valor para tomar decisiones; también, el respaldo pleno de los órganos decisorios del PAN en el estado y el de su dirigente nacional Marko Antonio Cortés Mendoza. La están subestimando sus contra partes priistas locales.
Le cabe todo el derecho y le asiste la razón plena al analista porteño de corazón Baldomero Díaz Gaytán, al sentenciar que “la manzana de la discordia en el bloque del PRIAN es el municipio de Colima. Muchos en el PRI están convencidos de no respaldar la reelección de Margarita Moreno y en el Comité Ejecutivo Nacional del PAN están empujando con todo para poner en la candidatura a la alcaldía al diputado federal Riult Rivera. El PAN no va a ceder y la solidez del Frente Amplio depende de lo que suceda en las negociaciones por el municipio de Colima”. Así es, no hay más cera que la que arde.
EL ACABO
A quienes aseguran que ningún partido político en solitario ganaría la alcaldía de Colima, hay que recordarles que en las elecciones locales del domingo 1 de julio de 2018, concurrentes con las federales como serán las del domingo 2 de junio de 2024, el candidato del empanizado Partido Movimiento Ciudadano, Leoncio Alfonso Morán Sánchez, ganó la partida con 19 mil 256 votos (22% del total válido emitido), seguido de Héctor Insúa García (PAN/PRD) con 18,228 sufragios (21% del total válido emitido), Rafael Briceño Alcaraz (MORENA/PT/PES) que obtuvo 17 mil 259 cruces (20% del total válido emitido) y Walter Oldenburg Ochoa (PRI/PVEM) que se alzó con 16 mil 299 sufragios (20% del total válido emitido).
Lo mismo sucedió en Villa de Álvarez donde el panista travestido de naranja, Felipe Cruz Calvario, le ganó con una diferencia de 518 votos a quien fuera candidata de la triple alanza MORENA/PT/PES, Perla Luz Vázquez Montes, dejando muy atrás de ellos al candidato del PRI/PVEM y a la candidata del PAN/PRD.