POR Jorge Octavio González
La rijosidad con la que actuaron los maestros ayer en Colima contrasta, con mucho, con la docilidad y sumisión que tuvieron con José Ignacio Peralta Sánchez.
Hace unos años, cuando se quedaron sin sueldo y sin la posibilidad de atenderse en clínicas privadas porque el patrón no pagaba, sus líderes sindicales se arrodillaron ante la autoridad y la base los mantuvo en el cargo por mucho tiempo.
Hoy, sin embargo, el gremio magisterial salió a protestar, a cerrar vialidades y a inundar las redes sociales con mensajes de odio y amenazas a quienes les manifestaban su desacuerdo, por un asunto que, en todo caso, tendrían que estar planteando y peleando con los diputados federales y senadores de la República.
La llamada Ley ISSSTE 2025, en efecto, incluye el concepto de salario integrado y modifica las cuotas o aportaciones de los trabajadores; sin embargo, de acuerdo a la senadora Gaby Benavides, se hizo una revisión y se agregó un transitorio que va a garantizar que todos los trabajadores de base sigan pagando las mismas cuotas.
¿Por qué, entonces, la manifestación de los maestros?
Por ignorancia y por manipular a la opinión pública con un tema que apenas este miércoles 26 de febrero se verá en comisiones para su dictamen en el Senado de la República.
Habría que preguntar, en todo caso, si los incendiarios profesores ya leyeron siquiera la iniciativa de ley; es muy probable que no, pero cualquier excusa es suficiente para dejar sin clases a los alumnos y salir a poner de cabeza la vialidad en Colima.
La protesta, ciertamente, es un derecho constitucional que tienen todos los ciudadanos mexicanos; el problema es que las manifestaciones se realizan cuando hay afectaciones directas hacia un gremio o derechos adquiridos a través de los años.
La Ley ISSSTE 2025, sin embargo, es un tema que le compete, ahora mismo, a los senadores de la República; hoy miércoles estarán en comisiones para su dictamen y es el momento preciso para que vayan a presionar a sus representantes populares que estarán analizando y votando esta iniciativa de ley.
Además de Gabriela Benavides Cobos, del Verde Ecologista, también estarán Virgilio Mendoza Amescua y Ana Karen Hernández Aceves, pero también estará Mely Romero, del PRIAN; a ellos es a los que le deben reclamar lo que votarán en breve sobre la Ley ISSSTE 2025.
¿Saben a quiénes dañan e incomodan en Colima con el bloqueo de las vialidades y las amenazas en redes sociales a todos los que disienten de ustedes, maestros? A los niños, en primer lugar, que se quedan sin clases; también a los demás ciudadanos que tienen que soportar sus malos modos e insultos si osan reclamarles por secuestrar calles y avenidas.
En Colima sus marchas y manifestaciones no tendrán ningún efecto en lo que determinen los senadores este miércoles en comisiones; por ello, si en realidad quieren influir en el contenido de la iniciativa de ley y garantizar sus derechos laborales y sus pensiones, lo ideal es que se fueran todos juntos a la sede del Senado de la República para ver a sus representantes populares y que les den una solución a lo que consideran una injusticia.
De otra manera, con sus bloqueos en calles y avenidas en Colima, no lograrán nada; sólo están generando molestia y animadversión de los ciudadanos que, si bien en su mayoría son solidarios con las causas populares, tampoco toleran que se utilice un tema federal para provocar desorden y caos en la entidad.
En Movimiento Ciudadano, para variar, salieron sus representantes a sacar raja política del enojo magisterial por la Ley ISSSTE 2025.
Margarita Moreno, en todo caso, debería explicar qué hizo con los 2 millones 305 mil 500 pesos del Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social Municipal en el 2023 que, de acuerdo a la Auditoría Superior de la Federación, no pudo aclarar en qué se invirtieron.
Pero la grilla da más foco y atención mediática, ¿verdad?