Los traumas del Fiscal de Colima

POR Jorge Octavio González

Este fin de semana circuló un audio por grupos de WhatsApp de la reportera policiaca Ángeles Ávalos en donde cuestiona severamente el mini fiscal Bryant Alejandro García Ramírez.

Cabe aclarar que en el audio ella misma dice que no tiene problemas con que se replique en grupos lo que está diciendo; una vez que es del dominio público, se puede utilizar en cualquier plataforma.

“El Bryant no sirve para nada, ni siquiera para defenderlos (se refiere a los policías): les baja el sueldo, les quita días de descaso, es un perro con ellos, es un misógino, a las viejas las trata como putas”, es el inicio de una mordaz crítica al titular de la Fiscalía General del Estado de Colima.

Y es que, por supuesto, esa actitud del mini fiscal ya la habíamos advertido con anterioridad en estas páginas: es un sujeto tan limitado, tan incompetente, que utiliza el poder para humillar a los demás, porque sabe que sin el cargo es un miserable que cualquiera lo sienta de un golpe.

Bryant Alejandro García Ramírez recibió insultos y rechazos en su infancia y adolescencia por su condición física (es un enano físicamente, pero también mental) y su incapacidad por definir su identidad; para no desilusionar a su padre eligió una vida que no era la que quería, aunque en el fondo sabe perfectamente su orientación.

Como todos los humillaban y menospreciaban, incluso en el seno familiar, ahora intenta desquitarse con el poder que le dio su madrina Indira Vizcaíno, la gobernadora más nefasta, ruin, indolente, miserable y corrupta de toda la historia de Colima.

Lo que olvida el mini fiscal es que el poder se acaba y más cuando se ejerce de manera errónea y con ambición; no se da cuenta que cuando salga va a quedar desprotegido y a merced de todos los que sufrieron la ira y la prepotencia de él y sus funcionarios.

Hay quienes cuentan los días para que salga de la Fiscalía de Colima para cobrarse todas las afrentas. Pero allá ese bueno para nada y su destino, que ni nos va ni nos viene.

La parte final de la arrastrada que le dio Ángeles Ávalos al mini fiscal no tiene desperdicio:

“Y ojalá el Bryant algún día sepa lo que es tener méritos para poder llegar a ese puesto y que tenga los huevos de enfrentarse a los reporteros para responder las preguntas y no mande a su vocerdito Almazán (Francisco Javier Almazán Torres), que lo único que hace es tomar agua cuando están todos preguntándole cuántos homicidios dolosos hay en el año”.

Otra parte de la crítica se refiera a la orientación de Bryant García, pero es tan ácida que mejor se lo dejamos a la imaginación.

Lo cierto, sin embargo, es que Colima está en el primer lugar de homicidios dolosos por cada cien mil habitantes y la capital es el municipio más peligroso del mundo, todo por la incapacidad de la gobernadora Indira Vizcaíno y su inútil Fiscal de Colima, además de su secretario de Seguridad Pública Héctor Alfredo Castillo Báez.

Con un sujeto frustrado y con traumas de la infancia como Bryant García, ahora se entiende por qué en la FGE no hay resultados, no atrapan a los criminales, no resuelven los homicidios ni mucho menos los feminicidios; también por qué su ex subdirector de la Policía Investigadora colaboró con un grupo criminal que secuestró a la ciudadana americana María del Carmen López y fue detenido en las instalaciones de la Fiscalía de Colima por elementos de la Fiscalía General de la República y la Secretaría de Marina Armada de México.

Mientras Indira Vizcaíno sostenga a un corrupto que protege a uno de los cárteles que domina en la entidad, de acuerdo a los cables confidenciales de la SEDENA filtrados por Guacamayas, Colima seguirá siendo un estado fallido, con la mayor cantidad de homicidios dolosos de todo el país, con más de 100 feminicidios en lo que va del año (a unas cuantas de romper el récord de más mujeres víctimas del crimen organizado, que fue en el 2022), así como una indignante cantidad de desparecidos a los que criminalizan en lugar de buscarlos.