Los deseos que concedió MAM*

POR Bibiano Moreno Montes de Oca

Como el mitológico genio de la lámpara, Mario Anguiano Moreno, a la sazón gobernador de Colima, también concedió tres deseos que, a la postre, se convirtieron en cuatro. La historia viene más adelante: de momento, inicio esta columna de culto con la farsa que armó al PAN para hacer que lo del juicio político y el castigo ejemplar a él y su pandilla sólo quede en un simple circo mediático, pues al final de cuentas el maridaje entre panistas y maristas es real.

Como ya escribí en mi columna anterior, Mario Anguiano hizo todo lo que pudo para descarrilar la candidatura de Nacho Peralta Sánchez, en virtud de que todas sus esperanzas –y algo más que eso— fueron puestas en el panista Jorge Luis El Niño Fidencio Preciado Rodríguez, al que veía despachando en Palacio de Gobierno a partir del primero de noviembre del 2015.

Poco después, al no ver cumplidos sus planes, llevó a cabo el último intento con la colaboración del traidor Rigoberto El nudo ciego Salazar Velasco, con cuyas declaraciones en una comparecencia ante el Congreso local, que tenía que haber sido de simple trámite, se determinó la anulación del legítimo triunfo obtenido en las urnas por el priista. Una infamia más, tras la segunda victoria, aún fue perpetrada: un panista de bajo perfil impugnó el resultado, lo que se vio como medida desesperada.

En todo ese proceso de concubinato político con el PAN se notó la mano de Mario Anguiano. Así, durante la campaña extraordinaria, Preciado Rodríguez derrochó dinero a manos llenas, comprando conciencias de vocerdos locales y nacionales –algunos de ellos cotizados en dólares—; tanto así, que una semana antes de concluir las campañas, el senador de primera minoría ya había rebasado 40 por ciento del tope de gastos, sin contar que aún faltaban los cierres y, por tanto, aún le faltaba echar la casa por la ventana con más gastos millonarios.

¿De dónde salió tanto dinero para que El Niño Fidencio Preciado Rodríguez gastara a manos llenas? Del cielo no cayó, por cierto, como el maná del que habla la Biblia. La integración al equipo panista de reconocidos anguianistas, como Carlos Óscar El triglicerdo Zurroza Barrera, Jesús El cara de olla Orozco Alfaro, Armando Duro de aguantar González Manzo, además de los dos ex secretarios denunciados por la Osafig ante la Procuraduría General de Justicia del Gobierno del Estado, evidenciaron aún más la complicidad de MAM con el PAN.

Por ello, ahora que la 58 Legislatura local –de mayoría panista— tiene la gran oportunidad  de castigar al ex gobernador, son muy altas las posibilidades de que se arreglen “en lo oscurito” con el que hizo todo lo que estuvo a su alcance para entronizar al Niño Fidencio Preciado Rodríguez en la gubernatura del estado, pero sin contar que muchos más colimenses le refrendarían su confianza a Nacho Peralta en la elección extraordinaria, algo con lo que nunca contaron el de Tinajas y sus adláteres.

Ante la evidente relación de Mario Anguiano con el dueño del PAN en Colima, pues, no hay duda que al ex gobernador lo dejarán ir por piernas sus cómplices que tiene en el Congreso del Estado, que no son precisamente los diputados del PRI. Y es que, al final, no pasará del circo mediático, con propuesta de sanciones multimillonarias e inhabilitaciones de 10 (a MAM y a Blanca Isabel Ávalos) y de 6 años (al puercazo Rafael El carnicero de Lyon Gutiérrez Villalobos) incluidas, a cargo de la Osafig.

Salvo que suceda otra cosa –cosa que no sucederá—, la mayoría panista de la 58 Legislatura local se lavará las manos y dejará la bronca en manos del Gobierno del Estado, que recibió la denuncia de la Osafig por conducto de su Procuraduría. Y ante las lagunas legales en “el debido proceso” con las que se topará la instancia correspondiente, los solovinos que Preciado Rodríguez tiene en el Congreso local estarán cumpliendo con el acuerdo de dejar ir a Mario Anguiano más limpio que una toalla lavada con el detergente Ariel.

Los acuerdos “en lo oscurito” son cosa del PRI, pero a los que el PAN le entra con renovada fe desde tiempos del salinato. No obstante, los panistas van a tratar de seguirse vendiendo como el partido de la gente decente, de los honestos, pulcros y santos laicos, cuando en realidad los principales actores panuchos son tan corruptos como los de cualquier otro partido; vamos, si me apuran tantito, tal vez hasta peores, por aquello de su profunda hipocresía.

La farsa del PAN con el juicio en contra de Mario Anguiano languidecerá en breve y no pasará nada. A menos, claro, que me equivoque y los legisladores panistas saquen la casta. Pero mientras eso llega a suceder, aquí va la historia de los tres deseos concedidos por el ex gobernador.

En una reunión social a la que asistió Mario Anguiano con su aún esposa, Alma Delia Arreola de Anguiano, ésta le hacía una serie de reclamaciones que toda mujer hace a su pareja, donde se incluyen infidelidades, desatención a la familia y todo lo que usted guste y mande. El aún gobernador, con cara compungida y con la vista baja, escuchaba estoicamente el repetumpe de la bendita mujer. En esas estaban, cuando la señora le espetó, enérgica:

—Mira, Mario, para que te pueda perdonar todas tus traiciones, vas a tener que concederme tres cosas.

—Dime, Alma Delia –dijo Mario, reanimado por la extraña petición.

—Primero: quiero que me consigas una pensión.

—Hecho –dijo Mario, esperando que así de fáciles fueran las demás.

—Segundo: quiero que me entregues parte de tus bienes.

—Cuenta con eso –dijo Mario, cada vez más aliviado.

—Tercero: quiero que me entregues parte de lo que tienes en tu cuenta bancaria.

—Concedido –dijo Mario, respirando más tranquilo. Enseguida, luego de tomar vuelo, se animó a agregar lo siguiente: –Mira, Alma Delia, yo hasta he pensado en concederte un cuarto deseo.

—¿Ah, sí? –Ahora la sorprendida era la señora con una oferta que no esperaba—. ¿De qué se trata?

—¿Qué te parece que también te haga diputada local? –dijo Mario, sonriente.

—¡Perfecto, Mario! ¡Me parece muy bien! –dijo ella.

El problema fue que en este último deseo pasó como en el chiste: Mario le dejó a su ex esposa los cigarros, pero se olvidó de dejarle los cerillos. O lo que es lo mismo: sí la hizo candidata a diputada local por el tercer distrito, supuestamente por priista, cuando nada le impedía haberla colocado en el primer lugar de la lista de plurinominales, donde iría segura. Y, como todos sabemos, el cuarto deseo del ex gobernador no se cumplió.

*Columna publicada el 14 de junio de 2016.