POR Jorge Octavio González
Margarita Moreno no se quiso quedar atrás en el juego de poder y se puso a basificar a todos sus allegados y a quienes estuvieron en su equipo de campaña sin tomar en consideración la frágil e inestable situación financiera del ayuntamiento de Colima.
Al más puro estilo del cierre de la gestión de su cuñado José Ignacio Peralta Sánchez, que a 6 meses de dejar su desastrosa administración dejó con base a más de 200 trabajadores que sólo unos meses atrás fungían como coordinadores y directores generales, la presidenta municipal de Colima repitió el mismo esquema para no dejar sin trabajo a los que creyeron en su fallida aventura de reelección.
El camino que quiere seguir la conversa emecista, sin embargo, no terminó muy bien cuando inició la administración de Indira Vizcaíno: de los más de 200 trabajadores que se basificaron, al final quedaron menos de 50 que, para continuar como empleados del gobierno del Estado, tuvieron que renunciar a su base, luego de reconocer que fueron engañados por las irregularidades en el proceso de cambiar su estatus laboral.
Basta señalar que ni siquiera el Sindicato de Trabajadores al Servicio del Gobierno del Estado de Colima reconoció a los basificados del peraltismo para entender que su base era ilegal e ilegítima; sin embargo, eso ya lo sabía Ignacio Peralta y todos los secretarios y directores de los organismos descentralizados que firmaron, por lo que también debieran ser sujetos de una investigación y eventual sanción por esos movimientos irregulares.
Pero a Margarita Moreno no le interesa dañar las finanzas del ayuntamiento de Colima ni proteger a sus allegados con una base, pues, como sucedió con los basificados en el gobierno del Estado, su situación laboral ni siquiera es reconocida por el Sindicato de Trabajadores al Servicio del Ayuntamiento de Colima y su líder Héctor Arturo León Álam.
El líder sindical informó que, pese a que el tesorero invocó a todos los dioses del Olimpo cuando se dieron las bases hace unos meses, ahora, sin embargo, abrieron un periodo para recibir más solicitudes de trabajadores para tener su base, además de escalafones para alrededor de 500 personas de los dos sindicatos que hay en la administración municipal.
Héctor Arturo León indicó que la dirección de Recursos Humanos estaba elaborando solicitudes para entregar escalafones al sindicato minoritario utilizando el nombre de la directora que, dijo, ni siquiera se encontraba trabajando por la muerte de su madre, además de la oficial mayor Susana Martínez Briceño, cómplice de las corruptelas de Carlos Arturo Noriega García durante la administración de Ignacio Peralta.
Lo que está haciendo Margarita Moreno, concluyó el secretario general del Sindicato de Trabajadores al Servicio del Ayuntamiento de Colima, es “un acto de barbarie y de venganza en contra de la próxima administración para que quede limitada”.
Sobre los trabajadores que están solicitando su base a través del sindicato minoritario del ayuntamiento de Colima, habría que revisar si, como sucedió en el final de sexenio de Ignacio Peralta Sánchez, también fungían semanas o meses atrás como directores generales o coordinadores en la administración municipal. Investigaremos.
Sobre los camiones que renta la dirección de Servicios Públicos, donde pagan 2 millones de pesos al mes y hasta la fecha suman 62 millones, hablaremos la próxima semana, pues resulta que los únicos dos camiones compactadores propios están descompuestos, todo esto bajo la administración de la súper funcionaria que tanto presumió Margarita Moreno cuando la nombró: Itzel Luna Corral.