Lo que se ve no se juzga

POR Luis Fernando Moreno Mayoral

Los mensajes en política son, a veces, para quienes no quieren ver la realidad.

En Manzanillo, este fin de semana, estuvo la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo para dar a conocer inversiones en el puerto.

Ahí, para los que se dicen expertos en lenguaje corporal, Claudia Sheinbaum le levantó la mano a la gobernadora Indira Vizcaíno y a la presidenta municipal Rosi Bayardo; poco después la mandataria alzó los brazos de las dos.

¿Cuál es el mensaje y para quién o quiénes?

Bastante claro: el mensaje es para quienes no se cansan de denostar al proyecto transexenal que va caminando a pasos firmes, pero sobre todo es para quienes están respaldando otras opciones al interior de MORENA y los aliados.

Si la presidenta de la República está contenta con el trabajo del gobierno del Estado y de la presidencia municipal de Manzanillo, no necesitan la bendición de nadie más para jugar las piezas del ajedrez político con miras al 2027.

Hay quienes, obsesionados con que le vaya mal a Colima y a sus autoridades, aseguran que las fuerzas políticas que orbitan en MORENA, sobre todo en la ciudad de México, no permitirán que desde Colima se tomen decisiones electorales.

La foto de tres mujeres en los tres órdenes de gobierno que tiene el poder en México, en Colima y en Manzanillo, sin embargo, no deja lugar a dudas: el grupo político que ganó el poder en el 2021 tendrá la facultad de elegir a la sucesora de la mandataria estatal.

Y que no le quede duda a nadie: sigue siendo tiempo de mujeres.