POR Luis Fernando Moreno Mayoral
La Fiscalía General del Estado de Colima, en respuesta a la columna OPINIÓN EXPRESS de ayer jueves 4 de mayo, envió el boletín de prensa fechado el 24 de enero del presente año en donde señalan que Daniel “N” fue vinculado a proceso “por la probabilidad (sic) de haber cometido la privación de la vida del Diputado Roberto Chapula y una persona más, en hechos ocurridos en esta ciudad de Colima”.
Demasiada presunción, por supuesto, en el comunicado de la dependencia a cargo del mini fiscal Bryant Alejandro García Ramírez; la cuestión es que el único “logro” fue obtener la vinculación a proceso del sujeto en cuestión y que el Ministerio Público, a su vez, otorgara un plazo de dos meses para la investigación complementaria.
Más claro: aun cuando Daniel “N” es el probable responsable del asesinato de Roberto Chapula de la Mora y una persona más en el Parque Hidalgo, en los hechos no hay una sanción condenatoria y estamos en el periodo de investigación que, si hacemos cuentas, ya venció, sin que hasta el momento la Fiscalía de Colima informe cuáles fueron los resultados de su ardua investigación.
Si el 24 de enero del 2023 se llevó a cabo la audiencia en donde se vinculó a proceso a Daniel “N” y se dio el plazo de dos meses para que la FGE realizara la investigación, esto significa que hoy, 5 de mayo del 2023, ha transcurrido más de un mes que debieron concluir su trabajo para que el juez de control determine la sanción para el presunto asesino.
No ha sucedido, sin embargo, así; por el contrario, parece que el asunto ya quedó concluido porque no hay interés ni voluntad para esclarecer a fondo el crimen perpetrado en contra del diputado del Verde Ecologista de México.
Porque, ciertamente, las preguntas que no han podido responder las autoridades son las siguientes: ¿Quién ordenó el asesinato al diputado local? ¿Por qué lo quisieron desaparecer de este mundo? ¿La orden vino de una organización criminal? Si es así, ¿por qué decidieron asesinarlo a sabiendas de que sería un delito de alto perfil? ¿La orden vino de algún gobierno o político en particular? Si fue así, ¿cuáles fueron las razones que orillaron semejante determinación?
Daniel “N” fue vinculado a proceso el pasado 24 de enero del 2023 y se encuentra en prisión preventiva oficiosa como medida cautelar. A más de 3 meses encerrado en el Centro de Reinserción Social de Colima, los investigadores de la Fiscalía General ya debieron haber utilizado todo tipo de técnicas para hacer hablar al autor material del crimen de Roberto Chapula de la Mora.
Daniel “N” ya debió haber recibido el famoso “tehuacanazo”, descargas eléctricas en sus partes nobles, introducción de agua con gas o chile por la nariz, semi asfixia mediante bolsas de plástico o trapos mojados, posturas de tensión, violación u otras formas de violencia sexual, amenazas contra sus familiares, entre otros.
Está más que claro que, con todo lo anterior, Daniel “N” ya cantó más que Peso Pluma la canción Ella baila sola con todo y el pasito de moda. En la Fiscalía General del Estado saben todo lo sucedido y quiénes ordenaron la ejecución, además de por qué se tomó la decisión de ejecutarlo y cuál era el mensaje que se quería enviar a la sociedad colimense. Si no lo informan es porque no quieren; como tampoco lo hicieron con el asesinato de la diputada de MORENA Francis Anel Bueno Sánchez, golpeada, torturada, asesinada y tirada como animal en una fosa común en el municipio de Tecomán.
Si queremos saber lo que verdaderamente ocurrió con el asesinato de Roberto Chapula de la Mora no será a través de las autoridades, que en todo momento exhiben su opacidad y su inclinación a entorpecer las investigaciones; algún día un medio de comunicación tendrá la exclusiva de algún desertor del crimen o de la política que narre los hechos tal y como fueron.
Lo único que esperamos es que la familia no haya sido convencida de dejar el asunto por la paz, con la detención de Daniel “N” y nada más, a cambio de posiciones políticas futuras, así como sucedió con la familia de Gustavo Vázquez Montes, obligados a no continuar con las indagatorias del avionazo a cambio de cargos que hasta el momento ostentan en los tres niveles de gobierno.
Sería una lástima que Roberto Chapula Rincón, el hijo legítimo que recién fue premiado como director de Fomento Económico del ayuntamiento de Tecomán, decida no mover más el caso de su padre, mientras que Roberto Ramírez, el no legítimo, como titular de la Dirección de Derechos Humanos del Estado de Colima sí esté dando la batalla al sistema como alguna vez lo hizo Chapula de la Mora desde la misma instancia defensora de derechos humanos.